Capitulo 2

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jeje lo prometido es deuda! actualizando antes de q haga el año de la ultima actualizacion jijijiji

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Aunque en su momento las palabras de Satoru lo habían calmado lo cierto es que la respuesta lo había puesto aun mas ansioso. Pasaron unos cuantos días antes de que el pequeño lobo invitara a Megumi.

Para los adultos sin duda era una respuesta positiva, pues ¿Quién invitaría a alguien para rechazarlo?

El anciano incluso le había sonreído por primera vez en su vida y dicho que había hecho un buen trabajo pero Megumi aún se sentía ansioso.

Finalmente el auto se estacionó, debían haber llegado al área donde residían los lobos, bajo con cuidado del auto lujoso, le habían advertido sobre ser y verse impecable y eso hacia.

Contrario a lo que se esperaba los Gojo no vivian alejados de la ciudad, es decir, Megumi realmente no conocía nada mas que su propio clan que se había encargado de inculcar en Megumi que los otros clanes eran neandertales que vivían en el bosque formando aldeas.

Lo habían acompañado una cuidadora y su "tío" con la extraña excusa de "cuidarlo" pero Megumi no confiaba en Naoya, que jamás había sido bueno con él, aunque nunca le había golpeado como los demás adultos Naoya era mas de insultarlo, y eso para un niño como lo era Megumi entonces era hiriente casi tanto como una golpiza, por eso cuando el mayor tomó su mano su cuerpo se congeló en rechazo y terminó siendo arrastrado al interior del lugar.

Aunque era un "Clan" aquel lugar parecía mas una zona residencial, la diferencia entre lo que Megumi conocía por "Clan" y lo que estaba viendo en ese momento era abismal.

Quizás no habían carros costosos y casas enormes y extravagantes pero aquel lugar era hermoso, y no era sobre lo material, si no que aquella interacción entre las personas, riendo, jugando, charlando amigablemente, todos se veían contentos e incluso los que no y parecían molestos no daban miedo, si se casaba con Satoru... ¿podría él vivir así? No podía dejar de mirar especialmente a los niños, jugando, riendo, peleando y siendo consentidos y malcriados por sus padres. Megumi sentía que se llenaba de envidia y de deseo, un enorme deseo por tener algo igual.

Ni siquiera fue consciente de en que momento Naoya había comenzado a charlar amigablemente con alguien que parecía darles la bienvenida, lo que sí comenzó a notar una vez que salió de su ensoñación eran las miradas en él, no, en ellos. Pudo notar también algunas miradas dirigidas hacia Naoya, bueno, eran tres Zenin en medio de un clan de lobos, llamar la atención era normal ¿no?

Mientras eran guiados su mirada curiosa fue interceptada por otras miradas que se dirigían a ellos con la misma curiosidad. Aquello no termino ni cuando entraron a la casa principal, incluso los trabajadores los miraban con esa ligera curiosidad en sus rostros, a este punto Megumi no podía estar mas incomodo y Naoya fastidiado, por suerte el mayor era hábil en ocultar su molestia tras una impecable y hermosa sonrisa que hacia sonrojar a mas de una dama o doncel que se encontrara lo suficientemente cerca para apreciarlo.

Un lobo los guio amablemente, contrario a lo que esperaban no hubo ningún tipo de hostilidad, de hecho podría decirse la hostilidad la tenían guardada y bien escondida el pequeño trio de Zenin que se encontraba en medio del territorio de Lobos.

Como era de esperarse, al igual que en su clan la casa principal era de un estilo japonés tradicional, pues eran las casas donde los lideres y toda la rama principal habían vivido de generaciones en generaciones, Megumi solo conocía la de su familia por lo que no pudo evitar compararla y sentir esa casa mas... agradable.

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