¿La vida tiene colores? ¿Algo puede asegurarte eso?, muchos dicen ver los colores, pero, ¿Los han sentido alguna vez? Eso es lo que quiere descubrir el pequeño Félix.
La vida ha jugado con sus emociones llevándolo a creer que la vida era de dos colo...
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Al día siguiente Chan buscaba de forma frenética a Félix por toda la escuela, pero no estaba, todos podían notar la ausencia del chico de pecas, él jamás faltaba a la escuela, ¡Félix jamás se ausentaba! A este punto, Chan quería llorar de la frustración.
Como resultado de la pelea que había tenido con Hyunjin, su tío le pidió que se quedara con el chico hasta el fin de semana, por lo que allí estaba con el más alto siguiéndolo durante su búsqueda de aquel chico pecoso. Luego de lo de ayer, Jeongin no se había acercado por temor a que Chan lo golpeara o que Hyunjin, luego de pelear al caer en cuenta de todo, lo dejara.
Las horas escolares habían acabado cuando Chan, con Hyunjin detrás, salió corriendo en dirección a la casa de Félix; al entrar al vecindario se detuvieron en la entrada al ver a los policías que rodeaban la entrada de la casa, una señora lloraba junto a su esposo en una esquina, mientras un hombre era esposado en el patio delantero, era una escena dura de ver, pero eso no detuvo a Chan, que ignorando los gritos de Hyunjin, se acercó en búsqueda de su menor.
—¡Félix! ¡Félix! ¡¿Dónde está Félix?! —Gritaba Chan tratando de acercarse, un policía lo detuvo
—Lo siento joven, pero no puede entrar, esta es una escena del crimen —Repuso el oficial
—¿Crimen?... —Preguntó Hyunjin de forma ahogada, mientras tomaba a Chan entre sus brazos
—El joven que vivía acá fue encontrado muerto, ¿lo conocían? —Reveló el policía, pero este no obtuvo respuesta, ya que ambos chicos cayeron al suelo, Hyunjin soltó un alarido desgarrador haciendo suspirar al policía
—Él no puede estar muerto, ¡él no lo está! —Exclamó Chan sin creer lo que decían.
Pero en ese instante una camilla pasó, en donde ambos muchachos pudieron ver el cuerpo de Félix recostado sobre ella, mientras era cubierto por una sábana blanca.
Los dos rubios fueron abrazados por la pareja mayor que estaba allí antes de su llegada, estos lloraban, pero también les daban un soporte a los dos menores.
—¿Cómo...? —Balbuceaba Hyunjin entre lágrimas
—Lo encontramos nosotros, por suerte atraparon a su padre, ¿cómo lo conocieron? —Les contó la señora que tenía entre sus brazos a Hyunjin, acariciando su cabellera en busca de regresar su mente del shock
—Lo conocíamos de la escuela, era Lixie, él no puede... —Decía Chan, aún incrédulo
—Él pasaba por mucho muchacho —Le dijo el señor, mientras lo abrazaba con más fuerza, los dos mayores llevaron a los chicos a su casa sentándolos sobre su sofá sin dejar de darles consuelo.
—¿Cómo se llaman pequeños? Yo soy Kim Hyuna y él es mi esposo Hyojong —Los presentó la señora que se había negado a soltar a Hyunjin, por temor a que este cayera de forma abatida.
