Un hermoso florecer

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Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

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Una brisa cálida pegaba contra mi rostro, la primavera asomaba llena de colores en Tokio y junto con ello mi corazón se llenaba de calidez cada vez que te veía...

¿Cómo olvidar la primera vez que te vi? Se sentía como si ya te hubiese visto en mis sueños, parecía que estábamos más cerca de lo que pensábamos. En un principio te juzgué mal pero limpiaste mis lágrimas. Se sentía como si no hubiera nadie en medio y no imaginas como siento haberte amado, no pude evitar lo que albergó mi corazón. Parece un sueño pero en realidad estoy muy despierta, tanto que duele.

Caminaba por un sendero rodeada de hermosos almendros, me acompañaba mi mejor amiga a la que le confiaba mis temores y mis alegrías. Ella platicaba muy animada acerca de un taller nuevo que tomaría en la universidad y como siempre prestaba atención a sus intereses. Nos detuvimos pues saqué mi cuaderno para dibujar el hermoso almendro que estaba justo frente de mí, ella me sonrió y se quedó en silencio mientras trazaba líneas sobre el papel. De pronto una risa contagiosa llamó mi atención, fue lo primero que vi... esa enorme sonrisa que brillaba bajo los pétalos de almendro.

Alto y fornido se notaba que te gustaba el deporte por la playera que traías, un par de brazos fuertes sostenían un libro, de cabello negro azabache y espesas pestañas que daban paso a un par de mares... o quizás el cielo, sí, un hermoso y basto cielo azul. Pasaste por mi lado ignorando mi presencia y m corazón se aceleró de puros nervios, apreté contra mi pecho el cuaderno en el que dibujaba y me estremecí por completo ante esa nueva sensación.

Sumergida en mis pensamientos y en ese nuevo sentimiento, ignoré que otro par de ojos te admiraba con deseo...

Ese mismo día te vi dos veces más, no parecía coincidencia para mí aunque creo ignorabas mi mera existencia. Compartíamos una sola clase, éramos de distintas carreras pero aprendíamos el idioma de inglés. Desde la otra esquina del salón te admiré, en absoluto silencio pude notar que eras muy social, que las chicas te buscaban pero que cuando llegaba el maestro toda tu atención se centraba en la clase. Siempre te ibas después que yo... o más bien esperaba a que te fueses, solo para verte un poquito más.

Ese día era casi redondo, la tercera vez fue en la cafetería... comías con mucho entusiasmo un tazón de ramen, mi amiga me hablaba y no podía prestarle atención me preguntaba si un día voltearías a verme, algo vanidosa deseché esa opción en cuanto vi como una chica de excelentes medidas te abrazaba muy cariñosa.

Mi corazón se sintió desilusionado al pensarte en brazos de ella... pero el destino me mostraba que no eras el indicado y continué en silencio, de lejos, admirándote y esperando que nadie se diera cuenta de lo que mi corazón se negaba a renunciar.

Los días, los meses pasaron y pronto se había cumplido un año, esta vez iba sola por el mismo sendero, era mi favorito y nuevamente los almendros estaban hermosamente florecidos. Alcé mi rostro y tomé una gran bocanada de aire llenándome de su armonioso aroma, la brisa cálida de la primavera hacía revolotear mi largo cabello y el brillo del sol iluminaba mis mejillas...

De pronto una voz grave y masculina me sacó de mi ensoñación y cuando abrí los ojos me sorprendí enormemente al encontrarte parado frente a mí, algo decías pero los sentidos se me nublaron y lo único que oía era el desbocado latido de mi corazón, quedé paralizada.

-¿Es tuyo? ¿Me oyes? — Alcancé a entender cuando logré controlarme, tus manos extendían mi nueva libreta de dibujos — ¿Tú hiciste esto? — preguntaste mirando mis trazos, me incomodé y te arrebaté bruscamente de las manos el pequeño cuaderno.

-Lo siento— dije al ver su rostro serio.

-Estaba en el suelo— respondiste.

-Gracias no me di cuenta que se cayó— me di la vuelta para salir corriendo antes de que el color me pintara las mejillas dejándome en evidencia, pero él me detuvo cogiendo mi brazo.

-Espera ¿te he visto antes? — preguntaste pero no quería mirarte, me sentía bien así pasando desapercibida.

-Estudio en la Universidad de enfrente— respondí y este aflojó su agarre, fue lo último que dije antes de salir corriendo.

Recuerdo lo tonta que me sentí por haber reaccionado así, cosa que de nada sirvió pues al día siguiente me reconociste en la clase de inglés la cual compartíamos.

Nuestras miradas se cruzaron varias veces y me mortificaba pensar que creyeras cosas que no son... lejos de todo aquello, me alcanzaste en el pasillo y me saludaste muy amistosamente.

-Soy Ranma Saotome, tengo veinte años ¿y tú? — claro que lo sabía, estaba muy enterada de hasta su signo zodiacal y es que fue inevitable buscar información acerca del chico popular más guapo de la universidad, pero aplicaría mis clases de actuación.

-Akane Tendo, mucho gusto— respondí.

-Compartíamos una clase, estaba seguro de haberte visto antes — dijiste muy convencido.

-Bueno tengo que irme— me apresuré a decir.

-Espera un momento, esa libreta... ¿tú dibujas? — Solo asentí— pues sería muy atrevido pedirte ayuda con eso, es que tengo que presentar unos trazos y tengo ciertas dudas— inquirió.

-No soy tan buena, quizás alguien más podría ayudarte— dije nerviosa, él se rascó la nuca y puso rostro de desilusión, di la vuelta y me alejé lentamente.

Me detuve con una especie de corazonada, giré y él estaba parado en el mismo lugar con la mirada perdida en el suelo...

-Hey, Ranma Saotome ¿puedes mañana a las seis? — pregunté con toda la valentía del mundo, este abrió los ojos y pensé que me perdería en ellos sobre todo cuando mostró la hilera de dientes perfectamente blancos, respondiendo en un rotundo sí.

Y fue así como comenzó mi historia de amor, mis ojos y mi corazón estaban grabados con un solo nombre y nunca más se borró de allí.

Continuará...

Estimado lector gracias por leer esta nueva historia de amor, sin adelantarles mucho el principio será dulce y bonito pero conforme se desarrolle la obra todo se tornará oscuro.

Si te gustó déjame tu preciado voto en la estrella y comenta, amo leerlos.

Desde Chile y en cuarentena, una fanática más de Ranma ½

Sweetsimphony._

Almendros en mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora