♦ Paz ♦

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Armin principalmente fue quien llegó junto a Connie y Jean. Guardaron silencio pero después de un rato tuvieron que interrumpir el beso de Eren y Mikasa.

Al voltear, la azabache sonrió ampliamente y fue a abrazar a su amigo. Armin la correspondió.

- Que gusto verte de nuevo, Mikasa - dijo

- Digo lo mismo, Armin - se separaron
- No sabes como extrañé tu adorable presencia -

- ¿Ado-rable? - preguntó sonriendo

- Sí, eres muy adorable -

- ¡¡Mikasa!! - apareció Sasha, corriendo hacia su amiga, de inmediato la abrazó y lloró en su hombro un poco - ¡Te extrañé!!!, ¡¡Mucho!! -

- Sasha, baja la voz por favor - dijo Mikasa sonriente

La castaña se separó de su amiga, mirándola con sorpresa.

- Wow, cambiaste tu forma de hablar - mencionó - Te vez muy bien de vestido - sonrió, limpiando sus lágrimas

- Kimono Sasha, es un Kimono - corrigió Armin

- Eso - dijo volviendo la vista a su amiga

- También te extrañé, Sasha; ¿Ya fuiste a saquear la cocina? -

- Sí, perdón por eso pero llegué con un hambre terrible - se excusó

- Sasha, tú siempre tienes hambre - dijo Connie - Ahora haste a un lado, es nuestro turno - la empujó un poco para que ahora fueran él y Jean quién saludaran a su amiga.

- Hola su Alteza, es un honor verla de nuevo - dijo y ambos se inclinaron ligeramente hacia en frente, Mikasa sonrió.

- No hay necesidad de tanta formalidad, chicos, pero gracias - se acercó, levantó el torso de ambos chicos para poder abrazarlos

- Han estado bien, verdad? - preguntó

- Sí - contestaron, abrazando igualmente a la azabache, aspecto que Jean disfrutó pero acción que a Eren le molestó

- Que bueno - dijo y se separó de ambos
- ¿Quieren comer algo? - preguntó, Sasha de inmediato afirmó

- Sí, claro, fue un viaje algo largo - comentó Armin

- Pasen a la cocina - de reojo vio a Kiyomi despedir a los sureños con una sonrisa, al parecer se logró otro tratado - Yo los alcanzo después - sonrió

Todos comenzaron a caminar pero Armin detuvo a sus dos amigos.

- Pero primero, hay algo de lo que deben hablar - Eren cruzó mirada con su amigo, algo incómodo ya que no planeaba decirle nada al respecto a Mikasa. Ella volteó a ver a ambos - Es importante - dijo y se alejó

La azabache miró al castaño, quien mantenía la mirada baja.

- Ven, acompañame - pidió

Mikasa se acercó primeramente a Kiyomi, quien al notar la presencia del chico que acompañaba a la realeza se sorprendió un poco.

- Que sorpresa, ¿Cuándo llegaron? - sonrió

- Hace un rato, solo vinimos nosotros, la comandante Hange y Levi tenían asuntos pendientes pero nos dejaron venir - respondió

- ¿Se llegó a un acuerdo? - Mikasa intercedió en la plática, la mujer asintió con la cabeza

Mi origen asiáticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora