La vida con el apellido Black

6. Los Recuerdos de Sirius Black

Era un nuevo amanecer y el sol brillaba este día excepto para cierto pelinegro en Azkaban

Sirius Black se encontraba en el suelo de su celda sintiéndose fuera de si, con poco tiempo en Azkaban ya no se sentía el mismo hombre, no durmió toda la noche con un mismo pensamiento rondando por su cabeza "Elizabeth Black"
La noche que fue llevado injustamente por los aurores en medio de una redada el se encontraba con su pequeña bebé en brazos, trataba de ponerla a salvo después de descubrir que uno de sus amigos, realmente era seguidor de Lord Voldemort, Peter Pettigrew, antes miembro de los merodeadores había traicionado a su mejor amigo, James Potter entregándolo junto a su familia a una muerte segura.

Justo la noche del acontecimiento Su pequeña Elizabeth se encontraba al lado de cierto bebé castaño, Harry Potter hijo de James y Lili, ya que Sirius se encontraba con Emma Black, su esposa en cierto barrio Muggle, por cómo se encontraba la situación en su mundo, por precaución, su esposa debía realizar cierto viaje lejos de ellos, lastimosamente dejando a su esposo responsable de su amada hija, después de dejar a su esposa y ver cómo ella emprendía camino a un destino desconocido para el, regresó a casa de James para encontrar la peor escena que pudo imaginarse.

El hogar de sus amigos había sido forzado, al entrar no encontró más que destrozos y su mente fue inundada por un solo pensamiento

-Lizzie- susurró lleno de temor

Corrió hacia las gradas para dirigirse a la habitación de su ahijado donde con todas sus fuerzas pedía internamente que ella estuviera ahí sin ningún problema, al subir al segundo piso se encontró en el pasillo con algo que le rompió el corazón, James Potter uno de sus mejores amigos se encontraba tirado en el suelo sin vida, el corazón del Black se hizo pedazos, sus ojos no soportaron más y sus lágrimas comenzaron a correr, sentía que no podía respirar, sus piernas se debilitaron al verlo ahí, sin alegría en sus ojos, sin la calidez y sonrisa que lo representaban, veía el cuerpo de su amigo pero todo se sentía tan vacío, James ya no estaba ahí.

Rápidamente corrió a la habitación de Harry, llorando y respirando con dificultad, con gran tristeza, al acercarse escuchó a su pequeña Elizabeth y al pequeño Harry Potter llorando, se asustó y corrió hacia la puerta al llegar notó que todo empeoraba, Lili Evans Potter, esposa de James y su gran amiga yacía en el suelo frente a la cuna en la cual los dos pequeños lloraban sin parar, Sirius no lo soportó más y comenzó a sollozar, sollozos de dolor puro y arrepentimiento, se arrodilló frente a Lili y extendió su mano para tocar su rostro, de nuevo el sabía que aún viendo su cuerpo, ella ya no se encontraba ahí, sus ojos amorosos la habían abandonado, dejando una mirada vacía, el dolor era tanto que sentía no poder caminar, se arrastró a la cuna viendo a su hija y ahijado llorando con gran sentimiento, respiró profundo y de donde pudo sacó fuerzas para ponerse de pie y aún llorando los cargó para salir de la casa, tomó la manta de su pequeña para envolverla con ella y la manta de su ahijado para repetir el proceso, al tenerlos en brazos los abrazó profundamente, era un verdadero milagro que ambos siguieran con vida.

Sirius Black salió de la casa de los Potter dejando ahí sus cuerpos con mucho dolor en su corazón, lloraba sin parar y sin dejar de abrazar a los bebés, no pudo más y cayó arrodillado atrás de un arbusto, él había puesto a un protector, no entendía lo que había sucedido, ¿el protector estaría muerto también?

-¿Black? ¿Eres tú?- preguntó una voz grave acercándose hacia donde el pelinegro se encontraba -¿Que ocurre? Espera... ¿Esos son los pequeños?

Sirius no podía hablar solo lloraba, sollozaba, suspiraba, todo lo que pudo hacer fue asentir con la cabeza hacia el semi-gigante y abrazar más fuerte a los bebés que por sorpresa se habían calmado bastante