Eres mi Perdición

cap.5_cita _

(Sin Editar)

Ya llegamos-anuncio el castaño.

El castaño fue el primero en bajar del automóvil,después de eso se dio la vuelta para abrirle la puerta.

Cuando la pelinegra iba a bajar Pericles le ofreció su mano para que la tomé, Lucrecia algo dudosa acepto.

Entraron a la Heladería aún con las manos entrelazadas.

Pericles la Guió asta una mesa y le pidió que la espere,que el no tarada a nada,que iba a ir a pedir los helados.

Mientras El castaño pedía los helados para el y su acompañante,dos personas estaban entrando al local,dos personas que la pelinegra conocía muy bien.

Arturo y Dalia,su ex novio y su ex amiga,Amatista había empezado a salir con el hace dos años,pero terminaron por qué la pelinegra lo había descubierto engañandola con quién en ese entonces era su amiga.

Arturo media 1.60,de pelo color azabache,piel pálida,con ojos marrones y Delia media 1.59,de pelo negro, ojos marrones y piel morocha

cuando los vio entrar por la puerta del local rápidamente miro para otro lado,tratando de esconderse torpemente detrás de su bolso,no quería lidiar con esos dos en ese momento.

Para su mala suerte Arturo la vio y quiso ir a "Saludar".

-Hola Amastita,como estas?- la miro con burla Arturo.

-Bien,asta que llegaste- sonrió falsa la pelinegra

Dalia iba a hablar pero justo llego Pericles interrupiendolá,la morocha cuando lo vio sonrió de oreja a oreja y se mordió el labio que según ella para que se vea "sexy" cosa que a Pericles le pareció extraño,asta llego a pensar que tenía un tic.

Pericles los miro a los dos presentes fijamente como tratando de adivinar quienes eran.

-¿Quienes son ?-directo al grano,Pericles no se caracterizaba por ser muy paciente.

-Pericles,ellos son Dalia y Auguro..-

-Arturo- corrigió el azabache a su ex.

-Si si eso-hablo restándole importancia-Mí ex novio y mí ex amiga - dijo señalando a la pareja.

Pericles al escuchar las palabras "ex novio" se tenso,el no estaba enterado de ningún ex novio, ella jamás le contó nada ,aunque Pericles rápido se dijo que ella no tenía por qué decirle nada a el , apenas se conocen hace poco,pero le hubiera agradado que se lo comentará .

Se relajo un poco cuando recordó que era su ex hubiera sido peor que fuera su novio.

- Diría que mucho gusto en conocerlos pero estaría mintiendo,Soy Pericles , pretendiente de Lucrecia-

Lucrecia se giro y miro con los ojos bien abiertos a Pericles.

-Su ¿Pretendiente?- pregunto algo enojada Dalia

-Si,acaso estás sorda- hablo Pericles mientras sonría un poco

Lucrecia no aguanto y se rió un poco pero rápidamente se detuvo cunado vio las cara de enojo que estaban poniendo Dalia y Arturo mienta la miraban.

- Si nos disculpan tenemos una cita que concluir -Hablo Lucrecia rápidamente cuando moto lo tenso que estaban los tres.

-váyanse- hablo Pericles

La pareja se fue pero no sin antes lanzarle una mirada de odio a los dos.

Pericles la miro un momento antes de volver hablar.

-Se que no es me incumbencia pero...¿que hizo ese idiota como para perder a una mujer tan talentosa y hermosa ?-

La pelinegra bajo la mirada avergonzada,no sabía qué decirle,va,si sabía pero no quería decírselo,no quería que el supiera que el azabache la engaño con la que ella creía que era su amiga,no quería que el sintiera lástima por ella .

-te lo diré ,solo si me dices, por qué mentisté diciendo que eras mí pretendiente-

El castaño la miro con una sonrisa antes de contestar .

-Yo jamás mentí - decía mientras apoyaba su codos en la mesa.

Antes que la pelinegra pudiera responder llego un señor de aproximadamente 32 años ah entregarles sus helados

Lucrecia una seguí en shock, si lo que decía el chico que ella tenía al frente era cierto ,eso significaba que el castaño gustaba de ella.

Y como si hubiera leído su mente el castaño hablo .

-Y no,no me gustas,Te amo,me enamoré de tu Lucrecia y lo sé,tal vez sea muy pronto para decir que estoy enamorado por qué solo te conozco desde hace dos días ,pero hací lo siento-para ese momento el camarero ya se había retirado dejando a los adolescentes ahí- y no tienes que decir nada ahora.
Te voy a conquistar,aré que te vuelvas loca por mí,como yo lo estoy de ti-cuanto más hablaba más se iban acercando los dos,asta el punto de estar a sentimetros -
Quiero ser tu única razón para morir,quiero volverme dependiente de ti, que te vuelvas adicta a mí,quiero ser tu veneno y que tu seas el mío-

El castaño miro los labios de la pelinegra y no se resistió más y la beso.

Lucrecia no puso Resistencia y le siguió el beso,asta que Pericles se separó pero nunca dejando de sonreír.

-Lo siento,no me resistí.
Si no quieres no me digas por qué terminaron-

Lucrecia aún con las un poco rosas hablo .

-no,quiero decírtelo-murmuro-el me engaño con Dalia-dijo mientras miraba para otro lado.

-eso solo confirma mis sospechas-la pelinegra lo miro confundida-que es un completo tonto-aclaro-si yo fuera tu novio no te dejaría ir ni aunque me lo rogaras--

Lucrecia con cada palabra que el chico en frente suyo decía se ponía un poco más nerviosa pero lo sabía disimular.

-buen,es mejor que empezamos a comer por qué si no se nos derretirá - y con esas palabras empezaron a comer sus helados.

Pericles cada vez que probaba un bocado hacía una nueva de asco cosa que le causaba gracia a la pelinegra.

El castaño no le gustaba nada el helado así que lo tiro en un sesto de ahí

después de hacer esa acción negó rápidamente la cabeza para olvidar ese sabor, mientras hacía un cara de asco .

Lucrecia sin poder evitar soltó un risa al ver la cara que puso su acompañante

•••★•••★•••★•••★•••★•••★•••★•••★•••★•••

-Gracias por lo de hoy-hablo la pelinegra mientas le daba un beso en la mejilla al castaño.

-no tienes por qué agradecer- decía mientras sonreía como tonto.

Pericles bajo del porche y empezó a caminar asta el automóvil si. Despegar la mirada de la pelinegra.

Siguió caminando y como no estaba viendo el camino choco con la puerta del auto.

La pelinegra río por lo bajo y el castaño imito su acción pero con una risa nerviosa.

Cuando la pelinegra vio que el auto se perdía por la carretera entro a su casa con una sonrisa de oreja a oreja que para muchos parecería una sicópata