Yo Os Declaro Enemigos - ADAPTACIÓN - Aidan Gallagher

Confianza

Su risa me dejó en blanco. ¿Aidan se estaba riendo? ¡Pero que le pasaba!

—¡Va enserio! Casi me besa. ¿Te resulta gracioso? Por que a mí desde luego que no —le dije enfadada.

Dejó de reírse y declaró:

—T/n, es Peter, no puede competir conmigo.

Le pegue una torta para bajar su orgullo.

—Auu —fingió que le dolía.

Me levanté de la cama aún mosqueada.

—¿Y que pasaría si me hubiese besado? ¿Te habría dado lo mismo?

Puso los ojos en blanco como si el tema le resultará una bobada.

—Si te hubiese besado no le quedaría calle para correr, pero no lo ha hecho.

—Por qué me he retirado.

—Por qué eres lista —inquirió.

—Eres...eres... —comencé a decir sin palabra que le describiera.

—¿Qué? ¿Qué soy? —quiso saber al ver como mi cuerpo estaba la mar de nervioso—. ¿Sabías que cabreada estas muy guapa?

—Idiota.

—Me encanta cuando me insultas.

Parecía embobado como si disfrutará de mi enfado, decidí ser más lista que él.

—Umm como veo que no eres nada celoso. ¿No te importará que llamé a Blake para que nos acompañe?

Su rostro cambió drásticamente en cuanto pronuncié su nombre.

—¿Y bien?

Había una ligera posibilidad de que Aidan dejará a atrás su orgullo.

—Ni de coña, ese capullo no va a entrar en mi casa.

¡Bingo! Sonreí triunfante, se me daba bien conseguir lo que quería.

—¿Qué te ocurre con Blake? —le pregunté al notar que aparte de mí tenían algo más en común.

—Es...complicado.

¿Complicado? Algo tenía que esconderme e iba a llegar al fondo del asunto.

—Somos un matrimonio, tienes que ser capaz en confiar en mí.

Durante unos instantes lo pensó en silencio hasta que finalmente decretó:

—Haz palomitas, es una larga historia.

Corrí a la cocina y tras varios minutos forcejeando con el cierre del sobre de las palomitas conseguí bolcarlas en un bol. Subí las escaleras lo más rápido que pude. Al entrar en el cuarto de mi maridito este me dijo:

—Es un secreto, T/n. ¿Sabrás guardarlo?

Hice un gesto cerrándome la boca como si fuera una cremallera y pareció bastarle.

—Ven, túmbate.

Le hice caso y me acomodé sobre su pecho con cuidado de no dar con mis pies en su pierna escayolada. Aidan me rodeó con sus brazos y comenzó a acariciarme el pelo. Me sentí muy tranquila y enseguida comenzó a hablar:

—Yo vivía en mi ignorancia. Creyendo que mi familia era perfecta. Entonces todo se complicó, Blake vino a mi instituto. Yo no sabía quien era pero él si sabía quien era yo. Me acorraló a la salida del instituto y me lo confesó todo. A primeras no le creí pero luego... mi padre me lo confirmó. Mi padre tuvo una aventura, T/n.

Me atraganté con las palomitas siendo consciente de lo que acababa de oír.

—Fue antes de que naciera, una antigua novia con la que se vio un par de veces.

—¿Y qué tiene que ver Blake en todo esto?

—Deja que termine —me pidió a pesar de mi impaciencia—. Como sabes, Blake es más mayor que nosotros. Mi padre dejó embarazada a su amante y supongo que con esta información podrás suponer que...

Podré suponer que mi exnovio Blake y mi actual maridito son hermanastros.