My True Treasure

Un tesoro y el mapa que lo inició todo

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En algún mar, en alguna isla desconocida, en alguna playa solitaria, dos personas descansaban a la sombra de una palmera.

La brisa aligeraba el calor tropical, más aquellas dos figuras se negaban a apartarse una de la otra, sumidos en un suave abrazo.

- Lan Zhan, ¿te digo algo? 

- ¿Mn?

- Valió completamente la pena.

El de ojos dorados atrajo a su persona favorita hasta tener sus rostros uno frente al otro. Acarició perezosamente su mejilla.

- Nos costó mucho más de lo que habíamos pensado - continuó el de ojos plateados - pero no me arrepiento, ha sido genial.

Sin apartar la vista de aquellos iris, el ex-almirante tomó la mano de su esposo, entrelazó los dedos disfrutando del contacto. A veces hacía eso, se aseguraba de que estuviese ahí, de que sus fantasías no estuviesen tan lejos de la realidad (Incluso después de tantos años).

Tras un silencioso suspiro lleno de ensoñación, y jugueteando con los dedos del otro, preguntó:

- ¿Qué quiere hacer Wei Ying con el tesoro?

Con una brillante sonrisa, el ex-pirata tarareó considerando sus opciones.

- La verdad es que con solo uno de los cofres podemos empezar una vida donde sea, ¿Pero dónde está lo divertido tiene eso?

- Lo divertido - repitió este, levantando una ceja.

- Jajajajajaja. Exacto, er-gege - se inclinó y plantó un beso en los labios del Jade, huyendo rápidamente cuando su esposo persiguió el beso.

Entre juegos y caricias ambos cayeron en la arena,  Lan WangJi atrapó las muñecas de Wei WuXian, las tenía sujetas firmemente por encima de su cabeza. 

- Ten piedad, honorable HangGuan-jun, el Patriarca de Yiling ha gastado todas sus energías, no puede seguir combatiendo.

Lan WangJi ignoró las provocaciones, se inclinó con elegante lentitud y depositó un ligero beso en la punta de la nariz de Wei WuXian, para luego apoyar su frente contra la suya y soltar otro suspiro feliz. 

El corazón del ex-pirata se infló de emoción, sí, eso era lo que un beso de su amado provocaba en él. 

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A Jiang Cheng le temblaba una ceja mientras leía los detalles de "La Gran Batalla" en el periódico. 

Se habría creído al menos la mitad de lo que decían las noticias si esas 2 figuras no estuviesen en su casa en ese momento tomando de la sopa de su jiejie, contándoles sobre su matrimonio a sus padres y a el señor Lan Qiren, a quien parecía a punto de darle un derrame.

Habían llegado encapuchados en medio de la noche, acompañados de, el ahora almirante de la marina, Lan XiChen. 

Les habían dado un susto de muerte.

Su madre se había asegurado de jalarle de las orejas a su hermano antes de tomarlo en un fuerte abrazo junto a su padre. Los tres hermanos lloraron abrazados hasta caer al suelo, solo entonces Jiang Cheng le metió un golpe a la cara llorosa del Wei, recibiendo un zape de mayor intensidad de parte del segundo Jade. Casi se armó la pelea.

Tal y como cuando eran niños.

- Los remanentes se han instalado ya en Gusu, los pobladores aún están un tanto reticentes de mezclarse con ellos, pero son gente amable, opino que es cuestión de tiempo - Comentaba Jiang FengMian.

- Jiang Cheng ha sido asignado a su protección - mencionaba Jiang YanLi mientras servía más sopa a su nuevo cuñado - Y parece que cierta señorita Wen lo mantiene de ánimo.

- ¡Jie! - Jiang Cheng no estaba sonrojado, ¡no lo estaba! - ¡Wei WuXian, cierra la boca!

Su hermano se había atorado con la sopa por las repentinas palabras de su jie, y ahora se reía tan fuerte que no parecía respirar. ¡Jiang Cheng no estaba sonrojado!

- ¿Y? El mundo los cree muertos, ¿qué harán ahora? - ¡Jiang Cheng no estaba tratando de cambiar el tema!

- También me gustaría saber eso - dijo en un suspiro el viejo Qiren, después del primer desmayo habían tratado de mantener las cosas en calma. Al Jiang más joven le parecía que el primer jade había hablado con él con antelación. Quizá por eso había sufrido un colapso la semana pasada.

El ex-almirante limpió los labios de su esposo con un pañuelo antes de que este pudiese responder.

- Mandaremos una carta de tanto en tanto - entrelazó los dedos con los de su esposo - Mamá dijo que pasaría por aquí más seguido, les traerá noticias de nosotros cada que pueda.

Madam Yu soltó un bufido, recordaba la última visita de la pirata, sabía que su presencia solo significaba el preludio de más complicaciones, con CangSe SanRen siempre era así, pensó con una sonrisa mal disimulada.

- Volverán al mar, entonces.

Wei WuXian les dedicó una enorme sonrisa.

- Mn. Aún tenemos una promesa que cumplir. 

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- ¿Tienes el mapa, Er-gege? Dámelo.

Lan WangJi le entregó un mapa la una isla recién hecho que señalaba una gran X en medio, tan ambiguo y poco preciso como su predecesor. Wei WuXian admiró el trabajo de su esposo y procedió a doblarlo cuidadosamente, meterlo en una botella y tapar esta con un corcho.   

- Lan Zhan, tú tienes más fuerza en los brazos, ¿harías los honores?

El que vestía de blanco caminó por la borda del pequeño barco en el que estaban con la botella en mano, tomó impulso y la lanzó lo más lejos que pudo. Esta cayó en el mar y fue arrastrada por la corriente. 

Habían dejado la mayor parte del botín donde lo encontraron. Fue realmente satisfactorio encontrar todas esas joyas, oro y demás, Lan WangJi no iba a negar que su explorador interno había chillado de la emoción. 

Sin embargo, no podría importarle menos el destino de aquellos cofres. El hombre parado a su lado era más valioso que cualquiera de esas riquezas.

Igual que el encuentro que inició su aventura juntos, la pareja deseaba que aquel deseo de aventurarse a lo desconocido llegase a los corazones de más personas, despertar más sueños, dar valor a aquel que con un poco de suerte, encuentre el mapa de algún tesoro, escondido dentro de una botella. 

Una amplia sonrisa de parte del de ojos grises aceleró el corazón del ex-almirante. 

No solo era Wei Ying, era el amor, respeto y devoción que ambos se tenían... ese era el verdadero tesoro de Lan WangJi.

- ¿Listo para otra aventura, Lan Zhan? - preguntó Wei WuXian al Jade.

El aludido correspondió la sonrisa.

- Jamás me la perdería.

FIN

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Gracias por leer~

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