El servidor publico llevó al pie de la letra lo acordado; Entregó a Juan Peterson el pequeño diario y le dijo que necesitaba una respuesta para Carla.
La mañana siguiente, Carla fue citada para tomar un café y recibir la carta-respuesta de Juan.
-Estas muy guapa el día de hoy señora.
-Muchas gracias.- Carla intentaba sonreír lo mas casualmente posible, estaba ansiosa por saber los resultados.- Pídeme un capuchino. Mientras...... ¿Podría leer la carta de Juan?
-Claro esta. -El agente no quería entrar en ese tema tan pronto.- Solo que hay un detalle muy importante. Juan Peterson escapó, o mas bien dicho, desapareció. La carta que traigo con migo, es una evidencia que robé. Fue lo único que se encontró en esa mazmorra.- Dice mientras estira la mano para entregarle el pequeño diario.
-¿Usted ha leído esto?
-No, prefería hacerlo junto a usted.
Carla abrió el pequeño diario:
He llevado a cabo paso por paso, teniendo cuidado de los procedimientos para cerrar aquella puerta abierta. Sufro de sensaciones extrañas, no se si se deban a la liberación o gracias a la gran energía que esto supondría. Quizá se deba a la fuerte madrina que me dieron los carceleros, no estoy seguro. Me siento por momentos mas ligero, luego mas pesado, siento vértigo, mi respiración y los latidos de mi pecho no los detecto. No quería escribir esta carta, pero las imágenes que saltan a mi visión amerítan ser descritas. Estoy partido en dos, estoy aqui y estoy allá; es un especie de paraíso, parece un lugar desolado. No puedo distinguir si las plantas son animales con un gran camuflaje. El lodo no parece lodo, es como grandes grupos de gusanos diminutos que se agrupan al fondo del follaje. Las rocas se mueven con ligeros contoneos, no se si sean insectos o asquerosos caracoles. Las hojas de los árboles parecen manos humanas antropoides; me aterra la idea de pasar cerca, no quiero sentir que me acarician. Avanzo sobre un sendero aparentemente libre de extrañas formas de vida. Camino y cada vez escucho de manera mas definida, voces o cánticos. Seguramente detrás de esa meseta, están quienes hacen aquéllos sonidos; no suenan como de gargantas humanas. Intento regresar pero el sendero ha desaparecido tras los movimientos continuos de la maleza. ¡Me están empujando hacia esas cosas, de las cuales escucho un lenguaje desconocido de gargantas posiblemente mucho mas grandes que las que puedo distinguir en el reino animal!
He descubierto que si abro los ojos y miro hacía la luz, las imágenes infernales de aquél lugar desaparecen. Desafortunadamente solo tengo una pequeña ventila por donde entra la escasa luz del ocaso. Solo tengo unos solos minutos antes de que la obscuridad sea total. Y aquel mundo me trague.
Poco a poco me cuesta cada vez mas recordar quien soy y que hago aquí. Algo devora mis recuerdos, devora mi historia. Mis ojos ya no son capaces de ver las inmundas paredes del hoyo donde me metieron. Ese mundo tan fascinante como aterrador, absorbe mi percepción, aquí soy otro. ¡Parece que han notado mi presencia! se están acercando. No tengo por donde huir, estoy a punto de verlos
A partir de aquí, el poco texto que quedaba era ilegible.
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El sanatorio
HorrorUn joven estudiante de artes de la comunicacion, pasa de ser un sipmple periodista a un investigador. Su unica mision es descubrir si el crimen fué un acto ritual o si realmente se abrió una puerta al infierno.