Estar enamorado es un fastidio.
Tener que pelear con esas malditas ganas de ir y alejarlo de los astutos imbéciles que se codean con él con intenciones morbosas.
Discutir conmigo mismo por controlarme y no joder todo con él, para no arruinar aún más nuestra relación.
Y aquí estoy, sentado en mi lugar detrás de Deku, con otra de las razones por las que estar enamorado es una mierda.
Los celos.
—¡Deku! —chilló la muy maldita cara redonda, abrazándolo con fuerza—. ¿Cómo te fue ayer? ¿Encontraste la figurita de All Migth que querías?
¿Y a ti que te importa? Ve a joder a otro lado.
—Es Midoriya, claro que la encontró. —Perfecto, ahora el bastardo mitad mitad se une a la conversación—. Si hubiera podido, te acompañaba, pero mi hermana estaba ansiosa por una cena familiar.
—Hola, chicos —su voz. Esa preciosa voz que se convirtió en mi sonido favorito—. No lo pude encontrar —su gesto se hace triste. Quiero matar a esos idiotas por lograr que Deku deje la sonrisa que hace segundos tenía—. Es una edición limitada, probablemente alguien ya me ganó el último ejemplar que quedaba.
La cara redonda soltó su abrazo y suspiró.
—No seas negativo, ¡Seguro podrás encontrarla, Deku!
¿Por qué ella se cree con el derecho de llamarlo Deku?
Ese nombre yo se lo di. Es un nombre de mi propiedad. De mi mente. De mi imaginación.
De mi Deku.
Maldita sea, ella no deja de joderme la vida.
Es una buen rival. En el festival deportivo fue con todo y la enfrenté con todo. No fue fácil. Y cualquiera que crea que ella es una jodida chica delicada, que vea ese puto video. Casi me mata a piedrazos.
Pero le gusta Deku.
Y yo amo a Deku.
Estoy destinado a despreciar su presencia cerca del chico que amo, carajo.
—Podría intentar buscar en algún lugar por la web. —Claramente, el bastardo mitad mitad no puede mantenerse callado—. Intentaré buscarlo de igual modo, no creo que sea tan limitada para el hijo del nuevo héroe número uno. Para algo que sirva.
Ugh, ese imbécil.
Lo odio.
Y no debería. Es el fiel perro de Deku.
Lo apoya, está cerca de él cuando yo solo puedo observarlo de lejos, comparten tiempo juntos cuando yo solo sueño con esa mierda.
El tener que ver como el único chico que amo y seguramente voy a amar, se rodea de personas que tienen un claro interés de mierda por él, me pone histérico.
Sin embargo, ¿Qué puedo hacer yo?
Solo soy un maldito egoísta que no quiere compartirlo con nadie, aun cuando ni siquiera se considera mío.
Y también soy un jodido impulsivo.
—¡Vayan a sentarse a sus putos lugares, mierda! —grito en dirección a ellos dos, que de pronto me miran como si recién hubieran notado mi existencia. Ella se cruza de brazos y él alza una ceja—. ¡Me tienen harto con su conversación! Maldita sea, sus voces son jodidamente molestas.
Deku se gira hacia mí, luego de haber dado un respingo, avergonzado y se rasca la nunca. Baja su mirada ante mi.
—Lo siento, Kacchan —se disculpa.
Esto me estresa.
¿Por qué mierda se disculpa él? Los eché a ellos.
—Bakugo está de un humor horrible el día de hoy —comenta el bastardo Todoroki, tan inexpresivo como siempre—. O, ¿quizá te molesta que estemos muy cerca de Midoriya?
Hijo de puta.
—Pff, ¿cuando está Bakugo de buen humor? —replicó la kirby, bufando.
—Chicos, Kacchan no tiene mal humor. —Mis oídos de pronto escuchan su voz celestial y juro que tiene un pequeño sonrojo en sus preciosas mejillas colmadas de pecas aun más preciosas—. Él solo... Tiene un carácter especial. No se burlen...
Dio una mirada corta hacia mi y casi pude sentir como el corazón me dio un vuelco.
—No me defiendas, Deku —replico, a pesar de estar flotando en una nube rebosante de mi emoción porque él se haya tomado la molestia de gastar sus palabras en mi defensa—. ¡Y ustedes váyanse de aquí antes de que les explote la puta cara, no me dejan concentrarme con sus gritos estúpidos!
No tardan mucho en irse, con unas malditas sonrisas que no entiendo ni quiero entender.
Recuesto mi cabeza en la mesa, escondiendo mi rostro entre mis brazos. No quiero que nadie note mi ligero sonrojo. Es vergonzoso.
—¿Kacchan? ¿Te sientes bien?
Saber que se preocupa por mi me hace sonrojarme aun más.
—Que si, mierda —contesto, conteniéndome para no saltar y abrazarlo, esconder mi rostro en su cuello y aspirar ese aroma a jazmín que emana de su cuerpo, apretujandolo tanto que no se pueda escapar jamás de mi.
Deku se ríe. Levanto un poco mi cabeza, que solo se vean mis ojos para lograr observarlo.
Es hermoso.
Deku riendo es lo mas perfecto.
Simplemente, su belleza no es terrenal.
Es divina. Fuera de este maldito mundo.
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¡Deku! (Katsudeku)
FanfictionEse imbécil. Ese maldito. ¿Cómo puedo ir y amarlo con todo? La culpa me ciega. Y por si fuera poco, no tiene idea. No tiene idea de que me tiene a sus pies, completamente enamorado. - Soft. Rebuscadamente, un poco angst. Historia corta. Mención...