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Me pregunto si esta bien lo que estaba llevando a cabo. Apenas estaba ocultandose el sol, lo podia ver por la ventanilla del taxi en el que estaba yendo hasta un bar. Estaba demasiado nerviosa. Hacia unas semanas, el que para en ese entonces pensaba que era mi padre, me habia revelado la verdad sobre mi padre biologico. Todo esto despues de que yo descubriera una vieja caja, la cual era de mi madre, que contenia varias cartas en su interior, dos de ellas eran hablando sobre mi padre y los lugares en donde podria hallarlo.
Debido a que mi madre fallecio cuando yo tenia tan solo 6 años, papá y yo nos volvimos muy unidos. Tal vez por eso fue que me enoje tanto con el por haberme ocultado una noticia tan delicada como esa.
En fin, ahora por sobre todas las cosas en mi mente solo reinaba mi voz, diciendo una y mil veces aquel nombre que menciono mi mamá en la carta. Barney Ross. Me preguntaba como seria, a que se dedicaba, si estaria vivo, se alegraria con saber que tenia una hija? Todas esas dudas tambien reinaban en mi. Cuando menos me di cuenta ya estabamos en el ultimo lugar que me quedaba por averiguar si alguien sabia del paradero de Barney Ross. Era el bar que mencione anteriormente. Habia ido a otros sitios con anterioridad, pero nadie supo decirme nada sobre el. Ahora solo esperaba que alguien de aqui al menos lo conociera.
Si hacia esto, fue por que era una de las voluntades de mi madre. Queria por lo menos hacer eso por ella.
Pague el taxi y me baje. Se notaba por fuera que habia mucha gente en el interior, no acostumbraba ir a sitios como este. Digamos que mi padre era un hombre con muchisimo dinero, bueno quien crei que era mi padre. Aún asi creo que siempre lo considerare mi papá, el fue quien me crio y me enseño todo lo que se.
Respire profundo y entre por unas puertas de madera que se abrian hacia ambos lados. Habia mesas en las que habia personas reunidas, en su mayoria hombres. Me acerque hasta la barra, para ver si podia hablar con alguien que conociera a Barney, de paso tambien pedir algo para tomar, el viaje me habia dado sed.
- Que te sirvo? - una mujer como de unos cincuenta años se acerco hasta mi preguntandome casi sin ganas. Sin dudas creo que esta era la tipica cantinera.
- Hola, una bebida sin alcohol estaria bien - ella solo asintio y busco algo en uno de los congeladores que habia a la izquierda.
- Aqui esta... - puso sobre la barra una bebida - no eres de por aqui, no es asi querida? - levante mi cabeza y la mire sorprendida ante lo que dijo.
- Asi es, como lo sabe?
- Empezando por que ninguna mujer viene sola a este bar... - eso no me llamo tanto la atencion, lo pude notar apenas ingrese. Cuando iba a agregar algo mas se vio interrumpida por unos tipos que gritaban muy groseramente por que les sirvieran mas cerveza - disculpame, aquellos buenos para nada no se atenderan solos - yo solo asenti y ella sin mas fue a atenderlos.
Mientras tanto observaba un poco todo el interior del bar. Empezaba a creer que jamas encontraria al tal Barney. Cuando un hombre se acerco a la barra hacia mi derecha, justo al lado mio. Tenia una pequeña cubeta en su mano, tal vez era para los hielos. Me llamo mucho la atencion este hombre. Aun que no lo vi directamente, solo lo veia de reojo para no ser tan obvia.
La mujer que atendia la barra se acerco nuevamente, en esta ocasion se dirigio al hombre que estaba a un lado mio.
- Lee, que te sirvo dime - ofrecio muy amable, lo cual me llamo la atencion.
- Solo un poco de hielo Marta - le entrego la pequeña cubeta.
- Claro, disculpa si no fue alguien a atender la mesa, es que hace dias renunciaron las dos meseras.
- No te preocupes.
Si, la verdad es que no habia meseras, lo cual era entendible, con tanto idiota ebrio.
- Como estas muñeca? - un tipo se aparecio de la nada acercandose a mi. Sinceramente me asuste un poco por su complexión fisica, ya que era alto y se veia fuerte. Momentos como este queria a mi papá a mi lado y a su sequito de "matones". Pero no, la señorita lo habia practicamente abandonado sin haberle dicho nada - te invito un trago? - yo trataba de mirar a otro lado y hacerme la desentendida, no queria tener nada que ver con este tipo - estas sorda o que preciosura? - levanto su voz.
- Oye Thomas deja en paz a la chica - la mujer de la barra volvio.
- Tu no te metas Marta - alzo peor la voz y se levanto del banco en el que estaba - ven muñeca, te llevare a un lugar que te gustara - me tomo fuerte del brazo a lo que reaccione.
-Que te pasa? ¡Sueltame! - me safe de su hagarre inmediatamente. Mi corazon empezo a latir rapido por los nervios y el miedo del momento.
- Te dije que vengas conmigo, vamonos - esta vez me tomo de la muñeca e intento tomarme de la cintura, pero yo trataba de alejarme de el.
- Sueltame estupido, dejame en paz - no sabia que mas hacer, viendo que no hacia caso a mis negaciones. Cuando una voz atras mio se escucho.
- La chica te pidio que la dejaras - era ese hombre llamado Lee. Aparecio dandole un empujon hacia atras al tipo que me molestaba, se noto que no uso ni un poco de su fuerza pero fue suficiente para que este casi cayera. Como sea, termino dandome cierto alivio.
- Christmas? No sabia que estabas interesado en ella - dijo muy asustado el idiota. Como si viera a un fantasma - disculpame yo... -
- Ya largate - levanto su mano, apuntado con su pulgar a la salida. A lo que este salio casi corriendo - idiota - dijo por lo bajo, aun que logre escucharlo.
- Amm, muchas gracias - me acerque al hombre algo timida, algo que era comun en mi con hombres mas que nada.
- No fue nada, tu estas bien? - movi mi cabeza como asentimiento. El sonrio al saber que estaba bien - bueno, ten cuidado cuando te vayas, de seguro y el imbecil sigue por aqui cerca.
- Si lo tendre, gracias nuevamente - le agradeci viendo que ya estaba tomando su cubeta de hielos para irse hacia su mesa.
