Capítulo 2

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-Mil quinientos -dijo Brian-, por una semana que será más de vacaciones que de trabajo. 

-De acuerdo –ella acepto reacia sabiendo que probablemente estaba cometiendo un gran error, pero incapaz de rechazar la oportunidad de aliviar un poco la situación financiera de su familia.

-Estupendo –Brian se levantó, sonriendo aliviado- Tomate el resto del día libre para ir a casa y escribir una especie de informe sobre ti misma, tráemelo mañana y así tendré el fin de semana para estudiarlo, yo haré lo mismo para ti. El lunes debemos saber lo suficiente el uno del otro como para dar la impresión de que llevamos un tiempo de casados.

Cuando Brian se sentó y abrió una carpeta que tenía sobre la mesa, ________ supo que habría llegado el momento de retirarse. Salió del despacho y fue a la zona de recepción donde se encontraba su escritorio.

Aunque llevaba casi tres años trabajando para Brian Haner, no estaba segura de querer continuar en aquella oficina. Cuando Brian Haner la entrevisto por primera vez para ese trabajo le explico que su puesto consistía tanto los deberes de asistente personal como los de secretaria.

A la alegro mucho conseguir el puesto y al principio no le importo ocuparse de encargos personales de su jefe, como comprar los regalos de cumpleaños de su padre o algún otro familiar o recoger su ropa de la tintorería. Esperaba alcanzar su sueño de convertirse en redactora publicitaria, de llegar a formar parte del proceso creativo del mundo de la publicidad.

En la entrevista inicial Brian menciono la posibilidad de ascender en la empresa y conociendo la reputación de la Agencia de Publicidad Haner, se entusiasmó ante la posibilidad de aprender de él, pero hasta ese momento lo único que había aprendido era que a su jefe le gustaban las camisas bien almidonadas y los sándwiches sin mayonesa, que ninguna novia le duraba más de tres semanas y que siempre les enviaba flores cuando las dejaba. Aunque sentía que había aprendido muchas más cosas durante aquellos casi tres años, no había tenido la posibilidad de poner sus conocimientos en práctica. De nada había servido quemarse noche tras noches las pestañas por no dormir, y hacer aquellos estúpidos exámenes, se había ido al diablo sus estudios en la universidad. Se sentía frustrada, mal aprovechada y quería más de su trabajo mientras ordenaba su escritorio, se fijaba en la gran foto de su jefe que adornaba la pared de enfrente.

Brian Haner a los 33 años ya era un profesional de éxito en el mundo de la publicidad y tampoco podía ponerse a dudar que era un hombre guapo e irresistible, tenía el cabello negro un tanto alborotado sus rasgos marcados no irradiaban tan solo atractivo, sino también su inteligencia.

Los dos primeros meses de trabajo ______ estuvo deslumbrada por él como una adolecente. Se quedaba muda ante su presencia, el corazón le latía rápidamente cuando estaba cerca y hasta tenia sueños eróticos con él casi todas las noches.

El enamoramiento ya había pasado, pero también dejando una sincera admiración por su sentido para los negocios, pero también la certeza de que no era la clase de hombre del que quería enamorarse.

Respirando profundamente, tomo su bolso y salió de la oficina, mientras conducía hasta su casa se hizo claramente consiente de lo que acaba de aceptar. Esposa por una semana, ¡iba a ser esposa de Brian Haner durante una semana! Bajo la ventanilla y respiro profundamente el cálido aire de verano, reprimiendo el pulso de volver y decirle al señor Haner que no quería poner en marcha aquella farsa.

También le habría gustado decirle que estaba cansada de ser la recadera de un hombre que apenas era consciente de su existencia como persona.

La idea de fingir ser su esposa durante una semana resultaba peligrosamente reconfortante.

*No es justo perpetuar una mentira, aceptar dinero por hacerlo y luego dejar el trabajo*. -Susurro una vocecita en su interior.

*Haz tu trabajo, toma el dinero y corre*. -Exclamo a continuación otra voz más fuerte.

_________ decidió escuchar el último consejo. Después de todo con aquella mentira no iba hacer daño a nadie, y el dinero le había sido ofrecido como un extra. Cuando pasara la semana, si decidía dejar el trabajo avisaría a Brian con el tiempo estipulado por la ley. Aparte de eso, no le debía nada.

_______ mientras iba por el sendero que llevaba a la pequeña casa de su madre, se preguntó cómo explicarle el motivo de su viaje, con decirle que sería un viaje bastaría no tenía por qué mencionar en que iba a consistir su trabajo, sabía que su madre no le parecería bien que fuera a hacerse para por la esposa de Brian Haner, ya tenía 28 años y era lo suficientemente mayor como para tener algunos secretos.

Mientras salía del coche su mente paso al siguiente problema: ¿Qué equipaje debía preparar para hacerse pasar por le esposa de Brian Haner en un rancho de Napa?

*Mientras tanto Brian…* 

-Sí, Jackson estamos desenado ir –dijo Brian hablando por teléfono-, llegaremos mañana a medio día.

-¡Estupendo! –la poderosa voz de Jackson retumbo a través de la línea- te encantara Napa y te garantizo que tú y tu esposa saldrán de aquí como tortolitos recién casados.

-________ y yo estamos deseando comprobarlo –replico Brian

-¿_______? –Jackson hizo una pausa- Pensaba que tu esposa se llamaba Marie.

Brian sintió que la sangre abandonaba su rostro, recordó demasiando tarde que cuando entro tratos con Robinson hace un par de años atrás estaba saliendo con una chica llamada Marie.

-_______ Marie –improviso- Utilizo indistintamente ambos nombres para llamarla.

-Debe resultar bastante confuso, pero da lo mismo como la llames, mientras la traigas no hay problema y hemos invitado a otras dos parejas a unirse a nosotros, va  a ser una semana estupenda.

Tras charlar un rato más, los dos hombres de despidieron, Brian apoyo la espalda contra el respaldo del sofá y suspiro; odiaba el engaño, pero él mismo se había metido en aquel lio y no veía otro modo de salir.

Tomo el informe que le dio el viernes, no había tenido tiempo de leerlo hasta este momento, lo que le daba menos de 24 horas para averiguar todo lo que pudiera de ella. llevaba casi 3 años trabajando para él pero curiosamente apenas sabía nada de su vida personal. Aunque también era cierto que hasta entonces no había tenido la necesidad de preocuparse por ello, era una empleada realmente eficiente casi invisible que realizaba las tareas necesarias para que el negocio marchara como era debido.

Frunció el ceño, sorprendido al descubrir que no podía evocar una imagen clara de ella en su mente, no estaba seguro de si sus ojos eran marrones o azules aunque recordaba que tenía el pelo del mismo color que el de él así negro como la noche y que normalmente lo llevaba recogido por un pasador. Pero no lograba recordar sus rasgos y lo único que le vino a la mente fue que siempre llevaba unos zapatos negros muy feos, con diseño de gato pero con aspecto de ser bastantes cómodos. 

Se Necesita Esposa [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora