Capítulo 1

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Los tres clanes dominantes en Japón tenían sus propias características que les distinguía.

El clan Ryomen por ser el mas poderoso estaba a la cabeza, a pesar de ser un clan bastante tradicionalista, pues se decía que aun ejecutaban practicas poco ortodoxas y hasta prohibidas, claro esta información se quedaba dentro del clan pero siempre tenia rumores a los alrededores. Contaban con 3 cambiaformas y a la cabeza de ellos se encontraba Sukuna, el líder.

Sukuna era tipo de individuo que había impactado desde antes de nacer, pues incluso desde el vientre de su madre le había consumido toda su energía, y al nacer también le arrebató la vida. Creció con todas las comodidades que se le podía dar a un líder y desde muy temprana edad demostró su talento y su poder, lo cual no fue lo único de lo que dio que hablar porque también comenzaba a dejar ver su personalidad retorcida. Lo que para el clan era una bendición para los demás clanes y familias se sentía mas como una maldición. Pues Sukuna desde pequeño disfrutaba de intimidarles y humillarles, obviamente aquello mientras el alfa crecía iba empeorando ¿pero que podrían hacer contra el? Si bastaba una mirada para dejarlos paralizados y en otros casos con solo su aroma lograba dejar noqueado a centenares de alfas, era sin duda peligroso e incontrolable y aquello le había dado la cima en la pirámide de poder, pues se creía que su fuerza y su poder podría ser inmenso, no solo a nivel nacional.

Por otro lado el Clan Gojo era, todo lo contrario, al menos en apariencia pues se decía que el reciente líder había nacido con un enorme poder, sin embargo los lobos a diferencia de los tigres que les gustaba presumir, los lobos eran mas reservados, no por eso eran un clan débil, se decía que si los Gojos quisieran podrían acabar con los Ryomen, pero también se sabia que eso lo decían personas que odiaban a los Ryomen y solo usaban a los Gojo como escudo.

Aunque hubo un momento en que ambos clanes estaban a la par, actualmente Sukuna creaba una gran desventaja para los lobos.

El clan de los lobos por su parte contaba con mas cambiaformas, se sabían de 5 contando su líder, pero muchos estaban seguros que eran mas. Su líder Satoru, tampoco se sabia mucho sobre el, las pocas veces que el niño era visto siempre llevaba una bandana blanca en sus ojos, al inicio aquello había creado rumores de que podría ser ciego, causando también risas y burlas pero estas personas fueron duramente calladas cuando el niño dio una "demostración" de su poder. Pues todos se habían enterado del atentado que este había sufrido, probablemente por los rumores sobre su ceguera haciendo creer que podría ser débil, demostrando todo lo contrario, pues el niño asombrosamente parecía ser capaz de ver, y su poder no era ninguna broma.

A los lobos no solo se les conocía por reservados, pues los Zenin también lo eran, lo que mas caracterizaba a los lobos era su fidelidad y devoción por la justicia, pues aunque eran reservados sobre asuntos íntimos de su clan, nunca negaban su ayuda a las pequeñas familias de alfas y omegas descendientes de clanes extintos que los necesitaran y claro, tenían el reconocimiento por ello. No por nada estaban encargados de monitorear que las reglas se cumplieran, "perros policías" les llamaban quienes los subestimaban mientras que para el resto era su motivo para respirar en paz, pues aunque no lo dijeran todos sabían que los únicos que alteraban la paz eran los tigres, y agradecían que los Gojos estuvieran ahí para mantenerlos a ralla.

Finalmente el ultimo pero no menos importante; los Zenin.

Estrictos, orgullosos y elitistas, los gatos negros. Hubo un tiempo en que lo único que caracterizaba al clan era el dinero, pues eran ridícula y exhaustivamente ricos, dueños de media industria de entretenimiento en Japón y el continente. Y claro, mucho se decía que el único motivo de prestigio del clan era ello, pues estaban bien posicionado entre los humanos, pero entre los híbridos no eran la gran cosa, después de todo solo eran gatos.

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