El silencio reinaba en los pasillos de la afamada escuela para héroes en Japón, el atardecer esclarecía los últimos vestigios de los edificios que resguardaban a todos los estudiantes pertenecientes al programa, o al menos a la mayoría de ellos, fuera de los dormitorios, lejos de los sensibles oídos de sus compañeros de estancia, dos prospectos de héroes mantenían el secreto de su relación escondidos en los vestidores recién desalojados debido al entrenamiento de combate.
El eco de la habitación permitía identificar los sonidos que sus necesitados cuerpos emitían, la escena se pintaba de carmín y rosa mientras sus manos extasiadas delineaban cuidadosamente cada centímetro de sus erógenas pieles, saciando sus instintos mientras devoraban los labios ajenos en medio de besos y mordidas que más tarde quemarían en su cuerpo y mente; eran una pareja fundamentalmente versátil, y a pesar de que esta era la segunda vez en la semana que utilizaban el entrenamiento como excusa para esconderse en los vestidores del campo Gamma, sus últimos encuentros habían terminado con el pelirrojo teñido como el agente dominante de la relación, y aquello lentamente se estaba convirtiendo en un hábito inamovible.
Sus respiraciones agitadas inundaban el aire de deseo y necesidad, el sonido de sus jadeos y gemidos ahogados en sus propios besos aumentaba la temperatura en la habitación, la espalda del cenizo atrincado contra los casilleros se arqueaba en búsqueda de más contacto con la piel expuesta de su pareja, quien lentamente deslizaba sus cálidos labios por el lienzo contrario besando y mordiendo todo lo que se hallaba a su paso, tenía completo cuidado de no dejar marcas imposibles de ocultar, aunque su alma clamara por hacer lo contrario, marcarle y mostrarle al mundo que era de su pertenencia y de la de ningún otro, sin embargo, la realidad se pintaba diferente para la joven pareja, lentamente se despojaban de sus ostentosos trajes que algún día representarían la paz y la confianza del mundo.
– Bakugo~ – murmuraba el pelirrojo por lo bajo acercándose a la oreja del hombre que más atesoraba en este mundo, suspirando y lamiendo el lóbulo de su oído haciendo que delante suyo el mayor se retorciera
– Mnh~ ¿sí? – su mundo se extasiaba cuando de Kirishima Eijiro se trataba, jamás olvidaría el momento en el que sus miradas y corazones se cruzaron para sobrepasar la línea que hoy con gusto evadían
– ¿No podemos ir a otro lado? – Preguntó finalmente logrando que el contrario le separase de sí y le mirara con una ceja enarcada y una mueca que podía perfectamente traducirse en descontento – ¿qué?
– No hablas enserio, ¿o sí? – musitó mirándole con aquellos ojos rubí a tono enfurecido; el contrario negó lentamente con la cabeza ante la cuestión – ¿A dónde se supone que vayamos?, ¿a tu habitación?, ¿la mía quizás?, no digas idioteces Pelo de Mierda
A pesar de tener una relación formal desde hacía un par de meses, las cosas entre ambos no cambiaban en nada cuanto sus compañeros pudieran observar, todo lo contrario, se trataban y hablaban como si de amigos se tratase, Bakugo de vez en cuando le explotaba las manos en la cara a Kirishima cuando se le acercaba demasiado en presencia de otros, así como también negaba abiertamente estar interesado en alguna persona en específico, aquellas pequeñas cosas empezaban a molestarle al pelirrojo, preguntándose si no era suficiente, o peor aún, si no era tomado enserio por su mayor tesoro – N-No lo sé, pero no es muy varonil de nuestra parte hacer esto y menos en este lugar
– ¿Acaso eres un pervertido? – Insinuó sonriendo dejando a su pareja sin habla – Déjame ver si entendí, pretendes que lo hagamos en los dormitorios, donde la chica audífonos y el pulpo idiota podrían escucharnos sin problema, ¿eso es lo que dices?, ¿acaso eso te excita?
– ¡N-NO! – El carmín de su rostro era apenas comparable al de sus ojos – Quiero decir, ¿por qué mantenemos el secreto?, yo quiero decir con toda confianza que amo a Bakugo – tomó la mano derecha del rubio frente a él logrando que éste esquivara la mirada – quiero que todos lo sepan, sé que es egoísta de mi parte, pero realmente quiero tenerte solo para mí – con delicadeza llevó la mano de su amante hacia sus labios besándola dulcemente, con su mano libre tomó el mentón del chico frente a él y lo obligó a mirarle – ¿qué dices? – propuso besando castamente sus labios
– Y-Yo... no puedo – aclaró alejándose del chico que le aprisionaba y ahora, le abrumaba – ¿acaso eres idiota?, mi meta es ser el héroe número uno, si te dejo estar tocándome y besándome cada que se te venga en gana nunca lograré mi objetivo... – el rostro contrario se tiñó de tristeza en cuanto esas palabras cayeron sobre de él, agachó la cabeza y esperó a escuchar todo lo que la persona que más amaba tenía que decir – no te pongas mal por esto, escucha, si logro derrotar al idiota de Deku en los próximos entrenamientos, te prometo que seré un poco más permisivo, ¿hecho?
– No sé qué decirte Bakugo, siempre que doy un paso adelante tú retrocedes, pero cuando tú lo haces... en fin, voy a tomar una ducha y meterme a la cama, si piensas en algo más masculino que decir siéntete libre de buscarme, adiós – el chico de cabellera teñida y cabeza gacha abandonó el edificio tan pronto como se despidió, el contrario ni se inmutó en moverse para seguirlo, entendía que quizás debía dejarlo solo por un momento por lo que simplemente lo dejó ir, grave error, esa era una de las cosas que Kirishima podía tratar de forma tan extremista en la personalidad de Bakugo, a veces amaba la manera en la que era sincero en todo cuanto podía, quizás no en palabras pero sí en acciones, adoraba su determinación y su manera de lidiar con sus objetivos, pero en otras ocasiones odiaba ese lado suyo, ¿acaso pedirle ser más abierto era mucho pedir?, tal vez si, ni siquiera cuando se declaró obtuvo una respuesta concreta, no hasta meses después, y ahora, ahora que había conseguido lo que más anhelaba él se alejaba y buscaba cualquier excusa para no darlo a conocer, como si se arrepintiera de ello, o quizás, como si simplemente pudieran vivir su amor mientras nadie los viera.
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Mientras nadie nos ve (Kiribaku)
FanfictionPorque mientras nadie nos ve pintamos el paraíso en el lienzo de nuestros cuerpos, creamos el universo en el vacío de nuestros besos y nos mostramos uno al otro sin limitación, mientras nadie nos ve solo somos dos almas en celo buscando entrar al ci...