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Después de una exhaustiva charla con su amigo, Sasuke Uchiha decidió que ya era tiempo de comprarle a el híbrido ropa de su talla, ya que verlo pasearse por la casa con sus camisetas no era nada conveniente.

Lo mando a vestir por sus sirvientas con la camiseta más pequeña que encontró, era de una banda punk y le llegaba por debajo de el trasero, estaba muy gastada ya que era un recuerdo de su adolescencia. Lo hizo usar de short el boxer más ajustado que encontró y le calzo un par de ojotas que calculado según el, era unos 9 tallas más de los que el debía usar.

Lo vio aparecerse bajando las escaleras o bueno, intentando bajar las escaleras con sus ojotas. Era como si un niño de seis años intentará hacerlo por primera vez. Le parecía demasiado tierno, otra vez.

— Muy bien —le dijo una vez que lo tuvo en frente suyo— tendremos un par de reglas hoy. Primero, no debes apartarte de mi bajo ninguna circunstancia y si lo haces que sea bajo mi supervisión, saldremos. Segundo, si hay algo que te guste, quiero que me lo digas —Sasuke se sintió como un padre al decir aquello y la sensación aumentaba al ver al rubio observarlo con sus típicos ojos curiosos— ¿entendido?

Naruto asintió y satisfecho, el azabache tomo su mano para dirigirse afuera y ayudarlo a subir a su coche.

El camino fue silencioso, el híbrido se dedicó a mirar todo por la ventanilla como si fuera un cachorro y cuando entraron en el oscuro estacionamiento del centro comercial, el rubio se encogió sobre el asiento mirando al frente.

— Tranquilo —la relajante voz del azabache hizo al rubio mirarlo— no sucederá nada mientras te mantengas cerca mío.

El azabache abrió la puerta y salió, rodeó el auto y abrió la puerta del acompañante para que el rubio saliera de allí. Luego de echarle llave, tomo la mano de el rubio y caminaron juntos hacia un ascensor.

Sasuke no pensó en aquello.

Tan pronto las puertas del ascensor cerraron y ese se puso en marcha, el rubio término en el suelo apretando fuertemente sus ojos mientras abrazaba las piernas del Uchiha. ¿Vértigo? pensó el y se agacho un poco para tocar su cabeza— relájate —le murmuro.

Un segundo después, las puertas se abrieron indicando que habían llegado a la primera planta. Tan pronto salieron de el, el rubio vacío su estómago en los zapatos del azabache sorprendiéndolo y provocando que más de la mitad de las personas que pasaban en ese momento por ahí los mirara.

Magnífico, pensó. Y ahora los susurros no dejaban de hacerse notar, el era consciente de que era por la parte animal de Naruto.

Caminaron hasta un bebedero y lo hizo enjuagar su boca allí mientras el intentaba hacer sus zapatos y parte de sus jeans decentes. No lo logró y así fue como la rubio término entrando (por seguir al azabache) a la primera tienda del centro comercial, Adidas.

Dos pares de zapatillas para el rubio y uno para el Uchiha y ambos pasaron a una tienda para híbridos al fondo del pasillo.

Al llegar ala tienda Naruto veía la ropa interior masculina'' incómodo '' y aburrido mientras sacaba la lengua 

¿Que acaso quieres ir la sección femenina?—Dijo el azabache en forma de broma

Sin pensarlo el rubio asintió feliz
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 Muy incómodo para el azabache, el híbrido cogía tantas bragas como le cabían en las manos, De todos los colores y una que otra negra, ya que como el rubio dijo al acercarse a el y ponerla cerca de sus oscuros ojos "tu". Así que las bragas negras le recordaban a el. Casi le resultaba morboso. Bien Uchiha, genial.

Al final terminaron con casi veinte diferentes modelos de coordinados, batas, lencería de una pieza y toda en bastantes colores. Lo más incómodo en la vida para Sasuke

Luego entraron a otra tienda está vez masculina, un par de pantalones , un buzo color naranja pastel con estampado de ramen.Unas cuantascamisetas y finalizaron sus compras.

