Los años pasaron con bastante rapidez, pues ya habían pasado cuatro años desde aquella despedida, que todavía permanecía en el corazón del menor y, aunque no sabía nada de la vida de ese rubio desde ese día, quería creer que le vería de nuevo algún día
Vaya ilusión; pues jamás se podrá cumplir...
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Antes de esos cuatro años, aproximadamente medio año desde que dejó su trabajo de maestro particular, el joven rubio retomo su trabajo como psiquiatra en su clínica y aunque a veces se miraba desanimado, siempre trataba de mantenerse positivo y lograr cumplir con sus citas. Sin embargo, en uno de esos días cuando regresaba a casa particularmente temprano, en una tienda de joyas, le fue imposible no prestarle atención a un pequeño broche de guitarra en la vitrina; llegando a su mente solo la imagen del menor peli negro
Al final, se compró el broche, ya fuese por nostalgia o porque es un tonto, pero de cualquier forma se lo llevo con él y siguió su camino hasta casa. Sin embargo... al otro lado de la calle, volvió a encontrarse con ese máscara Setsubu, y al chico de sus pesadillas
Invadido por el miedo salió corriendo sin dirección aparente, solo tratando de escapar de ese ser que le a atormentando toda la vida. Luego correr por tanto tiempo, llegó a un callejón que era un atajo hasta su hogar, por lo que sin perder tiempo estaba por cruzar lo y ponerse a salvo
Pero solo sintió como perdía la consciencia al sentir un fuerte golpe en su cabeza desde atrás
— Y-Ya jamás p-podrás volverme a-a abandonar~
Escucho esa voz junto a una risa, antes de perderse en la oscuridad y caer desmayado
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Abrió los ojos de golpe ante lo que sea que le tiraron en la cara, probablemente agua. Sentía su cabeza palpitar y dolerle a muerte, sin embargo, la persona delante de él le hizo temblar de nueva cuenta
— A-Al fin d-despiertas~ bue-buenos días~
Dijo esta con tranquilidad, después de todo el haber atado de manos y piernas a su amado sobre la cama le dejaba paso libre de hacer lo que quisiera con él. Tan bello, inocente e indefenso como en ese tiempo, cuando le conoció
— ¿P-Por qué no d-dices nada? N-No te a-amarre la B-boca por-q-que quería, e-escuchar t-tu bella voz de n-nuevo
No decía nada... no le daría el gusto a ese desgraciado de hablar. Habían muchas cosas de las cuales se arrepentía en su vida, pero la que jamás se podrá perdonar... Es haber conocido a ese tipo, Mitsuba Sousuke
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Mitsuba Sousuke; un pobre chico con Tartamudez y su rostro con una malformación genética en el lado derecho de su rostro, razón por la cual cubría su rostro todo el tiempo con distintas máscaras, mayormente máscara Setsubu pues según él, eran muy lindas. Ambos tienen la misma edad, pues fueron juntos al jardín de niños, siendo este el comienzo de su pesadilla
Sintió lástima por ese chico, que siempre estaba solo y era echado de lado como basura, por eso le hablo, por lastima
— ¡Si! ¡Estaremos juntos en las clases y en los recesos! ¡Estaremos juntos siempre!
Juntos por siempre... Palabras que se clavaron en el corazón de ese chico, llegando a crear un enfermizo sentimiento
No importaba a donde fuese Kou, Mitsuba le seguía desde lo lejos, dejando que lo único que este mirará fuese la maldita máscara que usaba, creando paranoia en el de ojos azules y por consecuencia; temor a el chico
— ¡Aléjate de mi! ¡Das miedo! ¡Eres raro!
— P-Pero lo dijiste... d-dijiste que s-siempre estaremos j-juntos
No, eso no era a lo que se refería...
Lastimosamente, la historia está incompleta y el final No se sabe a ciencia cierta...
