Una regla en los colores es que estos siempre pueden ir de la mano. Hay derivados, mezclas y demás, pero el único color que no entra en la categoría de mezcla es el celeste.
Hace ya varias semanas Hyunjin no se había despegado de Félix, había insistido tanto que consciente o inconscientemente había enamorado al pequeño Félix, las salidas, las bromas, los consuelos, era tanto para el menor que del rosa pasó a ser celeste, el amor floreciente se veía, pero, ¿solo sería reflejado por uno de los dos?
Félix estaba asustado, tan asustado por sus sentimientos, él estaba sucio, él era estúpido y tenía una vida de mierda, el mayor no querría tantos problemas en su vida y menos en una relación. O eso creía el pequeño Félix.
El mayor le había dicho que se verían a la salida y Félix se sintió tan ilusionado, que no reparó en que estaría solo luego de mucho tiempo, volviéndolo un blanco fácil. El menor lo espero sin ser consciente que sus abusadores de regla lo acechaban cuál tigre a un ciervo indefenso y esperaron el mejor momento para atacar. En el momento en que estuvo solo fuera de la escuela esperando a Hyunjin, fue tomado por la espalda por el séquito de Beomgyu y arrastrado al callejón tras su escuela.
—¿Creíste que porque ese idiota anduviera a tu alrededor te salvaría de nosotros? —Le dijo Beomgyu con altanería, viéndolo aprisionado por los brazos de sus amigos
Félix agachó la cabeza siendo rodeado por gris, pareciera que el gris jamás se va, la tristeza junto al dolor siguen y siguen apareciendo, cuando algo se tiñe de rosa viene el negro a golpearlo para ser arrastrado por el gris.
El pecoso recibió un golpe en su mejilla y luego otro, uno a su nariz, el otro a su boca, de la cual escupió sangre luego de ser aventado al suelo y recibir varias patadas. Su ojo obtuvo un leve morado, pero su pómulo no se salvó de un buen raspón, los otros chicos le hicieron un par de cortadas en sus brazos, rasgando su ropa de paso, cuando los chicos se cansaron lo dejaron allí tirado viendo como poco a poco el negro lo absorbía.
Por su lado, Hyunjin buscaba a su menor, este le dijo que lo esperaría, más no lo encontraba por ningún lado, se estaba dando por vencido cuando vio al grupo de Beomgyu reír mientras se alejaban del callejón tras la escuela, por lo que con cautela se acercó allí, lo que vio lo hizo ahogar un grito. Allí estaba el rubio en el sucio suelo del callejón, manchado de sangre que no paraba de brotar de sus brazos y su nariz.
—¡Félix! —Exclamó Hyunjin, acercándose a paso apresurado al menor, el cual lo vio avergonzado al encontrarse en esa situación —¿Estás bien pequeño? ¿Qué sucedió? —Pregunto el pelinegro tomando a Félix en brazos
—Estoy bien Hyunjin, no es algo que no haya pasado antes, yo debo, debo irme —Aseguró Félix tratando de levantarse, pero los golpes en su cabeza le pasaron factura, lentamente todo se volvió negro para él, haciéndolo caer en brazos de Hyunjin, quien lo cargo y corrió a su casa, al llegar a esta pudo ver la sorpresa en el rostro de su primo.
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¿La vida tiene colores? | hyunlix
Fanfiction¿La vida tiene colores? ¿Algo puede asegurarte eso?, muchos dicen ver los colores, pero, ¿Los han sentido alguna vez? Eso es lo que quiere descubrir el pequeño Félix. La vida ha jugado con sus emociones llevándolo a creer que la vida era de dos colo...