Capítulo 11

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George ya estaba en Seattle.  Después de pasar tiempo con su familia, ya era tiempo de volver. Al llegar a la casa, se da cuenta que el carro de Izzie y de Meredith no estaban ahí, así que pensó que estaban en  el hospital. George entra y comienza a llamar a todos

-¡Alex, Derek, Lexie, ya llegué!-les grito él, para ver a Lexie bajar de las escaleras.

-Hola George, ¿cómo estuvo tu viaje?-le pregunto ella

-Bien, ¿sabes dónde están los demás?- le preguntó él

-Siéntate, te voy a preparar algo y te voy a contar lo que pasó en tu ausencia-le dijo ella.

George se sentó en la silla del comedor y Lexie sirvió dos tazas de café con un plato de tocino y bacon y le contó todo a su amigo, menos donde Meredith estaba.

-Wow-dijo George-bueno, yo sabía que Derek era un idiota, pero no tanto. ¿En serio no me puedes decir donde está Mer?-le respondió el joven

-Lo siento George, como ya te dije, se lo prometimos. Si quieres llámala, no a cambiado su número, pero no le preguntes dónde está,  además te puedes seguir quedando aquí, no hay problema-le dijo ella.

-Esta bien, al menos podré hablar con ella. Bueno me voy a dormir,  más tarde me pongo al día con los demás-dijo George, mientras se paraba y se dirigía a su cuarto.

-Descansa-le dijo Lexie, mientras hacia la limpieza.

Mientras tanto en el hospital

-Creo que está peor que ayer-dijo Arizona
-Sí, lo sé, pero él sólo se lo buscó, aún así me preocupa su estado-dijo Callie
Ambas estaban mirando a Derek, que no paraba de llamar a Meredith, a pesar de que siempre le contestaba la misma voz: “este número te a bloqueado".
-¿A quién miran?-dijo una voz que las hizo saltar de susto a ambas.
Al voltear, vieron que era Miranda Bailey la que les preguntó eso.
-A Derek-dijo Arizona
-¿Sigue llamándola?-pregunto Miranda
-Sí. Ella no le va a contestar. La malogró y bien feo. Bailey, de casualidad, ¿tu sabes a donde se fue, Grey?-preguntó Callie
-Sí y no lo puedo decir. Se lo prometí- le dijo ella, mientras se iba donde Derek.
-¡Shepherd!-grito Miranda
Derek volteo a ver quien lo llamaba y vio que era Miranda
-Bailey-dijo él
-Derek, ya deja de llamarla, no insistas, no te va a contestar-le dijo ella
-Bailey, necesito saber donde está, si está bien, si está viva y sobre todo, necesito pedirle disculpas-dijo él
Miranda solo lo miró y vio como estaba: no de había bañado, su pelo estaba recontra despeinado, la barba estaba crecida y se notaba que no había dormido nada.  Por un instante sintió pena por él.
-Donde se fue, ella está bien, Shepherd, trabajando. No, no me preguntes dónde está porque yo también le prometí no hacerlo y debo de cumplir esa promesa. Anda a dormir, lo necesitas-le dijo la mujer.
-Bailey..-dijo él, siendo interrumpido por su amiga.
-No me vengas con tus cosas, ahora, Shepherd. Anda a dormir, tienes pacientes que atender después y en ese estado no puedes-le dijo ella
Él no responde y se va a un cuarto de descanso. Al llegar ahí, ni bien su cuerpo toca la cama, se queda profundamente dormido.
Mientras tanto, afuera había llegado una ex paciente, acompañada de su esposo, los cuales ellos conocían de antes: Susan y Thatcher Grey (aquí Susan no murió)
-Disculpe, ¿sabe dónde está Meredith Grey?-preguntó Thatcher a una de las enfermeras
-La doctora Grey ya no trabaja aquí-le respondió ella.

-¿Está segura de eso?-le preguntó Susan

-Sí, ella renunció hace unos días. Nadie sabe a donde se fue-respondió ella

-Entonces, ¿puede llamar al jefe del hospital?-preguntó Thatcher, sabiendo que era el último al que quería ver, por su historia con Ellis, pero no tenía otra opción.

