Capítulo 36

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La temporada navideña ya había llegado.

Ya había villancicos sonando en las calles cubiertas de nieve, árboles de navidad, luces adornaban las ventanas de los cafés y tiendas. El clima era frío, pero era una temporada feliz.

Eran aproximadamente las seis de la tarde. Yoongi fue el primero en llegar al teatro. Vestía un largo abrigo de invierno y un par de gafas de sol Dolce & Gabbana, su llamativa apariencia definitivamente destacaba entre la multitud.

Recorrió el vestíbulo para ver si Jimin estaba allí, pero en lugar de encontrar a quién esperaba, vio a cierta distancia de él a un par de hombres bien vestidos con trajes, que parecían estar buscando a alguien. Yoongi apretó los dientes cuando los reconoció.

Miró su reloj y entonces fue cuando sintió a Jimin acercarse él.

—¡Ey! —saludó mientras se detenía junto a Yoongi y estabilizaba su respiración. —¿Hace mucho que esperas?

Yoongi negó con la cabeza. —Recién llegué.

—Bien —Jimin respondió con una sonrisa blanca como la nieve, luego silbó a Yoongi. —Te ves muy guapo.

El mayor simplemente rechazó los elogios con una expresión cínica y no respondió.

—No eres muy bueno recibiendo cumplidos, ¿verdad? —mencionó Jimin, riendo dulcemente.

Yoongi lo ignoró, dirigiéndose directo hacia la entrada del teatro. Jimin lo siguió, con una sonrisa de complicidad en su rostro.

El musical que iban a ver esa noche era, Atrápame si puedes.

Yoongi no tenía idea de qué se trataba la obra, pero encontró el título muy gracioso. Jimin fue quien sugirió verlo y como Yoongi no tenía ni idea de qué tan bueno o malo era el musical, dejó que el psiquiatra decidiera.

Entraron en el teatro y tomaron asiento.

Jimin miró a Yoongi, quien comenzó a hojear el folleto sin siquiera quitarse las gafas de sol en la oscuridad.

Entonces se inclinó hacia el otro para susurrar.

—¿Por qué no te quitas las gafas de sol?

—Me están siguiendo —Yoongi respondió, aunque su expresión no cambió ni un poco, como si no le importara.

—¡¿Qué?! —Jimin se quedó sin aliento.

—Vi a algunos de los guardaespaldas de mi padre merodeando antes de entrar —respondió Yoongi casual, todavía leyendo el folleto. —Probablemente me estén buscando.

—¿Por qué? —Jimin preguntó, desconcertado.

Yoongi cerró el folleto y giró la cabeza para mirarlo, con una sonrisa.

—Por ti —susurró.

—¿Por mí? —los ojos de Jimin se abrieron de sorpresa.

—Mis padres me han estado vigilando desde que descubrieron que todavía nos vemos —Yoongi respondió. —Lo descubrí hace un par de días.

—¿Entonces están tratando de saber dónde estás y qué estás haciendo todo el tiempo? —Jimin frunció el ceño ante semejante tontería.

—Así parece ser —contestó con el rostro calmado. —Pero los guardaespaldas todavía no nos han visto.

—Eso es absurdo —la voz de Jimin sonaba bastante indignada, con el volumen un toque arriba de lo normal. —¿Cómo...?

—Shh —Yoongi levantó el dedo contra sus labios. —No hagas tanto ruido.

—¿Cómo pueden hacerte esto?— Inmediatamente Jimin redujo su voz a un susurro. —Ellos no son tus dueños o algo así.

Yoongi resopló. —Trata de decirles eso en la cara.

—¿Así que los guardaespaldas están aquí? —Jimin preguntó con incredulidad, girando su cabeza hacia atrás para encontrar a cualquier persona que tuviera apariencia de guardaespaldas.

Esta vez, Yoongi colocó su dedo debajo de la barbilla de Jimin para voltear su cara hacia el frente. —No actúes tan sospechoso.

—¿Cómo puedes mantenerte tan tranquilo con todo esto?— Jimin miró a Yoongi.

—¿Crees que esta es la primera vez? —Yoongi dibujó una sonrisa fría.

—¿No lo es? —Jimin siseó en shock.

—La primera vez que sucedió esto fue cuando aún era adolescente —respondió Yoongi, frunciendo el ceño al recordar lo disgustado que estaba cuando se enteró. —Por razones similares.

—Pero...—Jimin arrugó la frente. —¿Cómo sabían dónde estabas?, a menos que tengan algún tipo de vigilancia telefónica.

—Esos tipos han sido entrenados para enfrentar cualquier situación— comentó, bastante divertido por la seriedad con que Jimin se estaba tomando esto. —Son de los mejores profesionales.

—Por Dios —murmuró Jimin, sacudiendo la cabeza. —No puedo creer que supieras todo esto y aun así aceptaras venir.

Yoongi se encontró con los ojos de Jimin y se preguntó; ¿Realmente valía la pena el riesgo?

Estaba oscuro dentro del teatro, pero el brillo en los ojos de Jimin todavía estaba allí.

Y la respuesta a la pregunta también estaba allí.

—Hicimos una promesa —respondió.

Jimin extendió lentamente una bonita sonrisa en su rostro, que, sin duda, hizo que el corazón de Yoongi saltara.

Luego le dio un codazo en el brazo a Yoongi.

—Mírate eres todo un rebelde —susurró, riendo en voz baja.

Yoongi sonrió y también susurró su respuesta. —Eso es porque me enseñaste bien.

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⏰ Última actualización: Oct 14, 2021 ⏰

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努 "One Last Dance" ★ 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora