Resaca

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Azul

Mi estómago me despertó con sonidos incómodos, abrí los ojos y miré el reloj, 10:45 am, ¿Qué había pasado?, cerré los ojos de nuevo y la imagen de ese tipo musculoso entre mis piernas fue lo primero que vi.

—No, no puede ser posible.

Levante la sabana y mire que solo traía el jersey, en la sabana se veían rastros de lo que fueron mis primeros orgasmos, malditas sabanas negras, no podía decir que se aprovechó de mí, no después que yo se lo pedí, un dolor de cabeza me ataco por pensar demasiado, debía irme de aquí, no se en que estaba pensando, ni siquiera se que hago aquí, no recuerdo la mitad de las cosas, debía huir, vi que las puertas del cuarto se abrieron.

—Al fin despiertas— venia con una bandeja con un par de huevos, pan tostado y lo que parecía café, estaba vestido esta vez, traía unos jeans negros y una playera azul pegada al cuerpo, se me acerca y deja la bandeja en la cama.

— ¿Crees que podría irme a mi casa?

—Claro, no estas secuestrada ni nada por el estilo, toma el desayuno, una ducha y te llevo a tu casa, te deje un par de pastillas para tu dolor de cabeza seguro será intenso.

— ¿Eso es todo?

— ¿Querías algo más? — sonrió burlándose.

—No, solo que nada me cuadra, no después de lo de la madrugada.

Suspira y se sienta en la cama.

—Escucha no hice nada mas allá de masturbarte, solo lo hice para que se te pasara rápido la droga del sistema, como te lo dije no me ponen las chicas que no están en sus sentidos.

Pero eso no le impidió tocarte al desgraciado.

—Aun no se tu nombre.

—Creo que debes saberlo, ahora que somos íntimos— volvió a burlarse —soy Jeon Jungkook.

—yo soy...

—Azul, lo sé, desayuna, te conseguí algo de ropa un poco mas de tu talla, esta en esa orilla, estaré en la sala.

Despedía tanta confianza que me hacía sentirme calmada, mas ahora sabiendo que me llevaría a mi casa, comí tranquilamente y me di una ducha, me puse la ropa que me consiguió, los jeans me quedaban algo grandes de la cintura, y la camisa estaba perfecta, la ropa interior también me quedo bien, ¿Cómo adivino mi talla de sostén?, aun me dolía demasiado el golpe en el abdomen, pero con los analgésicos era soportable, al salir del cuarto lo vi hablando por celular se le veía el rostro molesto apretaba la mandíbula y le gritaba a la persona al otro lado de la línea.

—Te marco más tarde— al verme le cambio el rostro, se le quito el enfado de la mirada.

— ¿Día duro?

—Solo imbéciles con los que debo lidiar, ¿lista?

Asentí con la cabeza, me extendió la mano sin dudarlo se la tomé, llegamos a su auto, me abrió la puerta y condujo por donde le dije hasta llegar a mi casa, de nuevo se bajo a abrirme la puerta.

—Ten— me dio una tarjeta negra —ese es mi número, si necesitas mi ayuda, no dudes en hablarme, vendré no lo dudes— se despidió y desapareció en su auto.

Toque el timbre de la casa, no traía llaves, no se ni donde estaba mi mochila, mire mi moto estacionada al frente de la casa, él que abrió la puerta fue Kai, tenía las ojeras muy marcadas, su expresión al verme fue entre el horror y angustia.

— ¿Qué haces aquí?

—Aquí vivo

—Pero...

Entre dejándolo en la puerta fui directo a mi cuarto, todas mis cosas estaban en la cama, todo amontonado como si planearan deshacerse de las cosas, volteé y vi a Kai parado mirando las cosas

AZUL (JJK COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora