Café = Desesperanza

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Había pasado con suerte un mes desde que Hyunjin y él habían terminado, Félix sentía que había sido mucho más tiempo, Chan intentaba acercarse, pero el pecoso no lo permitía, sería ver a Hyunjin y no estaba listo para verlo feliz con alguien más a...

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Había pasado con suerte un mes desde que Hyunjin y él habían terminado, Félix sentía que había sido mucho más tiempo, Chan intentaba acercarse, pero el pecoso no lo permitía, sería ver a Hyunjin y no estaba listo para verlo feliz con alguien más a su lado. El hecho de haber sido cambiado de forma tan fácil era la nueva broma de la escuela, por los pasillos podía escuchar cómo se reían de él mientras pasaba por el lado, pero al menor ya no le importaba.

Había entregado lo poco que le quedaba y ahora ya no quedaba nada de lo que alguna vez fue, sus abusadores podían violarlo si querían, a él poco le importaba, nada sería una novedad, él solo quería que su cabeza se callara de una puta vez, pero nadie le daba tregua a una buena víctima, es evidente, Félix estaba llegando a su límite. Todos podían notarlo, Félix ya ni siquiera fingía sonreír, se apagó aquella luz que era él y nadie sabía cómo reaccionar ante ello.

Todo iba "normal" en su día hasta la salida donde Chan lo arrastró para hablar, suponía el menor, este no se resistió, solo se dejó hacer por el mayor. Ambos chicos terminaron en una banca en un parque no muy lejos de su escuela.

—¿Para qué me trajiste? —Preguntó Félix en voz baja

—Me evitabas, solo quería saber cómo estabas —Explicó Chan con preocupación mal disimulada en sus ojos

—No te preocupes, estoy tan bien como mi vida me deja —Dijo Félix subiendo sus hombros, el mayor iba a replicar hasta que dos presencias nuevas llegaron

—Chan... —Se escuchó como decían tras de él, era Hyunjin con Jeongin colgando de su brazo.

—¿Qué quieres? —Preguntó Chan de forma brusca, no le bastó con usarlo y engañarlo, sino que ahora se aparece como si nada, a este punto el de hoyuelos estaba tentado a darle un puñetazo a su primo.

—¿Por qué me hablas así? —Le pregunto Hyunjin frunciendo su ceño

—¿Por qué crees idiota? —Respondió Chan cruzando sus brazos, Hyunjin iba a replicar, pero Jeongin hablo antes

—Es que está con el sucio amor, por eso te habla como si lo que siente el solecito importará, ¿qué pasa tesoro? ¿No te bastaron todos los hombres que metiste en tu cama qué querías el mío? Perras como tú no tiene consideración, solo les importa sentirse llenas, mi tío te follo con todo lo que tuvo y tú seguiste adelante, desvergonzado —Dijo Jeongin dejando atónitos a los dos mayores, Félix solo se tensó, era el primo de Beomgyu mucho había tardado en abrir la boca.

Félix fue impulsivo, y le dio una cachetada al de brackets

—Cállate, ¡tú no sabes nada absolutamente nada de mí!, tú y tu primo se creen superiores, pero realmente no son más que niños caprichosos, que si tuvieran que estar en mis zapatos se suicidarían al tercer día, solo son niñatos idiotas que se creen mejores que todos por ser hijos de rectores importantes, pero si los comparan conmigo son mil veces peor —Le reprochó Félix con vehemencia para luego salir corriendo lejos de allí, él no tiene ánimos, él no quiere, él ya está harto, ¿por qué el destino le tiene cizaña? Él solo quiere estar en paz un rato.

—¡Félix espera! —Escucho como gritaban detrás de él, pero Félix solo corrió más rápido

Chan volteo molesto hacia el pequeño chico que sonreía con autosuficiencia a pesar del golpe y las palabras del pecoso

—¿Y a ti qué mierda te pasa? —Le grito Chan al chico

—A él no le hablas así Bang Chan —Dijo Hyunjin colocando a Jeongin detrás de él

—Y todavía lo defiendes —Dijo Chan con desgano —Ambos son iguales —Murmuró apretando sus puños tratando de no lanzarse a golpear a Hyunjin

—Solo era otro más Chan... —Y Hyunjin no pudo seguir hablando, pues un puñetazo de Chan lo lanzó al suelo haciendo a Jeongin ahogar un grito sorprendido

—Habla así otra vez de cualquier otra persona y yo me encargaré que acompañes a tu madre en el cementerio, te vas de mi casa Hwang Hyunjin, te acepte porque pensé que cambiarias, pero no lo hiciste, más te vale volver del hoyo de donde saliste, porque solo llegaste para joder todo —Escupió Chan con rabia, para luego salir corriendo a buscar a su menor. Él en serio quería creer que Hyunjin cambiaría, pero estaba equivocado.

Chan fue incapaz de encontrar a Félix. Porque Félix bajó la guardia y acabó en una zona que no conocía, siendo golpeado por vándalos que le quitaron todo, y estos mismos no dudaron en abusar de él.

—¡Pa-paren! Porpor fa-favor, ¡ya no me ha-hagan más daño! —Suplicaba el menor, pero los hombres poco les importó, habían escuchado del chico rubio y pecoso que estaba en renta en los barrios bajos, no dudaron en probar el manjar sin tener que pagar, uno tras otro entró en Félix, dejándolo más alejado de la realidad si es que aquello era posible.

El pecoso no sentía su de cuerpo, su propio cuerpo ya no le pertenecía, jamás lo hizo realmente.

Félix vio el café como una salida, el desánimo, decepción, desesperanza y sucumbió ante él, se rindió en la desesperanza. Ahora un aura café lo rodeaba.

Los vándalos lo dejaron allí tirado, el menor tomó lo poco que le quedaba y camino regreso a su casa, su padre no pregunto, solo lo enfundó en una ropa reveladora y abrió sus piernas, y todo comenzó otra vez. El menor estaba tan harto, tan cansado, todos los días era lo mismo, los mismos pensamientos.

Pensó en los señores Kim, en cómo sería que fueran su familia, pero ese recuerdo azul se tiñó de café, pensó en Hyunjin en cómo fue feliz con él, pero ese recuerdo rosa y celeste se tiñó de café, pensó en su madre, pero el gris se tornó café, pensó en Chan, en su insistencia, pero todo rápidamente se tornó café.

Los jadeos de esos hombres le hacían preguntar sobre sus vidas, ¿a qué punto su perversión debía llegar para estar sobre él en este momento? Ellos tenían la suerte de tener una vida normal y así lo mataban todo.

Cuando el pecoso se vio solo en aquella habitación y la noche había acabado, se abrazó a aquel viejo muñeco de felpa, por primera vez en mucho tiempo tenía miedo de su mente, solo tenía 17 años y todo a su alrededor era café, negro y gris, él estaba tan cansado.

Si tan solo...

Piensa bien las cosas pequeño Félix

Piensa bien las cosas pequeño Félix

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[  -Jiune]

¿La vida tiene colores? | hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora