No solo era la mujercita de Aidan Gallagher. Ahora también su novia definitiva y oficial. Vaya, ¿quién me lo iba a decir?
—Pobrecito mi niño —dijo la señora Gallagher frotando la frente de su hijo.
—Mamá, ya basta, me estas dejando en ridículo —se quejó como si tuviera seis años.
—Gracias por cuidar de Aidan, T/n. Sino lo habría pasado muy mal momentos después del terrible accidente.
Ay madre, Lauren no tenía ni la más remota idea de que había atropellado a su único hijo.
—En cuanto a eso... —comencé a decir pero me quede en blanco pues no quería fastidiar los lazos que se había creado con los padres de Aidan. En especial con Lauren porque el prade parecía tenerme una manía, ya ni te cuento si se entera de qué le he hecho a su hijo.
—Ya he firmado el alta —dijo el señor Gallagher en el umbral de la puerta.
—Tendremos que cancelar el viaje para cuidarte, Aidi.
—¿El viaje? —le pregunté a Lauren.
Dirigió sus ojos hacia mí y respondió con dulzura:
—Nos íbamos a visitar a mis padres de Darmouth, al otro lado del país.
—¿Por qué no vais? —AIdan me miró intentando descifrar mi creciente curiosidad por sus planes familiares— Quiero decir... —me expliqué— yo podría cuidar de Aidan, no tengo problema, además no creó que le moleste mi compañía.
—T/n, tienes instituto —me dijo él.
—No hasta dentro de dos días —inquirí.
—Nosotros volveríamos en tres días y el tercero Aidan podría quedarse solo por la mañana hasta que llegarás del instituto, T/n —dijo el padre de Aidan para mi sorpresa. Estaban encantados por qué les quitará al pesado de su hijo de encima.
—Por mí no hay problema, ¿Aidan?
Este resopló y después de poner los ojos en blanco cedió a regañadientes. Que se fuera acostumbrado, era su mujer aparte de también su novia y mi responsabilidad era arreglar mis errores cuidándole.
Sacaron a Aidan de la camilla y su madre se encargó de vestirlo y peinarlo como si fuera pequeño. Verle en una silla de ruedas con la línea del pelo hacia un lado fue la mar de adorable.
—¿Qué? —me dijo borde al ver que me lo comía con los ojos.
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Yo Os Declaro Enemigos - ADAPTACIÓN - Aidan Gallagher
Random• Del odio al amor no hay un paso, sino muchas locuras • Si te despiertas una mañana con un dolor de cabeza espantoso, un pedrusco encajado en el dedo y tu peor enemigo durmiendo a tu lado, entonces preferirías volver a dormirte y, si hace fal...