-Por supuesto-dijo la enfermera, quien llamó al jefe, el cual se apareció a los cinco segundos.

-Thatcher, Susan-dijo Richard, al verlos ahí

-Richard-dijo Thatcher

Un silencio incómodo se formó entre ellos dos, el cual fue roto por Susan.

-Bueno, que gusto verte, Richard. Vinimos aquí a buscar a Meredith, pero nos han avisado que ya no trabaja aquí-dijo Susan.
Richard se acercó a ellos.

-¿Me pueden acompañar a mi oficina, por favor? Ahí hablaremos con más calma-les dijo el jefe.

Los tres se dirigieron al ascensor, dirigiéndose al segundo piso, donde estaba la oficina de Richard.

Al llegar ahí, él abre la puerta y los invita a entrar.

-Tomen asiento, por favor-les dijo Richard
Ambos tomaron asiento y Thatcher habló

-Escucha, Richard, yo sé que no fui un gran padre para Meredith por lo que la dejé cuando tenía cinco años. Felizmente Ellis no me impidió verla y que ella conozca a sus hermanas. La razón que venimos aquí es por nuestra nieta, Laura. Molly tiene un tumor en el cerebro y ella no se quiere operar. Le han dado seis meses de vida y cuando ella muera, Laura pasa a manos de Meredith y, si en caso ella no pueda,  Lexie se hace cargo-dijo Thatcher

Richard no sabía que decir. Esa noticia lo tomó de sorpresa.

-¿Meredith y Lexie sabemos de esto?  ¿Él papá de Laura sabe de esto?-preguntó Richard

-No, Meredith no sabe esto, ni tampoco Lexie y su papá renunció a sus derechos debido a que está en la guerra y sabe que con cualquiera de las dos está mejor- dijo Susan.

-Esas son noticias que no me esperaba-dijo el hombre

-Ni nosotros. Debemos de comunicarnos con las dos, especialmente con Meredith, pero como ya nos dijeron, ya no trabaja aquí, ¿sabes sí esta en su casa?-preguntó Thatcher

Richard suspiró. Esto iba a ser noticias que ninguno de los dos esperaría.

-La casa ahora le pertenece a Lexie. Meredith no está en Seattle desde hace días. Se fue a comenzar una nueva vida en otro estado-Les dijo él

-Oh, me imagino que ella y Derek deben de estar felices aquí-dijo Susan.

-Sin Derek. Ambos se divorciaron-les dijo Richard

-¡¿Cómo?! Si se veían felices-dijo Thatcher

Richard les contó todo, menos donde ella se fue.

La sangre de Thatcher comenzó a hervir de cólera. No podía creer que Derek tratara a su hija de esta manera.

-Richard, es mejor que nos vayamos de aquí. ¿Sabes si sigue manteniendo su mismo número?-le preguntó Susan, temiendo como su esposo reaccioné si se encuentra con el neurocirujano.

-Eso no sé, tendrían que preguntarle a Lexie-les respondió el jefe.

Ambos se despidieron y bajaron por el ascensor al primer piso. Al llegar ahí, se encontraron con Derek, el cual si bien había dormido, sólo fue media hora.

-¡DEREK!-grito Thatcher. El neurocirujano voltea y se encuentra con sus ex suegros.

-Thatcher, Susan. Que bueno verlos ¿Cómo han…?-*Punch* Derek fue interrumpido por un puñete de Thatcher.

-¡ESO ES POR LO QUE LE HICISTE A MI MEREDITH!-dijo el hombre y se fue con Susan.

Derek se quedó sorprendido por lo que pasó en ese instante. Cuando salió del trance, vio  que todo el hospital se le quedó mirando y rápidamente se fue a un cuarto de descanso a esconderse de todos.

Una ve ahí, el no sabía que hacer, no sabía como sentirse al respecto y con esta duda en su cabeza, se volvió a quedar dormido.
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Algo ligero, como para equilibrar un poco el asunto.

Comenzar otra vez (EN HIATUS HASTA NUEVO AVISO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora