Remordimiento

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Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

Para considerar: esta historia es universo alterno y está clasificada para mayores de edad, puede contener violencia física o emocional así como escenas eróticas.

-O-

Declaración culpable

De un amor sin futuro

No hay esperanza

No hay luz

Aun cuando tus besos

Me saben a gloria

Y tus caricias

Como el rocío

En primavera

Y mi cuerpo arda

En deseos

Debo aferrarme

Con uñas y dientes

A lo único que podrá

Mantenerme alejada

De ti para siempre

Una moneda

De dos caras

Llamada

Remordimiento

-O-

Cuando la razón vino a mí cayó como un balde de agua fría, sí, caí en sus brazos en sus redes y a voluntad. La voz de Shinnosuke al otro lado de la puerta me sacó completamente de trance, del calor ardiente que quemaba mi vientre. Estaba envuelta por él, su cuerpo sobre mí se acoplaba perfectamente y sus manos acariciaban mi piel mientras sus labios no daban tregua a mi boca. Mi corazón pedía, clamaba por más... sin embargo mi cerebro frenaba el impulso intentando insulsamente alejarlo de mí.

Cuando sus luceros me vieron, noté tanta pasión contenida que me estremecí. No iba a soltarme fácilmente, no pude emitir sonido porque sus labios me poseían tan vehemente que apenas y podía respirar. Esto no debía ser así, esto nunca debió pasar ¿cómo es que sucumbí tan rápido? Me preguntaba con el más alto reproche, con la palma de mis manos logré alejarlo y me vio con desesperación.

-¡Ya voy! - exclamé ante la insistencia de Shinno.

-No puedes hacer esto- dijo al notar mi decisión.

-¡Ranma, esto no debió pasar y lo sabes! - chillé intentando que saliera de encima.

-Akane si ese- se detuvo un momento - sabes bien que deseas esto tanto o más que yo- agregó incorporándose en el sofá, dando cabida a que me alejara lento pero seguro de su cuerpo.

Me puse de pie y caminé hasta la puerta, cuando la abrí Shinnosuke sonreía, pero casi al instante se esfumó de su rostro esa dulce expresión.

-¿Estabas a puertas cerradas con él? - preguntó ante lo evidente.

-Para qué preguntas lo obvio- se apresuró a decir Ranma muy molesto.

-No sé en qué momento se cerró, Ranma me trajo al teatro desde el hospital- dije con una sensación de culpa a flor de piel.

-Pudiste llamarme...

-No seas tan servicial, fue una casualidad también me iba del hospital- contestó el ojiazul.

Almendros en mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora