Vete con ella

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Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

Para considerar: este fics está clasificado para mayores de edad, puede contener violencia física o emocional así como escenas eróticas y lenguaje soez.

—O—

Dolió...

Nunca dolió tanto

Como ese día

Tu cariño

Es un castigo

Dolió...

Te miro y suspiras

Quema

Ahoga

Apenas respiro

Y sigues ahí

Observándome

Con esa diminuta

Pero imponente

Pieza de oro

Que me recuerda

Que le perteneces

A otra...

Yo aparto la vista

Más no será suficiente

Ruego al cielo

Que mi corazón

No mire atrás

Pues para nosotros

No habrá nunca

Una despedida

—O—

Inglaterra, Liverpool

Apenas y lograba reponerme, un artículo en el periódico británico me había dejado frío... mencionaba la sociedad Japonesa Americana entre Saotome y un tal O'Connor como jóvenes arquitectos revelación, las líneas hacían alusión a su estrecha amistad desde Nueva York y como Ranma había superado la enfermedad de su padre quien batalló contra un cáncer hasta hace seis meses atrás en donde finalmente falleció. Sin embargo la triste noticia de la muerte de su padre no me sorprendió tanto como lo que venía a continuación...

"El joven Saotome ha pasado por mucho, además de la barrera idiomática que al parecer no fue una piedra de tropiezo logró encontrar el amor en una compatriota que se encontraba en la gran manzana, sí, las nupcias llegaron justo antes de su lamentable perdida"

Estaba en plena sesión fotográfica y el breve receso llegaba a su fin, tocaban a la puerta de mi camerino y no había logrado comunicarme con mi amiga en Japón, las lágrimas brotaban de mis ojos como cascadas y el hoyo en mi corazón se profundizaba con el pasar de los minutos.

-Ryoga debemos continuar — dijo mi manager entrando sin mi permiso.

-Necesito viajar a Japón — dije con el papel del periódico arrugado en mis manos.

-¡Qué! Es una broma ¿cierto? — exclamó acercándose.

-¡Debo ir, es urgente! — gruñí levantándome de la silla.

Almendros en mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora