Molly

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Al leer la frase que salió en la pagina, las luces se apagaron por completo. Airona dio un grito muy fuerte y me abrazó. La abrace de vuelta y empezó a llorar. Amelia no hablo por unos segundos, —Esto debe de ser una gran broma, no puedo creerlo—. Estábamos en completa oscuridad, no podíamos ver ni la palma de nuestras manos. Zac tomo la mano de Amelia, y Amelia la apretó muy fuerte. Me intente levantar de el circulo, para poder ir por una vela que encontré en la mesa de Katia. Al agarrarla, lo aprendí con el encendedor de mi hermano, por que a el le gustaba fumar, lo hacia a escondidas, y nadie se daba cuenta. Al encender la vela, la puse en el centro de el circulo. Por lo menos podía ver las caras de todos, se veían muy asustados. Decidimos ya dormirnos por que teníamos mucho miedo. Nos fuimos a los lugares donde nos toco dormir, yo decidí no apagar la vela, la coloque en una mesa auxiliar a un lado de la cama de Katia. Y nos tapamos con las cobijas que la madre de Katia nos prestó. Katia fue la primera en quedarse dormida, por otro lado yo no podía dormir, observaba a Airona como se tapaba hasta la nariz, estaba muy asustada. No podía ver su cara de sufrimiento, así que fui con ella y la levante de la cama, la agarre de la mano y nos fuimos a la sala para hablar. Amelia y Zac se quedaron en la habitación, tratando de quedarse dormidos. Al llegar al sofá donde me quede a conversar con Airona, me sentía observado; sentía como si alguien nos estuviera viendo.—Airona, recuerdas que te dije hace unos minutos, todo esta bien, no hay nada de que temer.—

Eran las 2:56 de la mañana, y seguíamos conversando en la sala, intentamos hablar de cosas, bonitas, para dejar de pensar en las preguntas y respuestas de el juego. De pronto, Katia sale de la habitación, y se acercó a nosotros, —¿Qué hacen todavía despiertos? Que no ven la hora que es, son las 3:00 de la mañana, les recomiendo dormir, a menos que mañana quieran despertar muy cansados.— Nos hablo como si fuera una adulta, yo inmediatamente agarre a Airona de el brazo y la lleve a la habitación. Me acosté en la colchoneta, me tape con mi cobija y con la de mi hermano ya que el estaba acostado donde Katia. Empecé a sospechar mucho sobre su "amistad". No le tome demasiada importancia, ya que a mi no me importaba mucho sus relaciones. Así que me tape con las dos cobijas y me quede dormido. De pronto escuche un golpe, y obviamente, lo primero que me llego a la mente fue la estúpida imagen de Rocué, así que fui con Tom y lo desperté. —¿Qué quieres? ¿Qué no ves que estoy durmiendo con el amor de mi vida?— Di una carcajada que desperté a todos de un golpe y Airona gritó de el susto. —Ben Aniston, ¿Me puedes explicar por que tanta risa?— gritó Amelia, —¿Qué no ves que estamos tratando de dormir?— preguntó de nuevo. Yo no dije ninguna palabra, cuando inesperadamente, el mismo golpe sonó, en la entrada a la habitación, —¿Quién es?— preguntó Amelia...nadie respondió nada. Airona empezó a gritar muy quedito, y mientras ella gritaba, Amelia se acercó a la puerta,—Se siente frio el ambiente, ¿no creen?— Que haya dicho eso no me agrado tanto. Las bromas pesadas no eran mi cosa favorita, así que me paré de mi colchoneta, y fui a donde estaba Amelia...decía la verdad, hacia mucho frio en esa sección de la habitación. Empecé a tener muchos escalofríos, y Amelia se burlaba de mi. Después de unos segundos, llegamos a donde se escuchaba el golpe, Amelia toco la puerta con la mano, mientras yo estaba atrás de ella,—Se siente muy fría— afirmó Amelia. Cuando de repente, la manija de la puerta se empezó a mover. Me asuste mucho así que di 7 pasos para atrás, y resbalé con una de las cobijas. Amelia se quedo parada, como si estuviera paralizada. Zac, Airona, Katia y Tom empezaron a juntarse en la cama de Katia, cuando de pronto....la puerta se abre. Decidí ir por Amelia para que reaccionara a los hechos que estaban sucediendo. Así que la jale de el brazo y le dije, —¡Amelia, reacciona! ¿Qué no ves que una puerta se esta abriendo completamente sola?— No dijo absolutamente nada, caían lagrimas desde sus ojos, como si estuviera muy asustada. Al voltear a ver la puerta, no había absolutamente nada. Se sentía una gran brisa de aire entrando a la habitación. Olía diferente, extraño; era un olor muy fuerte a plástico y hule. Era un olor desagradable, y para que me entiendan, tuve que taparme la nariz, olía muy, pero muy extraño. Decidí pararme de donde estaba sentado para ir a encender la luz, para nuestra suerte, la luz encendió y ya éramos capaces de ver. Así que me llene de valentía y fui a revisar de donde provenía ese olor. Llevé a Amelia conmigo. Al estar saliendo de la habitación, agarre a Amelia de la mano y bajamos las escaleras, para ir a el piso de abajo, que es de donde provenía el olor. Al pisar el ultimo escalón de las escaleras, las luces de la cocina empezaron a parpadear. Me llene de valentía de nuevo y fui a revisar que era. Amelia se quedo en las escaleras sentada, en la oscuridad. Al acercarme a la puerta de la cocina, escuchaba una voz; era una voz tierna, lo único que podía llegar a escuchar era, —Amelia...— Me asuste, así que regrese con Amelia a las escaleras,—Amelia, tenemos que regresar, ahora.— Amelia no lo pensó dos veces, así que se levanto, y empezó a correr hacia la habitación, me dejo solo en el piso de abajo. No sabia que hacer, así que lo primero que hice fue, voltear a ver a la puerta, estaba abierta así que podía ver toda la cocina. Las luces seguían parpadeando y estaba solo en completa oscuridad. Cuando de repente, una mano... toca la puerta, era una mano, muy chiquita, con cables caídos desde los dedos, con gotas de sangre en las uñas y con una textura de plástico. Me paralicé por unos segundos, y después reaccione y subí corriendo a la habitación. Al llegar cerré la puerta con seguro,—Hay alguien en la casa— le dije a todos. No dijeron absolutamente nada, Amelia estaba apunto de reírse,—Y no creo que sea una persona real.— dije de nuevo.

The red bookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora