Jungwon experimenta por primera vez esa sensación de falta de aire y abundantes nervios causadas por una sola persona que hace su mundo quedar de cabeza.
-¡A Jungwon le gusta Haeri!
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Inicio: 24/7/2021
Final: 17/5/2022
Inicio de la Edi...
Por un momento Jungwon pensó que la chica estaba jugando o simplemente lo dijo para no quedar mal con él, o quizas por simple lástima. Pero al ver sus ojos supo que lo que había dicho era cierto.
Esperaron a que todas las clases terminaran y fuera hora de salida. Yang le había preguntado a Haeri si tenía la tarde libre a lo que ella dijo que sí.
Quería pasar tiempo con ella. Sí, ya habían pasado tiempo juntos pero solo por un trabajo, esta vez él quería estar con ella como amigos, o algo más.
La chica llamó a su casa pidiendo que por favor no la fueran a buscar a la escuela, dijo que iría a casa de una amiga a estudiar.
Salieron de la escuela y fueron a un parque que Jungwon había leído era un lugar ideal para un paseo con tu pareja, aunque en su caso, él paseaba con la chica que lo traía loco.
Llevaban varios minutos en el parque, Haeri estaba encantada con la tonalidad anaranjada de las ojas de los árboles. Que la chica estuviese embobada con el paisaje no significaba que ambos estaban en silencio. Se encontraban hablando sobre cosas vergonzosas que alguna vez hicieron, sí, gran tema para -si se le puede llamar así- la primera cita.
Un niño de unos siete años llegó hasta donde estaban por lo que pararon de caminar. Haeri se agachó hasta quedar a la altura del pequeño y le dedicó una sonrisa que sonrojó tanto al niño como Yang.
Es tan hermosa. Pensó
—Hyung —el niño miró a Jungwon con el ceño fruncido y este se acercó al pequeño. —usted tiene una novia muy bonita, cuidela. —las manos de el niño que estaban en su espalda pasaron a estar al frente y le entregó una flor a Haeri.
Después de eso se fue corriendo y dejó a los dos jovenes sin mucho que decir y muertos de la pena.
—¿Quieres algodón de azúcar? —cuestionó un nervioso Jungwon.
Haeri asintió y ambos se dirigieron al lugar donde Yang recordaba que vendían el dulce.
Ahora Park se encontraba feliz con su algodón de azúcar azul. —¿Quieres? —el chico negó.
Jungwon la veía y sonreía, parecía una niña pequeña. Pasó un rato observándola y no pudo evitar preguntar: —¿Te puedo tomar una foto?
Haeri abrió un poco sus ojos sorprendida por lo que Yang había preguntado, aún así asintió.
El chico sacó su celular del bolsillo trasero del pantalón y abrió la cámara y enfocó a Haeri quien sostenía el palo del algodón de azúcar con sus dos manos y sinreía levemente. Se escuchó el sonido que indicaba que la foto había sido tomada.
—Deberíamos tomarnos una selfie. —dijo la chica.
Jungwon asintió y cambió la camara. Buscó el ángulo ideal para tomar la foto y no fueron ni una, ni dos, ni tres. Se tomaron al rededor de veinte fotos, por el simple hecho de que en algunas quedaban con los ojos cerrados o caras graciosas y tenían que repetirlas, luego salian muertos de la risa, quizas una o dos fotos hayan quedado bien.
—Ya se esta haciendo tarde, sera mejor que te lleve a casa.
La chica asintió un poco triste, quería pasar más tiempo con Yang, pero teniendo en cuenta que le mintió a sus padres diciendo que iría a casa de una amiga a estudiar debía de llegar temprano, al fin y al cabo ella y Jungwon tenían más oportunidades de salir después de la escuela o algún fin de semana. Le gustaría proponer ideas pero su vergüenza le ganaba.
Caminaron por el parque viendo a niños con su familia regresando a casa, al igual que personas de su edad y más ancianos. Ese parque además de ser bastante grande y bonito también era muy tranquilo, podrías pasar horas y horas ahí sin darte cuenta.
Jungwon vio a una pareja que debía de tener su edad, la chica miraba con gran admiración al chico de sudadera naranja a su lado.
Entiendo como te sientes, amiga. Pensó mirando a la pareja.
Miró a Haeri quien tenía su vista al frente, Park se había dado cuenta de la mirada de Jungwon por lo que estaba un poco nerviosa y sus manos comenzaban a sudar un poco.
Por suerte en poco tiempo llegaron a la parada de autobuses esperando uno que los dejara cerca de la casa de Haeri. Ambos jóvenes evitaron dacir alguna palabra, no era un silencio incómodo, simplemente estaban bien así.
El autobus no tardó mucho en llegar y ambos montaron, por desgracia todos los asientos estaban ocupados, aún así no estaba completamente lleno.
Se aseguraron de aguantarse bien de las varas de arriba para que no hubieran accidentes y alguno de los dos acabe en el piso, bueno, sucede que el autobus frenó de imprevisto, haciendo que Haeri -que no tenía mucha experiencia con estos medios de transporte- casi callera al piso si no fuera porque Yang la tomó del brazo evitando un fuerte golpe pero causando un gran sonrojo en ambos ya que por suerte o por desgracia habían quedado demasiado cerca, tan cerca que si el autobus volvía a frenar ellos acabarían besándose.
La chica se alejó un poco y se disculpó con el chico que todavía estaba sin palabras.
Unos minutos después se bajaron en la parada cerca de casa de la chica y ella le dijo a Jungwon que podía seguir sola pero este no le hizo caso, ya era de noche por lo que no correría del riesgo de que a su chica le pasase algo.
—No sé si fue lo que esperabas pero espero que la hayas pasado bien. —pararon de caminar cuando ambos se encontraban frente a casa de la chica.
—No fue lo que esperaba, fue aún mejor, la pasé muy bien y espero que tu también, me gustaría repetir la salida de hoy.
Jungwon asintió y levantó su mano despidiéndose de Haeri, pero esta hizo caso omiso y se acercó a dejar un beso en su mejilla.
—Nos vemos mañana. —dijo Haeri y cruzó la calle.
Mientras que Yang se había dado la vuelta y comenzado a caminar en dirección a su casa con el corazón latiendo desenfrenadamente, todo por culpa de Park Haeri.
Me pareció gracioso incluir a un personaje de otra mis historias. Me di cuenta cuando describía el parque mtdiewpf Enfin, el chico de sudadera naranja es Heeseung ;)
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