• Just let it be •

Capítulo 12

"Sí, mira, no creo que tenga nada disponible en este momento". Robin le sonrió. Odiaba a Notthingham con todo en él y quería matarlo. Le quitó todo lo que amaba y casi le cuesta su esposa, sus hijos y sus negocios.

"Awww eso es una lástima Locksley, ¡tenía muchas ganas de hacer negocios legales contigo!" Él rió.

"Si me disculpas, yo también tengo que ir a casa".

“Oh, sí, tienes un nuevo bebé, ¿verdad? ¡En hora buena hombre! Tuvo que ser difícil estar lejos mientras tu esposa tenía a alguien más jugando a ser papá, ¿eh? "

Robin trató de mantener la calma pero por dentro estaba furioso. Él se acercó a su espacio, "Cuida tu boca cuando hablas de mi esposa."

“Oye, ¿eso es una amenaza para un oficial de la ley Locksley? Estoy bastante seguro de que eso viola las condiciones de tu libertad condicional ".

Robin miró a Notthingham a los ojos, "Aléjate de mí y de mi familia, sí".

"Mantén tus manos limpias y tu cara fuera de mi pared y tenemos un trato, Locksley".

Robin se alejó de un Notthingham riendo, furioso y no miró hacia atrás. Keith no tenía que preocuparse de que no planeara retroceder, pero no por la ley o la policía, era por Regina, por sus hijos.

Se tomó un minuto para calmarse antes de llamar a Regina, no quería que ella se preocupara. Condujo a la escuela de las niñas para recogerlas porque sabía que su esposa todavía estaba en el hospital con Roland.

"Hola"

"¿Sigues con Roland?"

“Sí, hoy está repleto de estudios. El médico dijo que solo un par de semanas más y que debería poder regresar a casa ".

"Bueno, tu mamá se quedará con las gemelas esta noche, así que estaba pensando que podríamos salir".

Ella vaciló por un momento.

"Regina."

"Todavía estoy aquí. Esta noche me iba a quedar con el bebé. No quiero perderme nada ".

“Él estará bien, Cariño. Estamos atrasados por un tiempo a solas y tenemos que hablar".

Regina tragó sintiendo como si una piedra estuviera atorada en su garganta.

Él va a dejarme. Finalmente va a terminar nuestro matrimonio de una vez.

"Está bien".

“Muy bien, voy a recoger a las chicas y llevarlas con tus mamá. Estaré en casa a las 5. "

"Está bien, terminaré aquí".

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Llegó a casa después de Robin y él estaba en la ducha, a juzgar por el sonido del agua que se oía a través de la puerta del baño cuando entró en su habitación.

Se sentó en la silla junto a la ventana cerca de su tocador esperando a que él terminara.

Cuando escuchó que la ducha se apagaba, todo su cuerpo se tensó.

Robin salió de la ducha y ella lo miró.

"Hola."

"Regina".

Ella se aclaró la garganta, “Lo que sea que tengas que decirme, puedes decirlo ahora, sabés que puedo manejarlo. No tienes que hacer todo esto de llevarme a cenar para decepcionarme fácilmente. Sé que la cagué, así que entiendo si ya no quieres estar casado conmigo, entiendo si quieres divorciarte ". Sus últimas palabras dejaron sus labios, así como su voluntad a no soltar lágrimas.