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— Hola Jennie buenos días — Nayeon su amiga y secretaria entraba a su oficina atrás de la castaña que recién llegaba con una hermosa sonrisa en su bello rostro — Aquí tengo tu agenda del día de hoy — Dijo viendo su iPad — A las 10 de la mañana la señora Manoban vendrá junto a la pequeña Manoban-Kim para compartir su desayuno. A las 3 tienes la junta con las nuevas modelos que contrataste hace tres días. A las 5 tienes la junta con los fotógrafos — Terminó por decir.

Cuando Nayeon subía su mirada hacia la castaña la encontró ya sentada en su silla detrás del escritorio.

— Muchas gracias Nayeon — Sonrió abriendo su portátil — Cuando Lisa llegue déjala pasar por favor — Nayeon asintió para luego salir de la oficina.

Habían pasado tres meses desde que la pequeña Linnie Manoban había venido al mundo.

Linnie, sí, así se llama la pequeña, pues a los pocos días decidieron que el nombre de Emily no les gustaba a la rubia ni al pequeño así que por petición de ambos, su nombre cambió a Linnie Manoban Kim.

Al salir Nayeon de la oficina, la castaña se colocó sus lentes para así comenzar a revisar papeles que tenía pendientes.

No supo cuanto tiempo había transcurrido cuando escuchó como la puerta de su oficina era abierta nuevamente.

— Dile hola a mami,  princesa— Se escuchó la voz tierna de la rubia cuando entraban a la oficina. La castaña al verlas se sacó los lentes para seguido ponerse de pie y caminar hacia ellas. — Hola mujer guapa de negocios — Saludo la rubia besando a su prometida, casi esposa. — Con tus lentes puestos te ves muy hermosa, muy sexy.

— Hola amor y gracias por el cumplido. Más seguido los tendré puestos — Dijo sacando a su pequeña de la cangurera color amarillo — Hola a la pequeña más hermosa del mundo — Saludó a su hija cuando la tuvo en sus brazos.

Mientras la castaña caminaba hacia el sillón para sentarse en el con su hija en brazos, la rubia dejaba la pañalera en el piso, después se unía a su familia, abrazando a la castaña por los hombros.

— ¿Cómo se ha portado? — Preguntó sacándose el pecho izquierdo y darle de comer a la linda bebé. Pues cada que podía se lo daba, porque según dicen ese les aporta muchos nutrientes para que crezcan sanos.

— Bien, en realidad no ha llorado para nada. — Dijo la rubia sobándole la cabecita a su
hija. — Es una niña bien portadita — Sonrió.

— ¿Y Samuel?

— Se fue muy contento a la escuela — Su celular sonó avisándole de un mensaje. Lo vió.

— ¿Quien es? — Preguntó la castaña con su ceja alzada.

— Nada importante amor solo esos de las noticias — Le restó importancia. — ¿Qué vamos a comer? — Le preguntó cambiando de tema.

— No lo sé. Hablando de comida, la cita para probar los platillos para la boda ya está agendado para dentro de una semana — Le dijo dejando un beso en la mejilla de su rubia.

— Que bueno que avisas para ese día no comer nada — Ambas rieron — Sabes que te amo demasiado, ¿verdad? — La castaña asintió ante la pregunta.

— Lo sé Lili y también sabes que yo te amo — La rubia asintió antes de besarla con una dulzura de por medio. — ¡AUCH! — La castaña gritó separándose del beso.

Amigas Solamente II (JenLisa G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora