▽d o c e▲

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NamJoon acaricio el cabello de Jin con dulzura mientras lo veía aún dormido, suspiro con resignación y se sentó en la silla que estaba al lado de la camilla sosteniéndola mano blanca y suave del mayor.

No quería pensar demasiado, su corazón aún resentía cada palabra dicha por Jin, cada palabra llena de odio y seguridad hacia su persona y NamJoon solo podía llegar a una conclusión.

El jamás pensaría en arrebatarle a Jin, su hija.

Pudo sentir el miedo del azabache al hablarle, pero NamJoon jamás podría si quiera intentarlo. Él solo quería una oportunidad, una sola para conocer a su primera hija y si después de eso Jin le negaba cualquier derecho a volver a verlos, con el corazón roto lo aceptaría y se alejaría porqué, aunque tarde, se dio cuenta de que lo quería.

Quería a Jin y no como amigo, lo quería bien, lo quería para que juntos criaran a esa niña y si se podía juntos tuvieran más familia y no, no era un sentimiento oportuno o de algunos meses atrás. NamJoon se había enamorado de SeokJin desde la preparatoria, él en serio cayó ante los encantos de ese niño precioso y dulce que lo seguía como un pollito queriendo ser cuidado, pero no pudo decirlo o aceptarlo. Toda su vida creció escuchando la aberración que era que dos hombres se amarán, el asco que su padre le tenía a los hombres que podían engendrar por qué no eran "normales" ya que los hombres nacieron para trabajar, luchar, gritar y ordenar no para ser suaves, dulces y maternales. Él creció con esas ideas y aunque le inculcaron respeto por todos, esas ideas no se iban de su cabeza, entonces ver a un Jin de 16 años sonrojado confesándole su amor fue demasiado para él, NamJoon no podía aceptar eso, era aberrante, era confuso y horrible según su mentalidad y aunque realmente todo era una capa de miedo, lo más acertado fue alejarse.

Pero jamás dejo de pensar en él.

Los años habían pasado y con ello NamJoon comenzó a omitirlo, pero jamás lo olvido, no era un idiota, él sabía que nadie había podido impactar su vida como lo hizo Kim SeokJin y aunque busco el amor en miles de mujeres hermosas, él solo no pudo echar de lado sus verdaderos sentimientos pero sí que los escondió muy bien.

Así que verlo de nuevo, involucrarse en esa tontería que ninguno planeo correctamente y llegar hasta ese punto hacía sentir miserable a NamJoon porqué al final del día la victima solo era Jin, SeokJin había sufrido y él no había hecho nada, por lo que entendía que el azabache sintiera desprecio a su persona, pero ya no podía regresar el tiempo, ya no podía hacer que todo cambiara.

Ahora solo le restaba concentrarse en arreglar el presente y enfrentarse al mundo seguro de lo que quería, había llegado el momento de ser un verdadero hombre y con ello se refería a un hombre seguro que gritaría al mundo que amaba a Kim SeokJin y quería formar una verdadera familia a su lado ahora que era valiente y lo había reencontrado.

‒ Jimin no tarda en volver con los de seguridad y entonces te sacaran de aquí a patadas‒

El moreno alzo sus ojos asustado viendo a Jin despierto, pero observando la pared, la mano nívea y suave fue retirada de entre las suyas de inmediato y NamJoon solo atino a levantarse.

‒ ¿Cómo te sientes? ‒ preguntó cuidadoso, Jin respiro profundo y por fin conecto miradas con el moreno.

‒ Vete NamJoon, vete lejos... aún con todo no quiero que Jimin o mi familia te haga algo, ellos son rencorosos por naturaleza y después de lo que lograste dudo demasiado que estén felices de verte aquí de contrabando‒ suspiro ‒ sé feliz, yo... yo no puedo guardarte rencor, escuché tus disculpas hace un rato y te creo ¿sabes? Sé que no intentaras llevarte a mi hija y lo agradezco, pero no quiero verte más, no voy a permitir que luches por mi o por ella porqué para nosotros no eres nadie... te quise mucho NamJoon, estoy plenamente agradecido con lo que hiciste por mí, pero ya no puedo y no quiero seguir viéndote en un futuro y tampoco deseo que ella te conozca, así que...‒

SeokJin se giró en su cama sin entender por qué de pronto el pecho le dolía tanto. NamJoon no supo que más hacer, ni siquiera podía reaccionar a lo que escuchaba y pensó que lo mejor era salir e intentar entender cómo iba a reparar algo que estaba tan dañado.

Jin al escuchar la puerta cerrarse no pudo hacer más que comenzar a llorar. Lo amaba... oh demonios, aún lo seguía amando tanto como en la preparatoria y ahora no podía dejar de sentir su estómago retorcerse al recordar las palabras claras y limpias de NamJoon:

"Te amé Jin, fui un cobarde, pero te amé y te sigo amando tanto... cuando despiertes y me des una oportunidad de conocer a nuestra bebé te prometo que me ganaré también tu corazón y entonces formaremos una familia Jin, esa familia que siempre quisiste, iremos al parque y adoptaremos un perrito para Julieta ¿Recuerdas que adorabas ese nombre? Decías que no querías nombres coreanos para tus hijos y ese me parece hermoso la verdad... "

Y quiso decirle, levantarse y llorar en sus brazos pedirle que no se fuera, confesarle que lo necesitaba, que quería sentirse protegido y cuidado a su lado pero no lo iba hacer. Prometió empezar de cero, una vida nueva al lado de su pequeña y eso haría empezar solo, con la única persona que ahora amaba. 

 

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ALGO DE TI 『 namjin 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora