Cap 12

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— Pero entonces ¿solucionaste las cosas con Jimin hyung?

— Sí, no puede olvidarse de mí nunca

— Claro, la que no lo olvida es otra

— ¿Qué insinuas?

— ¿Jimin hyung te gusta? Ya dime, no se lo diré, solo quiero saber

— Aish te golpearé, ya me voy, eres un tonto, nunca entiendes nada— soltó caminando hacia la  puerta

— si yo te gustara no sufrirías— exclamó mientras la contraria detenía su andar aún de espaldas, volteando a verlo

— Jungkook deja de bromear

—Ese es el problema que siempre piensas que bromeó— respondió serio como muy pocas veces lo hacía, viéndola fijamente

— Porque nunca hablas en serio

— No siempre— respondió rápidamente 

— ¿Hablas en serio ahora?— y mientras mantenían la mirada el silencio se hizo presente por algunos segundos, hasta que el contrario exhalo y se rindió 

— No— respondió 

— Lo sabía— soltó una pequeña risa que fue desapareciendo mientras su andar continuaba, ya que en el fondo hubiera deseado no tener la razón por esta vez. 

...

Los días pasaron y Hye se encontraba algo ansiosa, no había hablado mucho con Jimin. Está ocupado pensó pero igual no calmaba su sensación en el pecho. Lo extrañaba demasiado, extrañaba verlo, escucharlo, sentirlo. 

La rutina siguió su curso hasta que llegó el fin de semana. Y el preciado viaje de horas a Busan había llegado, debían ir temprano para tomar el tren hacia la ciudad y poder regresar sin inconvenientes. Sin embargo, Jimin no aparecía en la estación donde habían quedado verse. Lo habrá olvidado pensó, quizás está enfadado conmigo, me lo merezco, no, no ella misma calló sus pensamientos.

El humor cambió de tristeza a alegría cuando a lo lejos observó como un peligro corría hacia su dirección. 

Hye esbozó una sonrisa pero trató de disimularlo 

—Llegas tarde—soltó con fingida molestia mientras señalaba el reloj de mano que traía 

— Lo siento, ayer tuve ensayo hasta muy tarde y me quedé dormido, perdona— respondió apenado 

— Es broma, Jimin-ah, sólo jugaba, no esperé mucho— esbozó una sonrisa 

Odiaba esperar pero si se trataba de Jimin podía hacerlo 

— No volverá a ocurrir sé que no te gusta esperar 

—¿Lo recuerdas? 

— Recuerdo todo lo que se trate de ti 

Y los sonrojos aparecieron en la cálida mañana.
Abordaron el tren y en el camino conversaron diversos temas. Jimin le explicó que esta semana estuvo ocupado con los ensayos pero que estaba feliz de por fin poder verla. 

Juntos observaban el camino hacia Busan, lleno de árboles y personas cultivando hasta que llegaron a ver el mar. Mientras disfrutaban el paisaje Jimin le contaba a Hye cómo era su familia, ya que se encontraban en esa ciudad y si terminaban temprano podrían ir a visitarlos. 

Aquello puso algo nerviosa a Hye, conocer a su familia suena lindo pero a la vez un poco aterrador, tal vez les cae mal o hace alguna tontería. Pero detuvo sus pensamientos cuando Jimin tomó sus mejillas para calentarlas por el frío y todo lo negativo desapareció.

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