Capítulo 13

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Derek se despierta y sale de donde estaba y se va al baño. Su rostro estaba morado por el golpe que Thatcher le había dado, así que se fue a poner un poco de crema. En su camino, pudo sentir las miradas de todos sus compañeros, hasta que Rose lo paró.

-Tus cosas ya están empacadas y en la puerta de mi casa. Apenas llegues ahí, las subes a tu auto y le dejas las llaves al vecino-le dijo y se fue

Derek siguió su camino y llegó al cuarto de suplementos. Ahí encontró la crema y se la aplico. Al salir, fue a ver algunos historiales y se da cuenta que George había entrado a los lockers.

Con cautela va ahí y cierra la puerta con seguro sin que el joven se diera cuenta. Cuando ve que George se estaba volteando para poder cambiarse, de manera sorpresiva lo agarra del cuello de su camisa y lo pone contra la pared y, con una sonrisa tipo Pennywise, le habla al joven

-Hola Georgie-le dijo Derek

-Ho-ho-hola doctor Shepherd-le dijo un George todo asustado.

Derek lo mira de arriba hacia abajo a George para después comenzarlo a interrogar.

-¿ Haz hablado con Meredith?-comenzó el neurocirujano

-No, recién llegué hoy y voy a comenzar mi turno dentro de unos treinta minutos, así que necesito cambiarme, doctor Shepherd-le dijo George asustado

-¿Su hermana o alguno de sus amigos te contó sobre ella?-le siguió preguntando

-Sí, me dijeron lo que pasó. Es usted un idiota, con todo respeto doctor Shepherd-le dice George

-Entonces, sabes donde se fue, ¿verdad?-le preguntó por última vez.

En eso, George se suelta de su agarre y le responde.

-Con todo el respeto que tiene sólo por ser mi jefe, le voy a decir que no lo sé y si lo supiera, tampoco se lo diría, ahora, si me disculpa, me tengo que cambiar. Adiós doctor Shepherd-le dijo George y se encerró en el baño.

Derek golpeó la pared con su mano y salió de ahí, molesto a atender a sus pacientes.

Mientras tanto en Los Ángeles

Meredith no sabía que hacer, por un lado quería estar con Laura, pero eso implicaría alejarla de sus abuelos y de su hermana, además de que sería un cambio algo brusco para ella. Felizmente, su papá y Susan entendieron la situación y le dieron dos semanas para que piense bien lo que va a hacer.

En eso, ella decide llamar a Molly. Al primer timbre del celular, le contestan la llamada.

-¿Mer Mer?-le dice Molly

-Hola Molly-le dice Meredith

Molly era la única que le decía Mer Mer. Desde que era niña, le costaba decir “Meredith", así que solo le decía Mer Mer y eso quedó hasta ahora.

-Ha pasado meses desde la última vez que hablamos, ¿cómo haz estado?-le pregunto su hermana

Meredith le contó todo lo que había pasado a Molly

-Ese idiota. Que bueno que ya no estés con él, igual no me caía bien-le dijo Molly

Meredith se río del comentario de Molly

-Sé que tomará tiempo sanar, Molly y no sé si pueda enamorarme otra vez-le dijo ella

-Hey, no pienses así. Ya encontrarás a alguien que te valore, Mer Mer-le dijo ella

-Eso espero. Ahora, al punto. Susan y papá fueron a donde Lexie y hablaron conmigo ahí por teléfono-le dijo
Meredith, la cual fingió estar calmada para que Molly no notara que quería llora

-Sí, sé que es mucho pedir eso, pero realmente Laura las va a necesitar-dijo ella

-Molly, yo no quiero alejar a Laura de sus abuelos y mucho menos de Lexie. Ella tiene una vida ahi-le contesto Meredith

-Mis papás me dijeron que tienes dos semanas para pensarlo, hazlo por favor y cualquier decisión que tomes, la aceptaremos, siempre y cuando estés de alguna manera presente en su vida-le contesto su hermana

-Lo sé, no te preocupes, estaré presente en su vida-le respondió Meredith

Después de eso, comenzaron a hablar de las travesuras que hacían cuando eran unas niñas y de ahí se despidieron.

Una vez que colgó, Meredith se puso a llorar. Su hermana iba a morir y tenía que pensar en el futuro de su sobrina.

Cuando terminó de llorar, se lava la cara y sale un momento de su casa a sentarse frente a la puerta a relajarse y pensar en lo que había sucedido los últimos días.

Estaba absorta en sus pensamientos que no sintió que alguien se sentó a su lado.

-¿Meredith?-le dijo la voz.

Meredith saltó del susto y al voltear vio que Addison estaba ahí junto a Henry

-Addison, no vuelvas a asustarme así, por favor. Hola pequeñito-dijo Meredith

-Hola Meredith-dijo Henry.

-¿Qué pasa?-le pregunto la pelirroja

Meredith suspiro y comenzó a contar todo lo que pasó.

-Wow. ¿Qué piensas hacer?-preguntó Addison

-Ya lo pensé, pero aún así Molly me a pedido que lo analice mejor. Tengo dos semanas todavía-le dijo Meredith.

Addison pasó su brazo por el hombro de la rubia y le dio un abrazo y a este se la sumó Henry, que quizá para su edad no entendía mucho, pero sabía que los abrazos eran reconfortantes.

Pasaron un momento así, hasta que Henry rompió el silencio.

-Mami, tengo hambre-dijo el niño

Ambas rieron y Meredith habló

-¿Qué te parece si los invito a comer? En mi camino a la tienda encontré un restaurante cerca-Les dijo ella

-Meredith, no hace falta-le dijo la pelirroja

-Vamos, insisto-le dijo la rubia

-Esta bien. Acepto-dijo Addison.

Addison agarró la mano de Henry y Meredith camino con ellos, pero sorpresivamente Henry le tomó la mano también a ella, algo que no pasó desapercibido por ambas mujeres.

Así, los tres fueron al restaurante a almorzar. Se la pasaron riendo hasta que después cada una se fue a su casa.
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Tal parece que Henry será el cupido de ambas, quien sabe.

Comenzar otra vez (EN HIATUS HASTA NUEVO AVISO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora