𝘾𝙍𝙐𝙎𝙃 ♡ 𝙔𝙖𝙣𝙜 𝙅𝙪𝙣𝙜𝙒𝙤𝙣

≡ ˖ ⋆໋ O2 ⁺◦

Mientras que Jungwon jugaba fútbol con sus amigos, Haeri conversaba animadamente con sus amigas, bueno, más bien sus dos amigas hablaban entre ellas sobre chicos.

—¿Has visto a Haruto? —le preguntó Minseo a Wooyoung.

—¡Sí! —respondió la chica muy entusiasmada.— Esta más guapo.

—Ayer me saludó. —las dos chillaron como fangirl dejándole un pitido en el oído a Haeri la cual solo rodó los ojos.

Las tres chicas se encontraban sentadas en la primera fila de las gradas, justo al lado de donde los chicos practicaban fútbol. 

—¡Hey! ¿¡Qué tanto miras!? ¡Concentrate en el juego!

Los gritos de Jeongwoo hicieron que Jungwon dejara de ver a Haeri quien estaba muy distraída haciendo algo en su cuaderno.

—Ya, ya, sólo me distraje un momento, no es para tanto Woo. 

—Sí, claro. —el chico miró en la misma dirección que Yang lo hacía hace pocos segundos, ideó una pequeña broma para su amigo. 

Se paró de espalda a las chicas, claro, a unos metros de ellas. Le pidió a Jungwon que se colocara frente a él a una gran distancia y posteriormente le dijo que lanzara el balón con su pie.

Jeongwoo se hizo a un lado cuando la pelota estuvo cerca de él, causando que el -no tan fuerte- impacto lo recibiera Haeri.

—No me agradezcas. —le guiñó un ojo al pelinegro mientras este abría sus ojos con asombro

Jungwon corrió preocupado hasta donde se encontraba Haeri con la pelota en sus manos. 

—¿Estás bien? —se agachó quedando un poco más bajo que la chica.— ¿El balón te golpeó muy fuerte o algo?

La menor negó con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Sólo rodó hasta tocar mi pie. No te preocupes.

—Que bien. —si algo le pasaba a su “crush” el culpable de la “broma” lo pagaría.— Oye, ¿me esperas a la hora de la salida? Ya sabes para ir a tu casa a hacer el trabajo.

—Sí, no hay problema.

—Hasta luego entonces. —estiró sus labios en una sonrisa de despedida la cual fue correspondida por Haeri y volvió con sus amigos quienes lo miraban con los ojos entrecerrados y una extraña expresión. —Jeong-

El chico lo interrumpió.
—Ya sé, ya sé. “Mi lis piguiris mi mi mi”

(...)

Un agitado Jungwon salió de la escuela, logró ver a una particular chica sentada en un banco con un cuaderno en sus manos.
Corrió hasta donde se encontraba y al estar de pie frente a ella dobló un poco sus piernas y pusó sus manos sobre sus rodillas, intentando recuperar algo de aire.

—Lo si-siento por hacert-te esp-perar. —hablaba entrecortadamente a causa de que atravesó corriendo el campo de fútbol de la escuela -para nada pequeño- y luego corrió por los largos y vacíos pasillos del colegio para poder ir a casa de la chica, junto a ella claro esta.

Haeri cerró su cuaderno y lo gurdó en su mochila para luego ponerse de pie con una reluciente sonrisa en sus labios, como era de esperar.

—No te preocupes. Estaba bastante entretenida. 

Por fin Jungwon logró pararse correctamente, sintiéndose menos agitado que hace unos momentos.

Una rafaga de viento hizo acto de precencia en donde se encontraban haciendo que el largo cabello de la chica casi volara.

Una imagen verdaderamente hermosa a los ojos del chico, lo sintió como si hubiera sido en cámara lenta. "Así como en los dramas” pensó. Pero esto no era un drama, era la vida real y él agradecía poder presenciar esos pequeños momentos que parecen inútiles a los ojos de los demás pero para él era como su canción favorita, aunque la hayas escuchado miles de veces siempre te sentirás bien escuchándola una vez más.

—¿Vamos? —preguntó Haeri peinando a ciegas su cabello. Jungwon asintío y comenzaron a caminar hacia la casa de la chica y en menos de quince minutos ya habian llegado.

No le extrañó que su casa fuera bastante hermosa y grande. El trabajo de su padre daba buenos frutos y al parecer el señor Park quería que s familia viviese bien.

—Ven, pasa. 

Haeri se hizo a un lado para dejar pasar a Yang, él, muy timidamente inclinó su cuerpo haciendo una reverencia de menos de 90 grados por respeto a la casa agena.

—Ri-ah ya llegas- —la chica que hablaba desde la escalera se detuvo al ver a un chico desconocido en la casa.— Hola.

—Hola Soyoung, el es Jungwon, Jungwon ella es Soyoung.

Ambos se hicieron una reverencia dando por cerrada la presentación.

—Haemi ya terminó de hacer sus tareas y está durmiendo.

—Muchas gracias So. ¿Ya te vas?

—Sí, debo llegar temprano a casa.

—Hasta luego. —ambas se dieron un abrazo y Soyoung se marchó rápidamente de la casa.

Haeri caminó hasta la sala siendo seguida de Jungwon que tenía su vista en el suelo. Le indicó que se sentara en uno de los sofás individuales mientras ella iba a la cocina por algo para tomar.

—Espero que le guste el jugo de manzana. —se dijo a si misma.

(...)

—¿Sobre que iba el trabajo? 

Después de un rato conversando para “romper el hielo” se decidieron comenzar a hacer el trabajo, acomodándose en el suelo y con lápices y hojas sobre la mesa de café.

—Hmm. —la chica abrió la libreta que se encontraba sobre la mesa y al instante lo encontro.— Sobre las relaciones amorosas—dijo mirando a su compañero.

—Ah. —él, un poco sonrojado bajo la cabeza.

—¿Recuerdas que la profesora dividió el trabajo? —Jungwon asintió sin saber de lo que la chica hablaba puesto que él en ese momento no prestaba su completa atención.— Pues a nosotros nos tocó el comienzo, cuando dos personas se conocen y como poco a poco uno o ambos va sintiendo cosas por el otro.

“Gracias profesora” pensó Jungwon con gran sarcasmo.