Humildad

955 130 4
                                    

Draco contemplaba las obras del Centro Spurgeon de Rehabilitación para Víctimas. Harry le abrazó por la cintura, estrechándolo contra su pecho. Draco cerró los ojos, disfrutando el beso que recibió en la mejilla.

—No sabía que estabas aquí.

—Quería verlo —sonrió, avergonzado—. Sé que dije que no quería que nadie se enterase, pero...

—Es normal, Draco. Esto es obra tuya.

—A veces temo que no sea suficiente. De hacerlo por mi orgullo —admitió.

—No seas modesto —le interrumpió Harry—. Eres el mejor Draco que podías llegar a ser.

—¿Tú crees?

—No. Lo sé.

—Te quiero, Harry.

—Y yo a ti.

Las siete virtudes de DracoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora