Mí día empezó como cualquier otro, me levanté después de que mí mamá pusiera música alta para limpiar la casa y me puso de mal humor ya que no me dejaba dormir. Mientras elegía que ropa linyera iba a usar mí mamá entro a la habitación y me dijo que tenía que hacer las compras.
-Lily tenés que levantarte no podes dormir todo el día!!- gritaba mí mamá ya que la música estaba muy alta - Un día que puedo dormir y vos me despertas así? No tenía ganas de despertarme escuchando Ricardo Arjona mama pero gracias.- dije mientras le daba la espalda y buscaba la ropa en mí cómoda - Necesito que hagas unas compras así que ya te cambias y bajas - dijo de mala manera y cerraba la puerta con fuerza. Sabía que la había molestado con mí comentario pero honestamente no me importa, sentía rabia por la forma en la que mí día había empezado y no pensaba con claridad mis palabras. Me puse un pantalón a cuadros y una remera manga corta de los stones roses con mis nike negras, entre al baño y me lave los dientes, me peine e hice pichi y baje a ver qué era lo que necesitaba comprar.
- Ma, me decís que compro?- le dije de buena manera ya que no quería pelear con ella aunque siguiera molesta. Enseguida ella cambió la cara y se acercó hacia mí cantando señora de las cuatro décadas como si fuese el mismísimo Ricardo Arjona y no pude evitar reírme ya que usaba la escoba como micrófono y tenía una remera gigante que pertenecía a mí papá y unos shorts manchados.
- Dale ma que necesitas que compre - le dije entre risas - Aaah viste que pude cambiarte el humor ?- dijo mientras me agarraba las manos - No se, que querés comer hija? - me preguntaba mientras tocaba mí pelo - No se ma...te parece unas hamburguesas con tomate y lechuga?- dije - Ay si dale! Algo rápido y fácil así después me ayudas a limpiar el resto de la casa - dijo feliz. Yo cambio no lo estaba y no era por tener que limpiar, sino porque íbamos a vender la casa y necesitábamos limpiarla para que la gente venga a verla, yo no quería mudarme ya que era la casa en donde había crecido y le tenía mucho cariño. En fin, agarre la plata que mí mama dejo sobre la mesa y fui al supermercado a comprar las cosas para las hamburguesas y después fui a la verdulería cuando lo vi a el, tenía un delantal rojo y pantalón deportivo, era primavera y el tenía campera a lo cual se quejo diciendo - Alto calor wacho no se que flashee viniendo así hoy - nadie le contesto aunque se escucharon carcajadas desde adentro cuando fue mí turno de pedir.
- Buen día flaquita que andas buscando? - me preguntó mientras se ponía la lapicera en la oreja, tenia un mullet muy parejo aunque el pelo estaba sucio y tenía una "barba" entre comillas porque apenas eran tres pelos, sus ojos eran de un color celeste claro y como el sol le daba de frente achinaba los ojos todo el tiempo.
- Amiga vas a pedir algo? - me dijo al ver qué no le respondí - Sisi perdón, me distraje jaja - dije nerviosa rezando para no se de cuenta que estaba admirandolo - Quiero tres tomates redondos y una lechuga mantecosa- le dije tratando de no trabarme mientras hablaba - Dale reina - dijo mientras entraba al local a buscar una bolsa y ponía los vegetales en ella - Algo más reina? - dijo mientras anotaba en un papel lo que supongo yo eran los precios de los productos que le había pedido - No, nada mas, gracias - le dije mientras me acercaba a agarrar la bolsa y darle la plata para poder pagar - Gracia' - dijo y me despedí, mientras volvía a casa solo pensaba en su forma de mirar y de hablar, era muy lindo pero muy de calle y mí mamá nunca lo aprobaría aunque no me interesaba lo que mí mama piense, en ese momento solo quería saber de el, como se llamaba, que hacía en su tiempo libre, quienes eran sus amigos o su familia y todo ese tipo de cosas. Cuando llegue a casa ya no se oía música pero vi a mí mamá cortando unas papas para hacer fritas y comencé a sacar las cosas de las bolsas y cocinar a la par de ella cuando en la bolsa de las verduras había un papel con la cuenta pero además estaba escrito " sos re linda wacha, te dejo mí número si te pinta hacer algo 1589842677 Roberto" enseguida busque mi teléfono y agende el número, su foto de whatsapp era la siguiente
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Y en su estado ponía "sin flow sin base pero en tu barrio yo doy clase" realmente no sabía que pensar, como un chico de esa clase se podría fijar en alguien como yo que era de un mundo diferente. En fin, decidí que iba a escribirle más tarde ya que tenía que pensar en que decirle, después de todo apenas habíamos hablado y lo único que hice frente a el fue pasar vergüenza mirándolo fijo todo el tiempo. Fui hacia la cocina y prepare el almuerzo con mí mamá y luego almorzamos en el living mientras mirábamos televisión y charlabamos sobre distintos temas, el día paso rápido y no tuve tiempo de estar con el teléfono así que ya de noche y luego de una larga ducha me senté en mí cama a pensar que podía escribirle a Roberto quién por cierto había agendado como Bobby ya que me parecía más adecuado a su edad. Comencé por escribirle con un "hola, cómo estás?" pero no sentía que esas fuesen las palabras adecuadas así que opte por mandarle un "que onda?" sonaba más canchero y más de nuestra edad ndea. En fin, lo envíe y dejé el teléfono a un lado mientras me secaba el pelo y ponía el pijama, no quería ver si me había contestado o dejado en visto, me daba mucha vergüenza pero al mismo tiempo quería saber si el me había hablado o no. Me acosté y prendí la tele para ver mí serie favorita mientras miraba mí teléfono que estaba en la cómoda, pensaba en que tenía que agarrarlo en algún momento pero no sabía si realmente quería hacerlo hasta que tome fuerzas luego de unos minutos y lo agarre, no había nada, solo notificaciones del grupo de estudio de la facultad y algunos mensajes de mis amigas, me sentí tonta porque pensaba que quizás iba a contestar. Ya desilusionada por lo ocurrido apague el televisor y me puse a escuchar musica con los auriculares en plena oscuridad, pensaba en que se me había pasado por la cabeza cuando decidí hablarle y si el en realidad había bromeado o no conmigo, quizás había sido todo un juego estupido en el que había caído y para ese momento el estaba entre carcajadas con sus amigos descansandome. Entre pensamiento y pensamiento me quedé dormida con los auricular y la música andando, me encantaba dormirme escuchando música aunque no tuviese sentido porque al estar dormida no escuchaba nada pero era algo placentero cerrar los ojos con la voz de Julián Casablancas en mis oídos.
