Día 2 Escena Final del manga

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DISCLAIMER: Si no quieres spoilers del manga no leas este one-shot, quedas avisado ;) 

Una neblina cubría todo el lugar, no se escuchaba ni un alma, no sabía exactamente que acababa de pasar, aun en estado de shock con todo lo sucedido, con un molesto pitido retumbando en sus oídos y el sabor de la sangre en su boca, sintiendo que la sangre escapaba por su cuerpo, posiblemente desangrándose sin remedio, no sentía la pierna derecha, no sentía las energías de levantarse y a duras penas logró apoyarse tras un bloque de piedra, ¿estaría muerto? ¿Acaso este eran sus últimos momentos antes de abandonar el mundo? ¿daría su último aliento? Si era así respiraría por última vez, profundamente mientras cerraba los ojos y pensaba en la vida tan dichosa que había llevado, se sentía completamente listo y en parte en paz consigo mismo porque... realmente se estaba muriendo ¿no?

Esa fue su pregunta, que tras tanto dolor acabó muerto, que tal vez le dio un infarto o quien sabe, que al final un titán acabó aplastándolo, porque si no ¿Por qué rayos estaba viendo a todo su escuadrón ante él? 

Su vista estaba fijada en aquel grupo de personas que lo observaban, al principio no sabía que hacer o decir, de su garganta no salía ni una palabra, se le congeló la sangre, sintió un nudo en el estómago, fue entonces que entendió que si estaban allí es porque al final lo consiguió, logró vengar sus muertes y justificar cada perdida, nadie murió en vano, ella no murió en vano. 

Erwin asintió como gesto de respeto, con una mirada en paz, tranquilo.

-Sabía que lo conseguirías, por algo siempre fuiste el soldado más fuerte de la humanidad-Habló para él, Levi bajó la cabeza, no hacía falta que lo halagara. 

-Os lo debía...-Respondió alzando la vista para ver a Hange allí, era raro verla desde aquel otro lado cuando hacía unas horas estaba con él. 

-Hange... Te dije que nos volveríamos a ver, aunque siendo sincero no sabía que sería tan pronto -Ella sonrió con cierta nostalgia, aunque siempre Levi haya sido brusco y borde con ella eran como hermanos y pudieron cuidarse el uno al otro, al fin y al cabo ambos sabían lo que era perder a sus soldados, sabían lo que era ser el único de su brigada, lo que era cargar con un compañero caído , el dolor que les daba ver a los cadetes que prácticamente habían visto crecer muertos, ambos habían estado el uno para el otro en su duelo cuando perdieron a la persona que amaban, ella cuando murió Moblit y él cuando perdió a.... 

-Petra...-Susurró Levi cuando la vio entre aquella espesa neblina a causa de la desaparición de los Titanes.

Ella mostró una mirada llena de ternura, avanzando entre la niebla espesa hasta arrodillarse frente a él.

- Ha pasado tantos años... -Dijo embelesado sin creerse aún que estaba allí, alzó la mano queriendo tocarla, pero tenía miedo de que se fuera, otra vez.
-Mi amor... Siempre estuve contigo, cuidando tus espaldas, como te prometí -Habló intentando no llorar frente a él de la misma alegría que le daba poder tomar su mano con la suya, acariciando el dorso de la misma con suavidad viendo los dos dedos que le faltaban, Levi correspondió al gesto cerrando un instante su ojo al recordar cómo era el tacto de su piel y dirigirle una mirada triste. Pese a la fatiga y el dolor de sus heridas, ahora era incapaz de sentir nada de eso, todos sus sentidos estaban atentos a ella.

-Lo sé... Me habría venido bien tu ayuda con esos mocosos -Ella sonrió acariciando su mejilla con ternura.
-Has sufrido tanto... Siento tanto haberte hecho tanto daño-Se disculpó sin dejar de apartar su mano, cosa que él internamente agradecía y negó con la cabeza.
-No, fue culpa mía, te lo dije en la noche, que no me separaría de ti y fue exactamente lo que hice.
-Cumplías órdenes, Levi... Igual que yo.

Manual de una perdida | RivetraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora