𝘾𝙍𝙐𝙎𝙃 ♡ 𝙔𝙖𝙣𝙜 𝙅𝙪𝙣𝙜𝙒𝙤𝙣

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¿Qué tal les fue con el adelanto del trabajo?

Pues no hicieron mucho ya que la madre de Haeri había aparecido y rápidamente comenzo a preguntarle a su hija muy entusiasmada quien era su acompañante y pues luego de toda la explicación la señora Park los ayudó un poco y después comenzó a hablar animadamente con Yang.

—Lo siento por el comportamiento de mi madre ayer. 

Jungwon no se había dado cuenta en que momento la chica entró al salón y ya estaba parada frente a el.

—No te preocupes. —le dedicó una sincera sonrisa haciendo que sus ojos se cerrasen.—Ella es muy agradable.

—Que bueno que no te molestó. —la chica se tomó el atrevimiento de sentarse junto a Yang causando que este se pusiera nervioso al instante, pero claro, ella ni siquiera lo notó. —Pienso que deberíamos de continuar con el trabajo en la biblioteca, después de clases. —la miró por el rabillo del ojo viendo como estaba un poco echada hacia delante con los codos apoyados en la mesa y su rostro sobre las palmas de sus manos.

—Me parece bien.

(...)

Esta vez quien llegó un poco retrasada fue Haeri.

Como ya eran pasadas las cuatro de la tarde la biblioteca de la escuela se encontraba casi vacía, solo estaba la bibliotecaria y una chica en una mesa pegada a la ventana.

Park buscó a Jungwon con la mirada y no fue difícil dar con él, se encontraba sentado en una mesa de las que quedaban en el centro, al parecer hacía sus tareas o algo así.

—Perdón la demora. El profesor de historia me llamó para darle un repaso a un chico del equipo de baloncesto. —habló en un tono bajo para no acabar con la paz del lugar.

Se sentó frente al chico y dejó su mochila sobre la mesa, la abrió y saco algunas cosas que necesitarían.

Jungwon por su parte le dedicó una gran sonrisa haciéndolo ver muy adorable, claro, Haeri no lo vio por estar buscando cosas en su mochila.

—¿Cómo podemos comenzar?
—preguntó Yang.

—No lo sé. —Haeri comenzó a mirar a los lados, aunque pareciera todo lo contrario a ella le resultaba más fácil concentrarse de esa manera. —Sé que puede parecer un poco entrometido pero ¿alguna vez te has enamorado?

Jungwon abrió los ojos sorprendido por la pregunta de la chica, aunque sabía que era para hacer el trabajo no pudo evitar sonrojarse cosa que Haeri notó.

—Disculpa si te resulta incóm- —fue interrumpida.

—No pasa nada, tranquila. —hubo un pequeño silencio por unos segundos en los cuales Yang preparaba mentalmente lo que diría. —Hay una chica que me gusta mucho, es muy bonita y amable con todos, tímida pero a la vez muy sociable, —suspiró. — es tan perfecta. Hace unos meses acepté mis sentimientos luego de casi dos años observándola, es increíble.

Su cabeza aún no prosesaba lo que había confesado, podría decirse que fue indirectamente una confesión ¿verdad? 

—Que lindo suena, quisiera tener alguien que me viera con los mismos ojos que tu ves a esa chica. —hizo un puchero mirando al suelo a un lado suyo. —Que suerte tiene esa chica.

Si supieras que la chica de la que hablo eres tú. Quizás todo sería más fácil, o quien sabe, más complicado. Pensó Jungwon soltando un leve suspiro.

—¿Y tú? —cuestionó con una sonrisa, queriendo saber si ya alguien le robaba los suspiros.

—¿Yo? —se señaló a si misma con su dedo índice. Yang asintió. —No me gusta nadie, en realidad nunca he sentido esa clase de sentimientos por una persona y no creo estar lista para eso.

Por una parte Jungwon se sintió ¿cómo decirlo? ¿aliviado? al saber que a Haeri nunca le había gustado alguien y eso de alguna manera creó una minúscula esperanza dentro de su flechado corazón y por otra parte no sabía como reaccionar a lo ultimó dicho por la chica, quizas eso se llevó una pequeña parte de sus esperanzas, pero aún así, él no se daría por vencido e intentaría hacerle saber a Haeri de sus sentimientos y sería genial que ella los correspondiese aunque eso lo veía muy borroso en un futuro muy lejano.