── ✦ 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍
❝ Min Yoongi es un príncipe que lo tiene todo, pero hay algo que él nunca ha podido obtener; aceptación.
Está cansado, está disgustado, está harto de esta pesadilla de la que no puede escapar y su psiquiatra, Park Jimin, puede s...
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Cuanto más oscura es la noche, más brillante es la mañana.
La noche había traído un regalo dulce y agradable; una encantadora mañana con un nuevo comienzo.
—Buenos días —saludó Jimin con una sonrisa deslumbrante en su rostro, mientras entraba en la clínica. Jisoo, que siempre llegaba temprano al trabajo, devolvió el saludo.
—Llegó algo para ti —dijo, tomando un paquete envuelto de su escritorio para entregarlo a Jimin.
—¿Qué es? —preguntó Jimin, tomando el paquete en sus manos.
—No tengo ni idea —Jisoo negó con la cabeza. —Pero debo decir que me sorprendió un poco saber quién es el remitente.
—¿Quién es?
—Bueno, no quiero estropear la sorpresa, ve y echa un vistazo. Jisoo rió.
—Espero que esta no sea una de tus bromas —dijo Jimin, recordando el regalo del día de los inocentes que Jisoo le dio ese año, que resultó ser una pluma que daba pequeñas descargas eléctricas cuando se usaba.
—Yo no soy la remitente —Jisoo respondió con una voz burlona, riéndose de los hilarantes recuerdos de Jimin agradeciendo ingenuamente por la pluma, para dos segundos después oírlo aullando por el golpe eléctrico. —Ha llegado esta mañana.
—Mmm —Jimin comenzó a desenvolver la caja como un niño pequeño en la mañana de Navidad. —Bueno, a juzgar por el tamaño de esto, no es otra pluma de choque —Jimin arrancó la última pieza del papel de regalo.
—Ah, es una lámpara.
No era solo una lámpara. Era una lámpara de mesa de color amarillo pastel de diseño simple, perfecta para la sala de estar de Jimin.
Jimin, quien inmediatamente sonrió con admiración por el inesperado regalo, dio vuelta al papel de regalo para comprobar quién era el remitente.
Un nombre familiar estaba claramente impreso.
Min Yoongi.
Jimin dejó escapar un suave jadeo por el inesperado nombre, el calor se elevó hasta sus mejillas.
También encontró una nota debajo de la lámpara, la tomó para leerla.
La nota contenía sólo tres palabras en una escritura pulcra.
Es mi disculpa.
Tres palabras, pero fueron suficientes para hacer que la sonrisa de Jimin se ampliara más.
Yoongi no era el tipo de persona que pidiera disculpas por voluntad propia. Probablemente esa era la razón por la que eligió esas palabras tan formales en lugar de un simple «lo siento.» Pero, ¿a quién le importaba eso? Era un gesto hermoso.
—¿Qué dice? —Jisoo estaba prácticamente saltando delante del rubio para ver qué decía la nota.
Jimin se echó a reír y apartó el trozo de papel, sacudiendo la cabeza como un niño de tres años escondiendo sus dulces. —Es un secreto.
—Oh, vamos, esperé como una buena chica. Me contuve de no abrirla antes de que tú vinieras —se quejó Jisoo.
—Es una cuestión de absoluta confidencialidad con mi paciente —Jimin bromeó con formalidad falsa, su risa sonó entre palabras.
—De acuerdo, solo una palabra —suplicó Jisoo.
—De ninguna manera —Jimin bromeó, sacando su lengua, luego puso la nota en su bolsillo.
Volvió su atención a la lámpara, dejando a Jisoo murmurar y quejarse enfurruñada.
Cuando encendió la lámpara, la pequeña bombilla arrojó luz dorada en todas direcciones.
Le encantó. Absolutamente la amó.
Ese regalo de Yoongi reemplazaría la lámpara rota que Taemin le había obsequiado.
Sin embargo, eso no es lo único que haría.
La bombilla era pequeña, pero era lo suficientemente fuerte como para alumbrar toda oscuridad. Todo comenzaba con un pequeño cambio, como una semilla que crece para ser un árbol.
No importaba lo pequeño que fuese, volvería a haber luz, habría esperanza otra vez.
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