— ¿Quieres ir por un helado?

— ¿h-helado? —le repitió el.

— Cierto, no debes de tener ni idea sobre ello. Ven.

Ciertamente en esta "corta" tarde junto a el chico de orejas afelpadas se dio cuenta de dos cosas. Una, que el rubio era muy afectuoso y dos, que era tan pequeño que cuando tomaba su mano resultaba algo diminuta junto a la suya, podría cerrar su puño alrededor y la taparia completa. Eso lo llevo también a un pensamiento poco decente que provocó una molestia en su entrepierna. El también podría cubrir su pequeño cuerpo con el suyo. Y es que imaginar aquello y también imaginar sus enormes manos acariciando sus delgadas piernas... Joder, es que no podía pensar aquello de una chico que ni siquiera debía de saber el significado de la palabra "morbo" o mucho menos "sexo".

Un tirón en su camiseta le hizo dejar de imaginar "estupideces". Bajo la mirada y se topo con el culpable de ellos.

El chico rubio señaló con su mano libre el puesto de helados. Sasuke pensó entonces que una paleta helada sería la mejor opción por si el helado no le gustaba. Naruto eligió la paleta de Mora Azul y se termino su helado sin molestar mientras ambos regresaban al auto, esta vez utilizando las escaleras. Sólo por precaución , Sasuke lo detuvo antes de que se subiera al auto.

— No entraras asi, tus manos y parte de tus labios están pegoteados. Ensuciaras todo.

El rubio parpadeo. Definitivamente no había entendido nada y el azabache suspiro con irritación.

— No se como es que Suguetsu podía con esto.

Le limpio con un par de servilletas pero en definitiva le costaba, había quedado demasiado pegote, en especial alrededor de sus labios.

— Mira, has lo que yo.

Sasuke relamio sus labios con cuidado y el rubio presto suma atención al gesto antes de repetirlo, sólo que torturosamente lento para el Uchiha.

Sasuke no despegó la vista de sus labios durante todo el gesto y cuando la vio terminar, tomo con cuidado el rostro del rubio por las mejillas para levantarlo.

Sus labios, ciertamente tenian un tono rosa natural que los hacia parecer demasiado suaves, sintió que el rubio se acurruco ante su toque y se acercó más con inocencia mientras el acariciba sus, ya sonrojadas, mejillas.

El se acercó despacio a sus labios temiendo asustarlo, pero no lo hizo. Saber que el híbrido tenía plena confianza en el lo hizo sentir orgulloso de si mismo por primera vez en mucho tiempo. Se sentía necesitado, necesitado de concretar la acción que estaba a punto de llevar a cabo, se olvidó de su novia, se olvidó de que hacia pocos días que el rubio habia llegado a su vida, se olvidó todo lo que podría pasar en un futuro a causa de esto, en ese momento, se olvidó incluso de su propio nombre y entonces sus narices se rozaron y vio los párpados de Naruto ser apretados por el mismo con fuerza y lo vio y sintió a el con su rostro rojo, caliente lleno de una posible pena o vergüenza y entonces lo hizo. Lo besó. Dejo sus labios sobre los de el blondo y no los movió, fue un pequeño y sencillo beso que duró unos poco segundos, pero le basto para comprobar su suavidad, y cuando se apartó y lo vio, aún con los párpados apretados, rio como un adolescente y tocó su frente para llamarle la atención.

El rubio abrió sus ojos.

— Entra —le dijo el en referencia al auto y el blondo le hizo caso.

Ya en su residencia y luego de haber avisado al personal que los ayudará con las bolsas de las compras, se dirigió a abrir la puerta, pero antes de eso, Kim lo detuvo.

— Señor —dijo ella— la señorita está aquí.

Supo que su día empeoraria en ese instante.

Abrió la puerta.

My Little FoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora