XVII

18.9K 1.4K 1.7K
                                    


POV ITADORI:

Después de haber estado corriendo durante algo más de una hora, volví a casa bastante sudado. Antes de entrar, me encontré dos cosas blancas en la entrada.

Una de ellas era el pelo de Gojo, que estaba recostado en la pared, con los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza recostada en ella.

La otra, era una carta, que estaba medio fuera del buzón. La cogí y me dirigí a la puerta. Escuché un suave ronquido al pasar al lado de Gojo.

¿Se ha quedado dormido de pie?

Me acerqué a él y toqué su hombro. Se sobresaltó y se apresuró a sonreirme como siempre. Yo también lo hice, pero tratando de contener la risa.

-Hola, Gojo, ¿interrumpo tu siesta?- le pregunté amablemente.

-¿Eh? Hola Itadori, no estaba dormido- le di una mirada sarcástica- ¡Lo juro!

Estallé en una carcajada y Gojo sonrió aún más. Abrí la puerta de casa y pasamos juntos hasta mi habitación.

-Me ha llegado una carta- despejé mi escritorio, que estaba lleno de mangas, para luego sentarme y leer la carta.

-¿De quién es?- me quedé callado al leer la primera línea, y él se acercó hasta mí.

Hola, Dori:

-La unica que me llama así es ella- miré al peliblanco y le sonreí con los ojos cristalizados- Es de ella...- me revolvió el pelo asintiendo, su cuerpo estaba muy inclinado hacia delante para alcanzar mi altura.

¿Sorprendido? Yo también. Estoy bien, me las he arreglado como he podido y he conseguido hacerte llegar esta carta.
Espero que tú también te encuentres bien, y que estos inútiles te estén cuidando. Como me entere de que te hacen algo, les cortaré las pelotas y se las daré de comer después de pasarlas un poco por el fuego.

Sentí como Gojo se estremecía a mi lado, y yo reí, sorbiendo por la nariz de paso, tratando de respirar mejor. Seguí leyendo.

No me busques, te puedes meter en problemas. Cuídate peque.

La carta terminó y yo le di varias vueltas para buscar algún mensaje más. No había nada.
Ya sé que decía que no la buscara, pero eso era imposible para mí. Tenía que encontrarla y ayudarla a salir de donde estuviera. Me levanté de un salto de la silla, sin acordarme de que Gojo estaba justo detrás.

Cuando estuve a punto de salir de mi cuarto, sentí que me agarraba del brazo y me tiraba hacia él. Sus brazos me envolvieron con fuerza. Mi frente se quedó apoyada en su hombro y él agachó el cuello para poder hablarme en el oído.

-Te ha dicho que no la busques, por favor Yuuji, hazle caso- sus brazos me apretaron aún más, y yo levanté los míos para apoyarlos en su espalda.

-Traquilo, no me pasará na- me interrumpió.

-No, no irás, no soportaría que algo malo te pasara- se separó de mí y me miró- Además, prefiero conservar mis pelotas por el momento.

Reí, tratando de aligerar el ambiente, pero quería salir por la puerta e ir a buscarla de nuevo, como el primer día.

El primer día, cuando recorrí las calles con Megumi. Enterarme de lo que había hecho todo este tiempo me dolió, aún no tenía claro lo que sentía por él, pero su traicion me dejó en un estado deplorable. Pensaba en todas las veces que me mintió y usó, y sentía ganas de vomitar. Confié tanto en él, y así terminé.

Abracé de nuevo a Gojo, y él me devolvió el abrazo.

-Al menos sabemos que está bien, piensa en positivo- sus palabras me reconfortaron.

SUMISA | TOJI FUSHIGURO | +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora