Enamorada Del Verdulero~ (Roberto Y Tu)

Merienda...

Con los ojos llorosos trate de ponerle la mejor onda y actuar como si no pasara nada, no podía pelearme con Bobby por algo que un chico que apenas conocía me dijo. Si quería discutir con él necesitaba pruebas, no podía acusarlo de algo que ni siquiera sabía si era real así que me límite a calmarme y tratar de disfrutar el momento, después de todo yo amo a Bobby y no quería pelearme con el.

Mientras terminaba de poner la pava escuché como una moto paraba en la puerta seguido de dos bocinazos, era él. Fui hasta la puerta tratando de poner mí mejor cara y la abrí encontrándome con Bobby quien tenía el casco sobre su cabeza y sonreía mientras tenía una bolsa con lo que parecían facturas. No pude evitar derretirme, estaba muy embobada como para acordarme lo que me habían dicho minutos atrás.

Sin pensarlo lo tome de la cara y le di un beso el cual el siguió.

- Fua si sabía que tenías tanta hambre venía antes - dijo en forma de chiste, yo me mordí el labio y sonreí.
- Dale pasa que se va a hervir el agua - dije mientras le daba paso.

El se dirigió a la cocina y dejo el paquete en la mesa, saco un plato de la alacena y abrió el paquete para servir las facturas, yo solo lo mire a ver si se daba cuenta que nunca se había sacado el casco. El siguió preparando el mate, acomodando todo lo que iba usando y se sentó en la mesa.

- No vas a comer amor? - dijo y le dio una mordida a un cañón, llenándose la boca de azúcar impalpable.

Yo me reí y fui directo hacia el, le saque el casco y fue ahí cuando el se dio cuenta y se empezó a reír.

- En donde tendrás la cabeza - dije y el se reía.
- Eso me pasa porque estoy tan enamorado que me pongo tonto - dijo mientras le daba otro mordisco a la factura.
- Ay dios Bobby cállate un poco - le dije riendo, aunque por dentro me moría de amor.
- Que uno no puede estar enamorado ahora loco - dijo mientras sonreía
- Que tipo chamuyero sos, de verdad yo no sé cómo te cree la gente - dije y el río mientras se acercaba a darme un beso el cual acepté.
- Estás lleno de azúcar impalpable Bobby limpiate - le dije al ver qué el azúcar estaba por toda su cara, incluida una de sus cejas.
- Uh bueno perdón me olvidé que estaba merendando con la Reina de Inglaterra loco - dijo mientras yo cebaba un mate.
- Dios amigo limpiate nomás, de onda te lo digo - dije y le tiré un repasador en la cara.
- Uhhhh vos querés que nos agarremos no ? - dijo pícaro, yo sabía que lo estaba provocando y a él le encantaba.
- Para que si se que voy a ganar yo, nunca te la bancas - dije desafiandolo
- Querés ver cómo no me la banco?- dijo levantando las cejas, lo tenía justo donde quería.
- Mostrame - le dije y antes de poder reaccionar Bobby me había agarrado y alzado, corrió hasta el sillón y me dejó caer en este para tirarse encima mío y tomar mis dos brazos con una sola mano.

- Y ahora? - dijo sabiendo que tenía vía libre, yo sabía que no iba a ganar pero honestamente no quería hacerlo.
Bobby se acercó a mí cuello y empezó a respirar sobre éste causandome cosquillas.
- Dale a ver cómo te soltas - decía mientras usaba su mano libre para hacerme cosquillas en el abdomen. Entre risas y súplicas Bobby me daba algún que otro beso hasta que paró.
- Te amo - dijo mientras me miraba a los ojos, su mirada siempre me desconectaba, sus ojos eran tan azules como el cielo en un día de verano, no había visto ojos tan lindos en toda mí vida y me sentía tan feliz de que esos ojos me miraran de esa forma.
- Yo también te amo y mucho - le respondí. El solo beso mí frente y nos quedamos así por un tiempo.

- Se nos va a enfriar el mate - dije y el río.
- Si mal y yo quiero comer facturas así que vamos - dijo y se levanto.

Merendamos entre conversación y conversación, me contó de su día en el trabajo, de cómo se enojaron con uno de sus proveedores había entregado mucha de la mercadería podrida y de cómo tuvo que discutir con señoras si las paltas estaban o no para comer, en el medio llego mí mamá quien se sentó con nosotros y tomo unos mates mientras nos contaba lo estresante de su día y las cosas positivas de este también.

Luego de un rato Bobby se despidió sin antes avisar que iba a volver a la noche como lo planeado y se fue a su casa. Cerré la puerta y pensé que quizás esta noche podía aprovechar y preguntarle a las chicas sobre Sofía y lo que había pasado, quizás ellas podían comentarme algo, como terminaron las cosas o si ella seguía cerca de él. Decidí ir a bañarme para despejar un poco mientras mí mamá empezaba a cocinar.