5. Aquella niña.

597 61 0
                                    

Siempre con el pelo suelto, pocas veces iba con coleta, pero cuando lo hacía, recordaba a la niña pequeña que fue un día.

Nunca se lo pusieron fácil.

Tuvo que sacarse el carnet de mayor con demasiado adelanto.

Tuvo que aprender a cuidarse, cuando necesitaba ser cuidada.

Pero habían pasado muchos años desde entonces.

Y su mirada seguía siendo la de aquella niña inocente y alegre.

Seguía mirando como entonces, llena de vida, y sus ojos brillaban cuando me miraban.

(Puedo jurar que no existía mejor muerte que esa. De felicidad, me refiero)

Caminaba, haciendo que nada importaba, pero no era así.

Quería vivir, quería cerrar los ojos y dormir sin despertador, quería ser feliz.

Y es que no había nada mejor, ni más precioso en este o en cualquier otro mundo, que aquella sonrisa de niña pequeña.

Poemas a un ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora