Circus

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Azul

Me coloque el casco, y el no dejaba de mirarme, arranque camino al apartamento, en cuanto llegue un delicioso aroma invadió mi nariz, olía a comida italiana, Max salió a recibirme, traía un collar nuevo lleno de picos, se veía muy rudo.

—¿Cómo te portaste guapo?, ¿Dónde estabas en la mañana? ¿y ese collar? 

—Ese perro tiene demasiada atención —y ahí estaba mi dios griego, sonriendo de manera tierna para mí —Ven.

Extendió su mano, para abrazarme y acariciar mi espalda mientras besaba mi frente.

—¿Dónde fueron? 

—En la mañana tu animal quería salir, y fue a molestarnos a la habitación, pero tu no estabas dispuesta a abandonar la cama, así que lo saque a pasear, de paso le compre ese collar lo hacer verse cool.

—¿Entonces ya son amigos? 

—Nunca seria amigo de esa bestia— Max soltó un gruñido por su parte —pero estamos en tregua.

Sin soltarme la mano nos fuimos a la cocina, me tomo por la cintura y me subió a la barra.

—Quiero que cierres los ojos.

—¿Para que? 

—Confía en mi, hasta ahora no te hecho nada malo, ¿O si?

Me regalo una sonrisa perversa, rodé los ojos antes de cerrarlos, escuche que destapaba algo y el aroma se intensificó.

—No hagas trampa, abre la boca.

Obedientemente, abrí la boca y sentí algo caliente con textura suave, el sabor a tomate, carne, orégano y queso, era algo delicioso, abrí los ojos, y el me miraba esperando mi aprobación, levanté mi pulgar mientras masticaba, su sonrisa de niño pequeño dio un golpe a mi corazón.

—Tienes que saber que eres a la primera que le cocino algo tan elaborado, hice la pasta desde cero, al igual que la salsa, además hice risotto de manzana con tocino, y una ensalada, solo no esperes que te cocine así todos los días a veces no tengo tiempo y...

No lo deje continuar, lo jale de la camisa y le di un beso en los labios.

—Ahora tendré que cocinarte todos los días, si vas a reaccionar así.

—Gracias, nadie antes había cocinado para mí, y esta es la segunda vez que lo haces, ahora ayúdame a bajar de aquí, mi trasero no debe de estar donde comemos.

—Niña, yo podría comer en tu trasero.

Suspire y me bajo, le ayude a acomodar los platos para servir, le hizo incluso un platillo a Max, por mas que lo quiera ver de alguna forma negativa no puedo, y cada vez me lo hace mas difícil, estaba tan feliz de que apareciera en mi vida.

—Esta semana, casi no me veras, creo que solo en las mañanas un momento, debo de hacer algunas cosas, ¿estarás bien sola?

—si, se cuidarme sola aunque no lo parezca, además el fin de semana tendré evento y debo de arreglar todo, también buscare los muebles para mi estudio.

—Cierto—saca una tarjeta plateada y me la entrega —es para que pagues lo de los muebles, y lo que necesites en el departamento.

—De ninguna manera, tengo mis ahorros, es mi espacio, es mi gasto.

—Es mi apartamento, es mi responsabilidad pagar los muebles, además no esta a discusión, si te niegas tendré que darte de azotes hasta que entiendas.

—Escúchame, estoy viviendo en tu apartamento, me estas alimentando, déjame contribuir con algo por favor.

—Me das mucho mas de lo que crees, pero negociemos.

AZUL (JJK COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora