— Hola ¿ya pueden escucharme?
— Sí, por fin te escuchamos, antes solo veíamos como tu boca se movía
— ¿Y por qué no me avisaron rápido?
— Porque era gracioso verte así
— Malas— sonrisas se escucharon
— Ya bueno, ahora que estamos reunidas las tres, al menos de esta manera, cuéntenme ¿cómo les va?El pequeño Golden de Mireu comenzó a ladrar sin cesar
— Tomás deja de ladrar, despertarás al pequeño YoonSeok— repetía hasta que luego de minutos el can dejo de ladrar
— Por fin tu perro dejó de ladrar— soltó Sunnie mientras caminaba por una plazuela.
— Bueno ya ahora sí, iniciemos, empieza Mireu
— Estoy bien chicas, como verán, cuidando al pequeño YoonSeok—mencionó mientras enfocaba en la pantalla a un bebé pálido con mejillas rosadas y ojos gatunos.
— Eres una fotocopiadora, no me cansaré de decir que se parece demasiado a Yoongi— soltó acompañada de hoyuelos
— Sí, es exacto a su padeey la verdad yo estoy con ello— acarició la mejilla de su tierno bebé.
— ¿Le harás su fiesta de dos años?— preguntó Sunnie
— Sí, eso pienso, aunque con esta panza me es difícil moverme por todas partes como quisiera
— No te preocupes te ayudaremos, ¿Sunnie ya regresas para ese mes verdad?
— Sí— contestó la más joven mientras por la pantalla se veía la silueta de aquel pelinegro con cabello largo— Ya deja de ser chismoso y camina rápido que estamos llegando tarde a la exhibición— se escucho que le decía con falso enojo a su pareja y el contrario solo atinaba a reír.
— Ustedes si que no paran ¡eh!, van de un lugar a otro haciendo mil actividades creo.
— No exageres, Hye unnie, a veces también solo nos quedamos a dormir o jugar en las habitaciones que rentamos.
— Bueno, están disfrutando de su trabajo, eso es bonito, salúdame a JK
— Lo haré, aunque no es necesario porque el chismoso está escuchando aquí— miró de reojo al contrario quién atinó a mirar al frente y disimular por ser descubierto
— Ustedes nunca cambian— comentó Mireu mientras sonreía junto a Hye por la pantalla.
— ¿Y Yoongi no está allí también espiando?
— No, se fue a comprar un antojo de makis que tengo
— ¿Y por qué no pidieron delivery?
— Porque la tienda donde siempre pedimos no hace delivery esté mes y pues estaba muy antojada como lara aguantarme
— Yoongi siempre cumpliendo tus caprichos
— Como debe ser— respondió
— Que envidia— soltó con falsa queja la menor
— Pero Sunnie, si JK también te cumple tus caprichos y más cuando discuten por cosas bobas y luego está atrás tuyo todo el tiempo
— Eso no es cierto, Hye— escucharon que el nombrado gritaba por el audífono de la menor
— Ya basta, te dije que no escucharas conversiones privadas— manoteo al pelinegro y el otro se quejo y sonrió
— ¿Y tú Hye? — continuaron con la conversación
— Yo estoy feliz como siempre— sonrió por la pantalla
— Uy seguro Jimin la tiene así— soltó insinuante Mireu y su amiga se sonrojó al máximo
— No digas ¡esooo! Está JK escuchando
— No, ya no, lo mandé a que compre los boletos— respondió la menor
— Ya bueno, yo chicas, estoy bien, mi trabajo va excelente y Jimin también cada vez más gana trayectoria con sus presentaciones además de abrir su academia. Y pues nosotros estamos avanzando muchísimo en nuestra relación y soy muy feliz por ello.
— ¡Awwww que lindos! Mira la sonrisa de Hye, que bueno que el cacheton te haga así de feliz amiga. Te dije que para mi su relación es hermosa
— Lo sé, debí escucharte antes, estos años junto a él como pareja, han sido los mejores de mi vida. Sí, hay cosas que a veces tenemos que resolver pero no son nada del otro mundo.
— Que bueno amiga, me alegra verte y escucharte así
— A mi también me alegra muchísimo verlas así de felices y haciendo su vida con las personas que aman. Tu Mireu con tu familia ya hecha y con un nuevo integrante por llegar y tu Sunnie disfrutando de ustedes en todas partes del mundo.
— Después de tanto que nos costó, al menos ahora estamos todas bien— comentó la menor
— Cierto— sonrieron
— Ah Mireu, no olvides que la próxima semana iré para ayudarte a cuidar al pequeño YoonSeok
— Sí me acuerdo, además sabes que puedes venir cuando quieras, necesito ayuda ahora más que nunca sino Yoongi se volverá loco y Namjoon ya me dio las quejas de llega más gruñón de lo normal al trabajo— rieron las tres
— ¿Cómo va todo con ese? — Preguntó Sunnie a Hye
— Aish Sunnie nunca le perdonarás lo que te dijo ¿verdad?
— Ya lo perdoné... Pero igual— sonrieron
— Pues, somos amigos, no hablamos siempre pero en ocasiones lo hacemos. También que está ocupado con su novia y pues yo en lo mío, aunque sé que cuento con él al igual que él cuento conmigo
— Me alegra que sea así— mencionó Mireu y se escucho que la puerta de su vivienda era abierta— Ya llegó mi delivery personal, hablamos luego chicas, me encanta hablar con ustedes.
— Yo también las veré luego, ya llegaron mis boletos
— Bueno chicas un gusto como siempre, las quiero mucho, hablamos el próximo martes.
— ¡Hasta el martes!— se despidieron las tres***
En estos años, tal como le había comentado a mis amigas, mi vida era de ensueño. Estar con Jimin fue una de las mejores decisiones que pude tener y aunque tiempo hacerlo realidad, creo que nuestra relación llegó en el momento indicado.
Tanto él como yo, soñábamos con un amor digno de memorar y hace un tiempo lo volvimos realidad, dejamos atrás las inseguridades y los “debería”. Un suspiro escapa de mis labios mientras siento las manos de mi novio rodear mi cintura y su mentón apoyado en mi hombro, giro un poco mi rostro para chocar mi mirada con las pequeñas pecas que adornan sus mejillas como si fueran estrellas en el firmamento y dejo que mi mirada se pierda con la belleza de estos, coloco mis manos encima de las suyas acariciando y entrelazando mis dedos con los contrarios.
— ¿Te gusta el lugar?
— Me encanta, Jimin-ah, siento que es perfecto.
— Te gustará más cuando entres.
Mordió suavemente mis mejillas haciéndome reír un poco y se separo de mí para tomar mi mano caminando en dirección hacía la casa. El lugar era bellísimo y ver como la luz natural entraba por las ventanas iluminando el salón principal fue algo precioso de admirar. Jimin y yo estábamos avanzando en nuestra relación y también individualmente, aquel chico que conocí hace años ahora se mostraba al mundo tal cual él era, sin miedos, con valentía y determinación. Por otro lado, estaba yo, que pude quitarme las cadenas y al igual que él ser libre, vivir y amar, disfrutar de los pequeños y grandes placeres de la vida, la Hye de hace muchos años me estaría mirando de forma desaprobatoria pero hoy me es indiferente esa negatividad. Las manos de mi novio me tomaron por sorpresa trayéndome a la dulce realidad, él cubrió mis ojos con estás y soltó una sutil carcajada.
— Bien, subiremos así que lo haremos con calma, debo mostrarte algo.
Con pesar y muchísimo cuidado subimos lentamente por las escaleras, él siempre siendo precavido y conociéndolo creo que estuvo al pendiente que su torpe novia no cayera. Intuí que llegamos a la segunda plana e íbamos caminando por un pasillo, susurró en mi oído que nos detuviéramos y yo me derretí en ese momento, carraspeé sutilmente y sentí su calor a mi lado. El sonido de una puerta abrirse me puso al tanto y la tenue luz que entraba a la habitación me hizo entreabrir los ojos suavemente, Jimin apareció al frente con los brazos abiertos y con esa sonrisa en su rostro que me tenía enamorada.
— ¡Tadá!
Aquella habitación estaba pintada de un verde cálido con estantes de color crema donde se encontraban muchos libros, en una mesa se encontraban hilos de tejer y materiales para lo mismo, por otro lado pude ver un escritorio y al frente de este un gran ventanal que me daba la vista a las montañas y el sereno lago, mis labios se entreabrieron por la enorme sorpresa y mi cuerpo instantáneamente se giró hacía la dirección del amor de mi vida, me acerqué y acune su rostro para luego proporcionarle pequeños besos en todo el rostro, mientras mis oídos se deleitaban con las melodiosas carcajadas que sus labios carnosos soltaban. Rodeó mi cintura con sus fuertes brazos y me cargó mientras nuestros labios se sellaban en un ósculo, no teníamos más que decir, no había más que decir, nuestro amor era infinito y sobre todo puro, éramos uno solo y la luna, las estrellas, el sol, hasta el mismo universo siempre fue testigo de ello. Y con un nuevo inicio juntos, el palpitar de nuestros corazones volvió a hacer ese sonido sincronizado particular del cual ya estábamos más que acostumbrados.
Kong~Kong~Kong
**FIN**
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HEARTBEAT
Fanfiction¿Cómo podría saberlo? Un día me despierto sintiéndome más Pero ya he alcanzado la orilla Supongo que éramos Barcos en las noches ...