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Los amigos decidieron hablar de sus asuntos en privado tan pronto las cosas se calmaron entre los dos... o algo parecido a eso, olvidándose por completo de que dejaron a alguien en el interior de la casa. Caminaron juntos unas pocas cuadras hasta una plazoleta y se sentaron juntos contra un árbol.

— Aun me duele el rostro —Suigetsu sobo su mejilla. Sasuke lo había golpeado

— Deberías haberme dicho que vivir con esas cosas es sinónimo de pesadilla.

Suigetsu soltó una carcajada que hizo al Uchiha rodar sus ojos.

— ¡Pero si no es para tanto!

 Solo debes enseñarles.

— No voy a hacerme cargo de esa cosa ¡es como tener un bebé en cuerpo de adulto! ¡incluso se pasea sin ropa y todo! ¡ni siquiera habla!

— Eh eh... así que ese es el problema —la mirada picara que envió Suigetsu al Uchiha no paso desapercibida— te gusta el rubio—lo codeo ligeramente y es entonces cuando el azabache golpea la parte trasera de la cabeza de su amigo.

—Eres un tonto, Suigetsu.

—Lo que digas, dijo moviendo su mano restando importancia al asunto.

—Aunque es extraño.

—¿A qué te refieres?

—El entiende perfectamente lo que le digo pero no habla.

—Tal vez nunca se han tomado el tiempo o la molestia de enseñarle Sasuke —por primera vez en mucho tiempo, quizá si hablas con el rubio, con el tiempo se animara a hacer lo mismo contigo.

—Parece un niño.

—Note eso.

—La he enviado a investigar. Tal vez puedan encontrar algo.

—¿Ahora si te interesa el rubio?—otra mirada picara por parte de Suigetsu basto para que su otra mejilla encontrara el camino directo al puño de Sasuke— ¡Deja de golpearme!

—¡Deja de insinuar estupideces!

—Aja, lo que digas —el de dientes afilados movió su mano denuevo restando importancia al asunto— hable con Karin  y quiere conocerlo . Podríamos ir a alguna parte un día de estos.

—Espera... creí que te la llevarías en cuanto hablaras con Karin,dijo el azabache.

—Eh... —rasco su nuca y Sasuke supo que estaba buscando una escusa, suspiro

— ¡Ah! Karin me espera pronto, te veo luego— sin dar tiempo a responder, se fue a paso rápido.

Sasuke pasó las manos por su rostro antes de hacer lo mismo que su amigo, solo que emprendiendo camino a casa.

El azabache llego a su casa esperando que todo estuviese tal y como estaba cuando el se retiro.

Error.

—¡Aleja esa cosa de mi!

El Uchiha frunció el entrecejo reconociendo la voz de su amante provenir del interior. Pero es que ¿Quién había sido el idiota que la había dejado entrar sin ordenes suyas? no se quería ni imaginar lo que sería si también hubiese aparecido su novia... y ¿de qué cosa hablaba? Abrió la puerta de par en par con el rostro serio. La escena le hubiese parecido cómica, su amante, Yamanaka Ino, con una ¿escoba en la mano? Apuntando a un rincón, gritando con desesperación y a sus sirvientas intentando calmarla, le hubiese parecido cómica, si no fuera porque el pequeño híbrido que había aceptado cuidar estaba hecha un ovillo en el rincón de la sala.

— ¡Que significa esto! —el grito del Uchiha retumbo por todo el lugar dejándolo en silencio a excepción de los pequeños sollozos que salían de los labios del rubio.

— ¡Sasuke! Al fin has vuelto—su amante se abalanzo a el, rubia, con un vestido que a penas la cubría y ojos azules. Completamente superficial. El la aparto de un empujón.

— Sea quien sea que haya permitido que esta mujer entre, esta despedido—una sirvienta cuyo nombre no sabía, empleada nueva quizá, asintió y se retiro sin chistar.

— ¿Sasuke?

— En cuanto a ti, lo nuestro acabo.

— ¡No puedes !

— Puedo. Se termino. Vienes a mi casa sin avisar, sabiendo de lo riesgoso que puede ser si se encontrara mi novia y por encima de todo, te atreves a montar este alboroto ¡contra mi híbrido!

¿Mi híbrido?

— ¿Tu híbrido?

— ¿Su híbrido señor? — comento una sirvienta.

— ¿Vas a retirarte o tengo que llamar a mi guardia?

La mujer soltó un par de lagrimas y se retiro corriendo. ¿Cómo es que no se cae con esos tacones? Pensó el azabache— Todos vuelvan a trabajar.

La sala quedo despejada en cuanto dio la orden, ahora solo tenia que lidiar con el joven de colita afelpada en el suelo. Sus enormes ojos azules estaban aun aguados y un poco rojizos a consecuencias del llanto, temblaba ligeramente y se abrazaba a si mismo con sus brazos y cola.

— Tranquilo —el suavizo su expresión— se ha ido, todo esta bien.

No supo como o en que momento paso, pero luego de dar un corto pestañeo, tenía al rubio aferrada a el como hiedra. Se tambaleo un poco por el repentino peso y coloco una de sus manos en la espalda de la chico, uso la otra para agarrar su pierna, evitando que cayeran.

— ¿Qu-—definitivamente, el no entendía lo que estaba pasando. Instinto animal, pensó. El es mitad animal después de todo.

Se aferro a el aun más fuerte y restregó su respingada nariz en la curva de su cuello.

— No... no vayas no...—su dificultad para hablar era notoria— quédate.

Perdon por hacer así a Ino diosa pero no se me ocurría a quien poner

Perdon por tardar tanto tiempo entre a clases presenciales y estoy perdiendo hasta la dignidad,tratare de actualizar mas seguido 

My Little FoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora