Un domingo

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Azul

Dormí muy bien toda la noche, el aroma de Jungkook me reconforta mucho, por eso en cuanto no lo sentí en la cama me desperté, mire alrededor del cuarto, escuche ruido en la cocina y a Max ladrar, de fondo su voz peleando con mi perro, me levante y llegue a la cocina aun tallándome los ojos por el sueño, era muy temprano pero él ya estaba preparando el desayuno.

—Buenos días niña.

—Buenos días Kookie.

Me agache para acariciar a Max.

— ¿Cómo esta el cachorro mas lindo de todos? —se tiro al suelo mostrándome la pancita para que lo acariciara.

—Te prepare el desayuno.

—Gracias, iré a cambiarme antes, hoy tengo que ir al refugio y pasaré a renunciar.

—No es necesario que vayas a renunciar.

—Debo hacerlo, tienen que organizarse para el evento de hoy— bostece y me estire.

— ¿Aun tienes sueño?

—No, solo me siento algo cansada.

Se me acerco, tomándome de la cintura para besarme, fue un beso lento y tierno, lo tome del rostro y mire directo a sus ojos.

—¿Sucede algo?

—No, solo tenía ganas de besarte, ve a cambiarte.

Me mando al cuarto dándome una nalgada, lo sentía algo extraño, como nostálgico, a lo mejor era mi imaginación, pero tenía la mirada algo triste, me puse un vestido holgado de manta con tirantes de color rosa y unos botines cafés, para volver y sentarme en la barra de la cocina.

—Ten— me da las llaves del auto —te llevaras mi coche hoy, para que cargues con la bestia, yo debo ir a recoger unas cosas al puente al oeste de la ciudad, me llevaré tu moto, si necesitas algo me llamas, vendré inmediatamente.

— ¿Ya te vas?

—Si, te veré en la tarde bonita.

—Espera.

Lo jalé hacia mi para darle un beso, mordí su labio el solo sonrió y me regreso el beso, pero ahora si fue un beso mas agresivo, esos que solo él sabe darme, aprovecho para amasarme el trasero mientras me besaba.

—Debo irme—decía sin dejar de besarme.

—Solo un poco ¿sí?

Me alzo encima de la barra.

—Max vete a tu cuarto.

Max obedeció, no me podría concentrar con el viéndonos, Jungkook subió mi vestido e hizo el panty aun lado lo suficiente, para que su miembro entrara, me estaba volviendo tan adicta a él, sujetaba su cabeza mientras besaba mi cuello embistiéndome, jadeaba cerca de su oreja, podía sentir como apretaba mis muslos al penetrarme, arque mi espalda para que pudiera besar hasta mi mándala.

—Eres deliciosa.

Su lengua delineo mi seno, regresando a comer mi boca, mi cuerpo se tenso apretando el miembro dentro mío haciéndolo terminar junto conmigo, el sexo rápido también me gustaba, pero prefería mil veces cuando me dominaba en nuestra cama.

—Quiero más— lo dije sin pensar, el beso mi frente riendo un poco.

—Yo también, pero si seguimos no saldremos del cuarto en todo el día.

—Suena a un buen plan.

—Niña, te estas volviendo muy traviesa, desde hoy en la tarde y todo el día de mañana seré todo tuyo, pero hoy ambos debemos de hacer cosas, no hagas puchero me debilito contra ti.

AZUL (JJK COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora