Ohayooo porcoooooooo (jaja perdón, me levanté graciosa hoy)
No ta corregido sorry.
_______________________Toji
—Así que secuestrando a la mejor amiga de tu hijo, ¿no?— preguntó en cuanto le abrí la puerta.
—No se de que hablas Sukuna — intenté cerrar la puerta pero lo evitó con la mano.
Se apoyó en el marco de la puerta —Oh vamos, T/N, la chica por la cual estás obsesionado, desaparece mágicamente ¿y no estas buscándola como un loco? No soy idiota Toji —
Le miré con falsa preocupación —Deja de fumar esa mierda, te estas quedando sin neuronas — hablé sarcástico.
— El listo de la relación soy yo cariño, lo sabes perfectamente — me guiñó el ojo.
siempre con sus malditas estupideces de pareja- pensé
Fruncí mi ceño — Ve al grano, ¿Qué quieres sacar de todo esto? Te conozco y se que te importa una mierda si la tengo secuestrada o no —
Sukuna se coló por debajo de mi brazo y entró a la casa sin mi consentimiento. Desabrochó los primeros botones de su camisa y sacó el vino de la despensa. Agarró la Copa más grande que había y la llenó con aquel líquido rojo que tanto le gustaba, para después, tumbarse en el sofá despreocupado.
—¿No te han dicho que es de mala educación entrar a la casa de alguien sin avisar? — Cerré la puerta y me senté en el sofá de enfrente.
Arqueo una ceja — ¿Y a ti no te han dicho que es de mala educación secuestrar personas? — le dio un trago a la copa sin dejar de mirarme.
Chasqueé la lengua — Ya te he dicho que no la tengo yo —
Se levantó del sofá con la copa en la mano y se dirigió a la cocina. Me levanté alarmado al verlo pegado a la isleta , ya que ahí se encontraba la puerta al sótano y ese cabrón, tenía una copia de la llave.
Se agachó y acercó su anillo al lugar donde se encontraba la puerta, dispuesto a abrirla —Debiste haberme quitado la llave de tu sótano cuando dejamos de hacer ilegalidades juntos ahí abajo — alzó la copa como si estuviera brindando.
Corrí hacia el y aparte su mano de la puerta — Dame ese puto anillo —
— Tranquilo, no iba a abrirla, era solo para saber si me encontraba en lo cierto o no, y por lo que veo, si que la tienes tu — me sonrió pícaro.
Solté su mano con rabia — ¿Y que harás ahora? Si dices algo,juro que estas muerto antes de que me metan en la cárcel —
Empezó a reír — Tranquilo, tranquilo, solo vengo a proporcionarte ayuda y la necesitas ¿verdad? ¿O acaso me equivoco? —
Me volví a sentar en el sofá, dispuesto a escuchar su propuesta — No tengo todo el día —
Se sentó frente a mi — Bien, es sencillo. Por cuestiones de trabajo, no siempre estas en casa e incluso a veces no vuelves en días. No puedes dejar a la mocosa tanto tiempo ahí abajo sin ayuda, moriría, así que vengo a proporcionarte eso. Vigilancia y seguridad de la chica mientras tu estás fuera— Le dió un trago a la copa, bastante relajado.
— ¿A cambio de que? Sabes que voy escaso de pasta — suspiré frustrado, no me gustaba hacer planes en los que estuviera incluida la pérdida de dinero.
— No tienes que pagarme nada, solo te estoy haciendo un favor, para que tu, me debas uno y el día de mañana, me salves el pellejo. Además últimamente es todo muy aburrido — hizo un puchero.