¿Amor o Contrato? | Sebastian y Tu Fanfic |

Capítulo 28.

Consejo para este capítulo :3
Escuchen la canción una y otra vez así llega el sentimiento aún mejor!

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En el capítulo anterior!

-Vamos Sebastian- sonrió -Se que me prefieres a mi antes que a la otra (t/n)- me abrazó

-Prefiero por mucho a la pequeña e indefensa (t/n)-

-De acuerdo- sonrió -Aún así siempre estaré aquí para ti- rió

En el instante en el que terminó de reír se desmayó. La atrapé rápidamente.
Ahora había descubierto el lado "oscuro" de (t/n)...
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Ha pasado una semana desde ese incidente, al fin llegaron los resultados y ,como era de esperarse, Sebastian y yo quedamos con excelencia en la universidad.

-Que bien que nos quedamos- sonreí

-Sí- me besó yo correspondí sonrojada

Nos separamos por falta de aire y lo vi sonrojada

-A-aún tenemos que atrapar a los que mandaron a William por mi-

-Sí Ōjosama-

Ya habíamos atrapado a demasiados con la ayuda de mis sirvientes, mejor dicho familia.
Estábamos a unos pasos de atraparlos, sólo nos faltaba encontrar al principal, a la mente maestra detrás de todo esto.

Lo cual significaba que...faltaba poco para que el contrato terminara...

-Ōjosama-

-¿S-sí?- lo vi

-Ya esta lista la comida-

-Oh gracias Sebastian-

Me levanté y camine hacia la puerta del estudio usando Sebastian me abrazó por detrás. Me sonrojé al instante.

-No quiero que acabe el contrato...-

Al escucharlo decir eso no pude evitar llorar. Sebastian en ese momento me volteo y me abrazo con aún más fuerza.

-Yo tampoco Sebastian- seguía llorando -No quiero dejarte-

-Nunca te dejaré ir (t/n)-

Seguimos abrazados, sentí que si lo soltaba en ese momento nunca regresaría, me abandonaría...

-Sebastian...- lo vi -¿Qué haremos?-

-Ya veré que hacer Ōjosama-

Limpió las lágrimas de mis ojos y me dio un beso tierno.

-Bajemos a comer- tomó mi mano

-Sí- entrelacé mis dedos con los suyos

Comimos con los demás, estaba algo deprimida...¿qué haría sin Sebastian?

-Ōjosama coma-

-Sí- empecé a comer

Seguí comiendo, Siyaksu me había subido un poco el ánimo ya que estaba diciendo muchos chistes, algunos sin sentido y otros bastante raros.

Después a Sebastian se le ocurrió que todos fuéramos de día de campo.
Los chicos fueron por todas sus cosas para ir al bosque, yo subí a cambiarme por un vestido algo corto ,me llegaba un poco arriba de la rodilla, blanco sin escote y con una pequeña flor azul pastel un poco arriba del pecho del lado izquierdo. Y me puse unas sandalias doradas que ocupaban un poco de la espinilla.