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Sakura Haruno se encontraba en la puerta del conserje, sin pedir permiso y feliz por lo que estaba a punto de ocurrir adentro

Dentro del lugar, además de encontrar lo obvio, artículos de limpieza, se encontraba un joven de orejas suaves y una cola esponjosa color anaranjado . Golpeó las tijeras del jardinero que traía en la mano contra la pared para despertarlo, ya que se encontraba dormido sobre la misma sabana que uso por dieciocho años, la misma sábana con la que había sido dejado en el orfanato el día en que nació.Logró despertarlo después del tercer golpe y vio que al darse cuenta de que se trataba de ella, el terror pasó por su cara.Haruno sonrió malévolamente antes de hablar.

-Feliz cumpleaños rarito, te he traído un regalo-sin dar tiempo a que la rubio reaccione, lo tomó por el cabello dando un fuerte tirón, causando que soltara un gemido lastimero y unas cuantas lágrimas

-corte de pelo gratis! -su risa siniestra retorno por toda la pequeña habitación al mismo tiempo en que usaba las tijeras, que ni siquiera eran para lo que planeaba usarlas, y las dirigió hacia la chico para cortar su cabello.

Ias hebreas rubias
cayeron desde su cuello hasta el suelo y Sakura arrojo las tijeras

Hoy es un dia muy especial volvió a hablar al fin le iras de acá y ni mi madre ni yo tendremos que volver a verte en nuestras vidas! He esperado tanto el momento para que cumplicras los dieciocho, incluso he decidido dedicar este día a contagiar mi felicidad al resto. Sé que no te lo he dicho antes, pero la razón por la que estas acá es que tus padres nos hicieron firmar un contrato para que le mantuviéramos a salvo hasta que fueras mayor, yo creo que lo hicieron por lastima, incluso nos dejaron una gran suma de dinero movió su mano restándole importancia y suspiro en fin, coge tus cosas, te vas a la calle.

Abrió la boca como si fuera a responder pero no lo hizo, puso el gorro de lana con el que también había sido enviado al orfanato y envolvió su desnudo cuerpo en la sabana. Ni bien acabo de recoger sus pertenencias, Sakura la tomo fuertemente del brazo arrastrándolo por el orfanato, dejando que los niños que se cruzaban se rieran burlaran de él, de el chico raro y sin amigos, del "monstruo" con orejas y cola de zorro. Cuando llego a la puerta principal la abrió y sin más lo arrojo a la calle, dejándolo tirado en el suelo. Volvió adentro de un portazo y hecho llave a la puerta.

El chico se levanto y camino hacia quien sabe dónde, las personas lo miraban con curiosidad y lo examinaban como intentando entender que hacia una chico con esas fachas caminando tranquilamente por la calle.

Fue cuando anocheció, que paso por un callejón para dirigirse a una plaza que había logrado divisar, que sintió un tirón en la tela que la cubría, el sonido de que se había roto y un fuerte dolor en la espalda al ser acorralado contra la pared por un hombre ebrio.

-¿Que hace un bella chica como tú tan sola en estas calles?-relamió sus labios y paso su lengua por la mejilla de el rubio mientras al mismo tiempo volvia a dar un tirón a la sabana para intentar quitarsela, el soltó un chillido y mordió el brazo del hombre. Este soltó un grito, los pequeños colmillos del chico lo habían lastimado y la sangre comenzó a brotar de la herida.El corrió lo que quedaba del callejón. Corrió por la vereda.

Corrió por la calle y siguió corriendo hasta encontrarse a si mismo sentado en un banco de la plaza, abrazando sus piernas y llorando en completo silencio.

Un estruendo se escucho en el cielo y el tapo sus oídos con sus temblorosas y pequeñas manos.

Había comenzado a llover....

My Little FoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora