Capítulo ocho.

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—¡Silencio!

No hubo necesidad de gritar, los niños del salón se encontraban callados de todas formas.
El profesor se cabreaba muy fácil, era estricto y por eso nadie se comportaba mal, al contrario, todo el salón no hacía nada.

El docente se aclaró la garganta antes de hablar. La razón de haberlos "callado" fue porque quería presentar al nuevo estudiante de intercambio que tendrían por algún tiempo. Por una parte se alegraba porque el anterior era un dolor de cabeza, pero él se ve mucho peor.

—Como saben hoy tenemos un nuevo compañero, preséntate.

Ordenó con su voz dominante, provocando un escalofrío en la piel del pequeño Keith. No tenía problemas para hacerlo, es decir, se enfrentó a los matones de Pico hace algunos minutos así que la tarea de presentarse no sería difícil. Además, al chico de cabellera azul le gusta hablar mucho.

Se levantó de su asiento y fue hacia donde estaba el profesor para ver el rostro de todos sus compañeros. Una linda sonrisa adornó su rostro, mientras pensaba cómo podría dar la primera buena impresión para los presentes.

—Uhm, ¡Hola! Mi nombre es Keith. Como saben yo soy un estudiante de intercambio, vengo de Japón. Me gustaría aprender más sobre su cultura y el poder llevarme bien con todos.

Se notaba que el acento no era de por acá. Algunos les pareció chistoso su manera de hablar, otros se preguntaban si el color de su cabello era natural o un tinte increíble.
Pero sin dudas sería un blanco fácil para los matones, tienes tantas posibilidades de burlarse de él.

—Me gusta cantar, ya que mi hermana es mi inspiración para hacerlo. De grande me gustaría ser un artista conocido y poder viajar por todas partes para que me escuchen.

—Necesitarías ser rico para eso, niño. Lamentablemente los sueños no se cumplen. Yo quería ser doctor pero mírame, siendo una miseria de maestro atrapado con un montón de mocosos, ¡Ahora siéntate!

No era extraño que hiciera eso el hombre malhumorado, pero a Keith le decepcionó; le hubiese gustado hablar un poco más de él pero quizás en otro momento. Igual, debe presentarse muchas veces con distintos compañeros y profesores.

(...)

«Entonces, ¿Te defendió el niño nuevo?»

Se leía en la nota que Darnell le escribió a Pico. Los rumores se expanden demasiado rápido, no ha pasado tanto tiempo y ya media escuela sabía lo que pasó a la hora de llegada y sobre el niño nuevo. No sabía que contestar ante la incógnita de su amigo, podría ser algo directo o contarle desde su mañana. El pelirrojo usó su pluma para escribir disimuladamente ''en receso te digo, sirve que también le cuento a Nene''. 

Después de pasarle la nota al moreno no hubo más charla sobre ello, su amigo sólo asintió desde su asiento mientras le veía con una sonrisa. Ellos pueden llevarse pesado, pero Darnell es serio en los momentos que se le requiere, cosa que le da comodidad a nuestro protagonista. 
Siguió prestando atención a la clase, anotando en su cuaderno apuntes clave que servirían para futuros examenes (y eso le ayudaba mucho a tener la mente en otro lado que no sea Cassandra). Pero hablando de ella, le atormenta la idea de que haya sobrevivido. Es decir, no le desea el mal a nadie, no siente que deba ser así pero le perturba que pueda pasar lo mismo; sólo sabe que está en el hospital y luego irá a alguna correccional de menores o algo así. 

Sólo espera no tener que toparla en un futuro, cree que ese será su mayor problema cuando sea más grande. Por ahora debe lidiar con papá en casa. 

Volvió a la realidad cuando escuchó a su profesora hacer preguntas al azar, eso antes le agradaba. Le caracterizaban antes por ser muy participativo en clase. Pero ahora las cosas son un poco más complicadas, aún así lo intenta. 

(...)

—Chin chon chan, ¿Verdad que sí, asiático?  

Keith llevaba rato con unos chicos molestos, los ignoraba y seguía su camino porque sabe que es una perdida de tiempo el tratar de enfrentarlos. Estaba buscando la cafetería, pero el lugar era un tanto confuso para él por ser nuevo. Quería preguntarle a alguien, pero siempre cambiaban la conversación o comenzaban con respuestas bien estúpidas sólo porque es ajeno al país. 
Días complicados parecen aproximarse, que pesado. Pero no es nada que se pueda resolver de maneras positivas, igual es el primer día para el pequeño peli azul es sólo cuestión de adaptarse lo más rápido que pudiera para que su intercambio fuese el mejor. 

Encontró al fin el lugar que buscaba, gracias al olor potente a diferentes comidas y el sonido de platicas entre estudiantes fue que se pudo ubicar. Una vez allí adentro intentó nuevamente perder a los sujetos que llevaban rato ''hablando'' su idioma, se ven tan tontos. 

—¿Y qué rayos comen los asiáticos, Keith? Espero al fin pruebes comida real y no rata empanizada. 

—Ehm...¿Qué?

Fragile || Pico Fanfic (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora