"Para una mente preparada,
la muerte solo es la siguiente aventura."SEVERUS tropezó un poco, el bosque estaba muy oscuro pero esa noche particularmente más de lo normal y el lo conocía bastante bien. Un presentimiento vano se introdujo en su estómago, su instinto le decía que parará de buscar porque pronto alguien vendría por el. Entonces, decidió detener su caminar automático y reparar en su alrededor notando finalmente que no podía ver más allá de la punta de su nariz.
Mirando hacia arriba, busco la luna que se encontraba llena esa noche. Incluso eso se había perdido, lo que significaba solamente una cosa. No se había estado acercando a la salida, si no que se había metido mucho más. Nervioso revisó entre sus túnicas para hallar su varita y como si fuera imposible aún estaba entre sus dedos. Tembloroso intento invocar un recuerdo felíz pero no podia recordar nada en ese instante. Era como si su felicidad menguante se hubiera evaporado, deseando desde el fondo de su corazón que alguien pudiera verlas lanzó chispas rojas.
Entonces escucho el crujido de las ramas detrás de sus espaldas y trago en seco apuntandola al peligro. Rezando e implorando por una criatura amigable como un unicornio se giro encarando el peligro como lo haría ese idiota león que lo había metido en ese lío. Sus pensamientos se desvían a las pequeñas semillas que estaba destinado a proteger y las cuales estaban agazapadas debajo de la capa de invisibilidad. Un hechizo llego a su mente y no lo perdió de vista, solo era por pura paranoia se dice así mismo. Seguramente alguien vendría por el y todo terminaría en un abrir de ojos.
Pinky, la elfina canguro de los niños Potter, abrazo al pequeño bulto de mantas mientras que el pequeño niño de más de un año permaneció sentado a su costado. El amo Severus estaba a metros de ellos con su varita alzada protegiendolos y sintió sus ojos mojados. Porque el amo había sido tan bueno desde el día que el amo James se lo presentó. Ese día, entro vestido de azul celeste sujeto del brazo de su esposo con su mejor adorno; una sonrisa amable y dulce.
La elfina se había sentido pequeña e insignificante cuando cruzó su mirar con el. Sin embargo, el mago se había encargado de hacerla sentir importante. Primero logrando que ella usará ropa bonita cuando quisiera y ella había llorando tanto. Porque el mago había sido muy bueno incluso para sugerirle un sueldo, pero no se detuvo allí. Pinky jamas olvidará como aquel mago joven había discutido horriblemente con un mercante que se había aprovechado de su inocencia respecto al dinero.
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kingdom | snames
FanfictionSirius sabe que nada volverá a ser igual cuando el último montón de tierra cubre el ataúd de Severus. El sabe que James va a encender en llamas el mundo mágico buscando respuestas y venganza. También sabé que los responsables van a pagar caro porq...