+:.𝑺𝒆𝒓𝒂́ 𝒖𝒏 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐.:+ 『𝑘𝑜𝑜𝑘𝑚𝑖𝑛』

✧ Pɾólogo ✧

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En una noche lluviosa se encontraba un hermoso muchacho que vestía un elegante traje de diseñador, lamentablemente su vestimenta se había arruinado junto a su hermoso peinado, todo culpa de la lluvia.

Estaba emocionalmente mal, puesto que había peleado con su novia, una discusión tonta, pero al final dolorosa. Levaban juntos ya 6 meses, la primera relación de Jimin que duraba, ya que todas eran de máximo un mes.

Teniendo en mente la discusión y pensando en cómo resolverla pidió un taxi para que lo llevará a su casa, no tenía ganas de nada, solo quería llegar a su casa para agarrar un bote de helado grande de chocolate y ver películas románticas para que la tristeza se identificara más.

Sabía que era tonto, ¿pero que más hacia? No se le ocurría nada más que hacer.

Viendo la avenida vio un carro con las características que le habían puesto en la aplicación, al subir solamente dijo unas simples palabras llenas de seriedad y tristeza

—A la dirección que se muestra, y no se vaya a desviar. —alzó su mirada y observo al muchacho que volteo sorprendido, sintió un escalofrió y su corazón empezó a palpitar rápidamente. —Deje de verme y arranque.

Al bajar de nuevo su mirada saco su celular, «debo de estar loco, creo que si me afecto la pelea» pensó Jimin.

El dueño del coche permanecía estático sin entender nada. Se había sorprendido, más bien se espantó al escuchar como azotaban la puerta de su lindo auto. Él estaba de lo más tranquilo viendo la noche mientras descansaba de su largo día de trabajo en la clínica. Cada día era más pesado puesto que lo habían ascendido a director.

Al voltear y ver al chico que subió mojado, al parecer tenía un mal humor. Se enojó por mojar su recién asiento lavado y aspirado. Pero al ver su expresión y por lo que le dijo se equivocó de coche. En ese momento le iba a decir que se bajara de su auto, que se pusiera a esperar a la persona que estaba esperando.

Sin embargo, al ver que el chico subió su mirada algo dentro de él se sintió raro, se puso nervioso, sintió un escalofrió recorrer por su cuerpo entero y su corazón empezó a palpitar como si hubiera echo ejercicio.

Eso era demasiado loco, pero lo dejo en segundo plano, tal vez era porque tenía mucho estrés y más el miedo que le hiciera el chico si le decía que se bajara, puesto que al ver el humor que se traía aquel chico o tal vez sintió lastima por el pobre chico. No lo sabía.

Al parecer tenía dinero, ya que llevaba un hermoso traje fino y su celular que recién había salido en las tiendas de tecnología (porque él tenía el mismo). No iba negar que el chico rubio tenia lo suyo, un hermoso rostro, un cuerpo de infarto y sumándole su voz angelical (aunque estaba de mal humor y algo grosero).

—Ya vas arrancar o te vas a quedar mirándome. —lo miro por el retrovisor—Puedo cancelar el viaje...

—Lo siento, pero la aplicación no responde y no me aparece la dirección a la que debo llevarlo. —mintió.

—Ash, tengo mala suerte hoy, —suspiro y le entrego su celular—, toma, ahí está mi dirección y tu pago te lo voy a dar en efectivo.

—Gracias. —Al fin iba tener una recompensa por llevar a ese chico guapo.

El viaje transcurrió tranquilo, Jungkook no sabía muy bien cómo usar el GPS, puesto que él prefiere su fiel memoria. Esperaba no equivocarse, ya que no recordaba muy bien esas calles o lugar. Al parecer es un lugar de ricos.

La intriga se lo comía vivo, necesitaba saber del chico malhumorado que entro y mojo sus asientos traseros. Encendió la radio y le pregunto al chico si estaba bien la estación.